Resumen cuento solo un pie descalzo

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Paso el tiempo hasta que llegaron las vacaciones. Era hora de la famosa excursión familiar a la cual Gabriela no quería asistir por que no quería dejar a sus amigos, entonces decidió perder su zapato esta vez a propósito para que la dejen en casa… así fue, pero no quedo sola del todo, porque Tomasa la criada de la casa que ya era un tanto vieja también se quedó aunque no a cargo de Gabriela.

Ya desde la ventana miro a su familia salir de excursión… como siempre castigada, pero eso a ella ya no le importaba.

Nuevamente se reunió con sus amigos en el viejo roble el cual describía el libro como un lugar lleno de sorpresas y sitios con paisajes maravillosos en el que Gabriela se sentía muy a gusto… entre tanto en medio de la aventura… escucho una vos tenue que decía Gabriela, Gabriela, Gabriela te buscan ….

(Aquí Gabriela sentada se sorprende al escuchar la voz, reconoce a Tomasa y está feliz de conocer a Gabriel le da un abrazo y se va)

Era Tomasa en compañía de un niño de la misma edad de Gabriela el cual llegaba a su casa para entregarle su zapato, que lo había encontrado esta vez a las orillas del rio.

Gabriela volvió al mundo y miro al niño… su nombre era Gabriel, los dos cruzaron miradas y a partir de ese momento Gabriel le devolvió su zapato y fueron los mejores amigos por esas vacaciones, y fue así como ella ya no se sintió menospreciada nunca más y Gabriel con Gabriela disfrutaron de ese maravilloso tiempo juntos.

Al volver a casa cada uno se despidió y prometieron escribirse para estar en contacto, desde entonces Gabriela ya no se sentía sola y todo cambio con su familia para mejor. Sus hermanas ya no la menospreciaban, su madre ya la tenía más en cuenta y su padre… bueno pues su padre siempre la quiso.

(Aquí Gabriela busca el libro que ya no está)

Entonces Gabriela recordó aquel libro que la transportaba a diversos mundos y lo busco por todas partes pero jamás lo encontró. Decidió contarle de aquel libro a su padre pero él dijo que sus libros estaban en su lugar y que jamás había tenido un libro con esas descripciones.

Alguna vez a lo largo de su vida Gabriela perdió un zapato y acudían a su memoria retazos de un país y criaturas que ella conoció, y a las que creyó pertenecer.

Porque todo lo que vive de alguna manera en los que lo vivieron y donde se vivió.

En esos momentos Gabriela sentía una rara añoranza aunque sin saber de qué. Y en seguida lo olvidaba. Porque el corazón humano es un desconocido del que solo se sabe que siempre anduvo – y acaso siempre andará con sólo un pie descalzo.

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