Resumen del Teatro Griego
Enviado por Rimma • 4 de Junio de 2018 • 3.790 Palabras (16 Páginas) • 569 Visitas
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Agamenón y Orestes son cazadores y cazados, sacrificadores y sacrificados. La caza es una de las expresiones del paso de la naturaleza a la cultura, por ello coincide con la guerra. Entre la caza y el sacrificio existe una relación estrecha, los ritos de cazadores atravesaron etapa en la cual la civilización griega agrícola debió suceder a una pastoril que provenía de una civilización cazadora. Luego a cada lado del altar del sacrificio olímpico estaban presentes los habitantes y los huéspedes de tierra. Es por esto que la caza define las relaciones del hombre con la naturaleza salvaje; y el sacrificio es un acto culinario (el Buey es el animal sacrificado por excelencia).
El sacrificio de animales estaba vinculado a alguna divinidad de naturaleza salvaje como Ártemis y Dioniso. Por lo general, el sacrificio de un animal sirve como sustituto de un sacrificio humano. En la caza, el animal típico y único es la liebre. Ateniéndonos a esto, Calcante subraya su carácter ambivalente en sus presagios, pues la Liebre puede ser Ifigenia o la mismísima Troya. A su vez, las águilas son los Atridas, la negra es Agamenón y la blanca es Menelao. La guerra misma de Troya es una caza, innumerables cazadores armados de escudos que se lanzan tras Helena. Agamenón es un hombre degollado en un sacrificio monstruoso ya que va acompañado de juramentos y del grito ritual de Erinia; representa un animal preso en una red, es también el sacrificador sacrificado.
La caza y el sacrificio se unen en el punto en que el hombre no es más que un animal. El asesinato de Agamenón (que es sacrificado) es descrita con metáforas de caza, o sea con animales. Otro ejemplo es la habilidad con la que Dioniso logra que Ágave cace a su hijo pero que lo trate como un animal doméstico, sin saber hasta qué punto le era próximo.
En el Agamenón, la hembra ha matado al macho, el sacrificio se convierte en un antisacrificio, una caza pervertida. Este orden falaz se destruye en Coéforas, donde se continúa con la misma estructura fundamental que Agamenón pero a su vez se constituía su exacta contrapartida. Orestes no sacrifica a su madre, sino que sigue las órdenes del oráculo. El reino de Orestes se asocia a los banquetes y sacrificios; éste considera el asesinato de su padre como una abominable trampa y deplora que su padre no haya muerto en batalla. Orestes es a su vez cazador y guerrero. El reconocimiento entre Electra y Orestes representa una escena de animales salvajes. Ella posee un corazón de lobo, él es una serpiente.
El destino de Orestes no está dicho aún, es un personaje doble (cazador y guerrero), serpiente y león; en las Euménides Orestes volverá a ser un objeto de caza (para las Erinias: en el extremo de lo puro y natural, y luego crudo) amenazada con el sacrificio; él pagará por la muerte de Clitemnestra.
Poética (Aristóteles, 334 a. C)
La poesía trágica, la comedia, el ditirambo, así como también el arte de tocar la flauta y la citara, tienen en un nexo común: todas son imitaciones. Sin embargo, difieren porque: los medios que emplean para llevar a cabo dicha imitación son de diversa índole; aquello que se constituye como objeto de imitación es distinto en cada caso; y el modo de imitación es distinto. Los diferentes medios empleados en la imitación son el ritmo, el lenguaje y la armonía. La diferencia radica en que, mientras que algunas artes los usan todos, otras sólo usan alguno; también puede darse el caso de que un arte use todos los medios de manera simultánea mientras que otro arte distinto lo haga en momentos diferenciados. El arte que imita sólo a través del lenguaje o (literatura) lo hace sin ritmo y sin armonía. Aristóteles afirma que el objeto de los imitadores son acciones de agentes, los cuales a su vez son buenos o malos, y los imitan mejores o peores de lo que nosotros somos, o semejantes. El modo en que se representa cada objeto se representa poniéndolos en boca de un personaje o en boca de un autor.
Un poco más adelante, en el capítulo IV, Aristóteles nos dice que es evidente que el origen general de la poesía se debió a dos causas que responden a una parte de la naturaleza humana. Primero, Aristóteles afirma que la imitación forma parte de la naturaleza humana desde la infancia, es decir, el hombre es, por sí mismo, imitativo. Además de esto, también se incardina en la naturaleza humana el regocijo que producen las tareas miméticas; estamos en una definición positiva (frente a Platón y su concepción negativa) de la mímesis, pues esta es entendida como una variante del conocimiento. Esta última idea la cifra Aristóteles en el placer universal que experimenta el ser humano por el conocimiento, incluso en aquellos casos en que la mímesis en cuestión no es de gran calidad. La imitación, entonces, por sernos natural, afirma Aristóteles, a través de su original aptitud, y mediante una serie de mejoramientos graduales en su mayor parte sobre sus primeros esfuerzos, permitió la emergencia de la poesía a través de la improvisación. La poesía, por su parte, se dividió en dos grandes clases; los poetas de alto espíritu representan o poetizan sobre las acciones más nobles, y los poetas inferiores poetizan sobre acciones viles. Especial atención merece para Aristóteles la figura de Homero, padre al mismo tiempo de la tragedia y de la comedia.
A continuación, expone la génesis y evolución de la tragedia. En un momento primigenio, la tragedia consistía, fundamentalmente, en improvisaciones (al igual que la comedia) que se originaban con los autores de los ditirambos. A partir de ahí, la tragedia sufrió tres cambios esenciales:
- El número de actores fue primero aumentado a dos por Esquilo, quien disminuyó la importancia del coro, e hizo que el diálogo, o la parte hablada, asumiera la misión decisiva en el drama.
- Aparece un tercer actor y la escenografía cobra importancia (Sófocles)
- La tragedia adquirió también su magnificencia
En cuanto a la comedia, Aristóteles la define como una imitación de los hombres peor de lo que son; es decir, una imitación fea, ridícula. A diferencia de la tragedia, las etapas primigenias de la comedia pasaron inadvertidas. La comedia alcanzó ya ciertas formas definidas cuando empezó el recuerdo de aquellos individuos llamados poetas cómicos. Después de esto, se nos dice que la tragedia implica todos los elementos de la épica, pero la épica no implica todos los de la tragedia. La tragedia se diferencia de la épica en cuanto a la extensión, a su carácter narrativo y al tipo de metro que utiliza la última. Luego se expone su definición de tragedia: la imitación
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