Resumen Caballero en Armadura Oxidada

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- El castillo del silencio

Dentro del castillo del silencio el caballero se encontró con el rey. El caballero sorprendido le pregunta al rey que hace ahí, a lo que él contesta que continuamente va al sendero de la verdad para conocerse mejor a sí mismo. Entonces el caballero le propuso atravesar el castillo juntos a lo que le rey le advirtió que era algo que tenía que hacer solo ya que solo así aprendería del silencio y entonces el rey se marchó.

Cuando el caballero se quedó solo y en silencio empezó a pensar como nunca lo había hecho y se iba relevando cosas que no había aceptado antes. Se dio cuenta que nunca había estado solo y que tenía miedo de estarlo. Al ir dándose cuenta de su propia verdad iba abriendo puertas y así iba pasando a cuartos cada vez más pequeños.

Apareció una voz en alguno de los cuartos diciendo ser él mismo pero que nunca se había dado la tarea de escucharlo y es por eso por lo que no se conocían. El caballero sorprendido y lleno de emoción volvió a llorar hasta quedarse dormido. Cuando despertó se dio cuenta que ya estaba fuera del castillo y que había pasado varios días ahí dentro. También se dio cuenta que el casco de su cabeza se había oxidado y se había caído.

- El castillo del conocimiento

El caballero entro al castillo del conocimiento con Rebeca y ardilla. Estaba todo oscuro, no existía una luz dentro del inmenso castillo, pero conforme el caballero se iba dando cuenta de ciertas preguntas que estaban grabadas en las paredes del castillo luces se iban iluminando.

Se dio cuenta que si amaba a Julieta y a Cristóbal pero que también les habían servido para satisfacer sus necesidades. Había sido descuidado y egoísta con Julieta, la cual siempre había cumplido con las funciones del hogar y con cualquier cosa que el caballero necesitara sin refutar. Cristóbal, de igual manera, aunque lo amaba mucho también le servía como heredero del caballero para cuando este estuviera viejo. Se dio cuenta del enorme daño que les había hecho siendo tan egoísta con ellos. Entonces una enorme luz se ilumino y fue así como pudo salir al patio donde había un manzano.

En el manzano se dio cuenta que tenía muchas ambiciones y que gracias a ellas nunca había podido ser bueno, generoso e inocente ya que siempre se había puesto armaduras contra sus verdaderos sentimientos. Se dio cuenta que debía de dejar a un lado aquellas ambiciones materiales para tener ambiciones que vinieran del corazón y así ser rico de cosas importantes y no solo de cosas materiales. Fue solo, así como aprecio de nuevo en el sendero de la verdad, sin armadura en las piernas ni en los brazos. Se dio cuenta de nuevo que había pasado vario tiempo dentro de ese castillo y que había conocido otra parte de él mismo que nunca había conocido por no darse el tiempo de preguntarse cosas tan sencillas de su vida.

- El castillo de la voluntad y osadía

Llegando al castillo de la voluntad y osadía se encontró con un dragón enorme diferente a todos los que había visto con anterioridad. El dragón impedía el paso al castillo y el caballero sintió miedo ya que no traía consigo su espada. La ardilla y Rebeca le aconsejaron que con conocimiento y voluntad lograría derrotarlo y fue así como el caballero intento pasar el dragón, pero salió corriendo quemado. El dragón se carcajeaba al ver que el caballero no podía derrotarlo.

Después de que la ardilla y Rebeca le dieron coraje y valor para derribar al dragón, volvió con toda la voluntad y confianza en sí mismo y a medida que caminaba a la dirección del dragón, éste se iba haciendo más pequeño y sus llamas no lograban quemarle. El dragón se hizo del tamaño de una rana y se fue y el caballero logro llegar al castillo que rápidamente se esfumo también. Ya había demostrado que tenía voluntad y osadía y no necesitaba entrar al castillo para demostrar algo que ya había hecho. Y fue así como el caballero estaba de vuelta en el estrecho y empinado sendero de la verdad.

- La cima de la verdad

Finalmente, el caballero escalo una montaña hasta darse cuenta de que debía de soltarse y caer ante lo desconocido. Cayo y cayendo se dio cuenta de todos los prejuicios que había hecho y los dejo a un lado y se dio cuenta que esos prejuicios lo habían alejado de las personas que más amaba. Entonces en vez de hacer comenzó a subir y llego a la cima de la montaña. Y fue así como cruzo el sendero de la verdad.

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