TE CONVIERTES EN LO QUE PIENSAS QUE ERES. El libro “Padre rico, padre pobre”

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Deberemos de aprender las lecciones de la vida para que nos vaya bien si no la vida nos seguirá empujando de un lado a otro. Hay algunas personas que se rinden, otras luchan, pero hay algunas personas que aprenden la lección y siguen adelante aprenden y siguen derribando cualquier obstáculo de la vida y aprenden de ellos, algo que nos dice Roberto Kiyosaki es que debemos de aprender cada una de las lecciones de la vida y no volver a cometer esos errores a cada obstáculo cada vez que aprendamos de cada obstáculo seremos felices pero si es lo contrario toda nuestra vida no la pasaremos buscando culpables de todos nuestros problemas y justificaciones que nos llevaran al bordo del fracaso viviremos en espera de algún golpe de suerte que nos resuelva nuestros problemas, debemos de ser personas que nunca se rinden cada vez que la vida nos empuja de un lado a otro, debemos de correr riesgos pero que sean cautelosos la emoción de ser grandes empresarios debe ser más grande que nuestro miedo a perder lo Deberemos de aprender las lecciones de la vida para que nos vaya bien si no la vida nos seguirá empujando de un lado a otro. Hay algunas personas que se rinden, otras luchan, pero hay algunas personas que aprenden la lección y siguen adelante aprenden y siguen derribando cualquier obstáculo de la vida y aprenden de ellos, algo que nos dice Roberto Kiyosaki es que debemos de aprender cada una de las lecciones de la vida y no volver a cometer esos errores a cada obstáculo cada vez que aprendamos de cada obstáculo seremos felices pero si es lo contrario toda nuestra vida no la pasaremos buscando culpables de todos nuestros problemas y justificaciones que nos llevaran al bordo del fracaso viviremos en espera de algún golpe de suerte que nos resuelva nuestros problemas, debemos de ser personas que nunca se rinden cada vez que la vida nos empuja de un lado a otro, debemos de correr riesgos pero que sean cautelosos, la emoción de ser grandes empresarios debe ser más grande que nuestro miedo a perder lo que tenemos.