Su corazón es como una rosa que no pereciera ni con el paso de un tornado.

...

-¡atrapen a la chica!- grito enfurecido el sr. Mohamed

Todos le hicieron caso y empezaron a perseguir a Amira. Ella logro salir de la casa dejando a sus padres todavía sometidos por la multitud furiosa. Amira empezó a correr por entre las calles deteniéndose de vez en cuando para asegurarse de que ya no la perseguían. Entonces se dirigió a la casa de su mejor amiga, Lucia. Lucia sabía el secreto de Amira y siempre la había apoyado en todo lo que pudiese, sin criticarla o mortificarla más con su don de lo que Amira ya lo estaba.

Al llegar a la casa de lucia, Amira toco desesperadamente la puerta y gritando.

-¡LUCIA! ¡LUCIA ABREME POR FAVOR! ¡ESTOY EN PROBLEMAS, LUCIA!

Entonces Amira oyó dentro de su cabeza los pensamientos de Lucia, y se dio cuenta de que estaba cerca. Entonces la puerta se abrió y apareció lucia con cara de desconcierto.

-¿Qué sucede Amira? ¿por qué gritas así?

Amira entro en la casa de su amiga y le explico rápidamente todo lo que había pasado en su casa.

-tienes que quedarte aquí al menos esta noche, es muy peligroso que salgas con toda esa gente buscándote- dijo Lucia

-Está bien, me quedare pero quiero pedirte un favor- le dijo nerviosa Amira

-Sí, claro, pídeme lo que sea- dijo lucia, tomándole de las manos.

-Quiero que vayas a ver que hicieron con mis padres, quiero saber si están bien.- se le resbalo una lagrima por la mejilla.

-Claro, iré en este momento, mientras tu come algo y duerme unas horas.

Amira le dio las gracias y se fue a el sofá que había en la sala mientras veía como Lucia agarraba un abrigo y salía de la casa.

Amira se quedó pensando en todo lo que le había pasado en las últimas horas y hasta el momento no se percató de que las voces dentro de su cabeza habían disminuido y no se oían los gritos como los había escuchado en la escuela. Siguió pensando hasta que se quedó dormida. Soñó que toda la gente del vecindario estaba alrededor de ella gritándole y aventándole piedras, ella estaba dentro de una jaula y rogándoles a las personas que pararan, que ella no le había hecho daño a nadie. Entonces apareció de nuevo en el sofá de la sala de Lucia. Ya era de mañana y su amiga la había despertado.

-Lucia ¿Qué paso? ¿Dónde están mis padres?- dijo Amira nerviosa

-Amira, tus padres han fallecido.

-¿QUE?- grito Amira

-se opusieron a la multitud y empezaron a golpearlos, no resistieron y murieron, lo siento mucho- le dijo cansinamente

Entonces Amira salió corriendo de la casa de lucia y no le importo si toda la multitud la esperaba afuera, aunque no fue así. Camino sin rumbo y sin darse cuenta ya habían pasado más de tres horas, entonces se dirigió de nuevo a la casa de Lucia.

Antes de que abriera la puerta, Lucia se había apresurado a salir de la casa, traía con ella un par de maletas.

-tenemos que irnos ya, Amira. He oído que el sr. Mohamed te está buscando por todo el pueblo y te quiere metes al manicomio- le dijo precipitadamente a su amiga.

-¿Pero a donde vamos a ir? No tengo dinero y no tengo familiares a los que pueda pedir ayuda-

-Yo tengo un poco de dinero, tomaremos el tren y nos iremos lejos- le dijo tirando de ella.

Ya estando en el tren, Amira se dijo a si misma que volvería a sepultar a sus padres como era debido. Sus padres estaban muertos por su culpa, ellos la habían defendido hasta la muerte y ella los amaba mucho por siempre apoyarla y no dejarla sola cuando pasaba por los momentos difíciles que conllevaban su don. Amira no sabía que iba a ser de ella pero una cosa si tenía en claro. Al lugar donde iría comenzaría desde cero aprendería a controlar y usar su don para el bien. Como hubieran querido sus padres.