TRABAJO DE LA MUJER EN EL SECTOR INFORMAL PRESENTE EN LA URBANIZACIÓN SAN JACINTO DE MARACAY, ESTADO ARAGUA
Enviado por Sandra75 • 7 de Junio de 2018 • 10.113 Palabras (41 Páginas) • 505 Visitas
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Con miras a la humanización y dignificación del trabajo, la OIT (1999: s. n/p), diferencia trabajo y empleo, definiendo el primero como “el conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o servicios en una economía, o que satisfacen las necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos” , y al segundo como “el trabajo efectuado a cambio de pago (salario, sueldo, comisiones, propinas, pagos a destajo o pagos en especie), sin importar la relación de dependencia (si es empleo dependiente-asalariado, o independiente-autoempleo)”.
Lo señalado, indica que ambos casos son trabajo o actividad dirigida a satisfacer necesidades a través de la producción de bienes y servicios. Las dos situaciones están asociadas a factores económicos, no obstante queda claro que no todo trabajo implica una remuneración, como tampoco a una relación laboral, mientras que en el empleo, la persona trabaja con el objetivo de obtener un pago, sin que obligatoriamente se establezcan vínculos laborales.
Trabajo y empleo, siempre han coexistido, no obstante la OIT (1999: s. n/p), insiste y aboga por un “trabajo decente” para toda persona, como base del desarrollo sostenible, en el marco del derecho que tiene de un trabajo digno, de oportunidades de empleo, de protección social y diálogo social, y que además, como estrategias, permitan a los Estados y ciudadanos la inclusión social, la erradicación de la pobreza, el fortalecimiento de la democracia, el desarrollo integral y la realización personal.
De lo expuesto, se infiere que el empleo da lugar a un pago o remuneración, pero no siempre a un empleo formal, pues este surge de un contrato o relación laboral formal, entre trabajador y empleador e implica pago de impuestos, seguridad social, prestaciones y toda exigencia laboral legal del país. Al contrario, el trabajo informal es la actividad laboral que se realiza sin un contrato, por lo que debe estar al margen del control fiscal y quien la realiza no tiene protección social por parte del Estado, ni goza de estabilidad económica, aunado la incertidumbre de estar o no ejerciendo un trabajo ilegal, aun cuando no realice actividades ilícitas según la ley.
Para Varela, Castillo y Ocegueda (2013:113), la formalidad e informalidad del trabajo es una dualidad resultado de una estructura productiva dual, donde la informalidad es un “fenómeno preponderante debido a que en los últimos años ha manifestado un crecimiento que pone en discusión los esfuerzos en materia de política de empleo tanto en el ámbito nacional como en la esfera regional”. El dualismo que puede explicarse según diversos enfoques teóricos, entre ellos desde el punto de vista de dos segmentos del mercado (tradicional y moderno, a la vez complementarios y en pugna), donde son evidentes las diferencias salariales y de bienestar, porque en ambos casos y por múltiples factores socioeconómicos, no hay satisfacción de la oferta y demanda laboral.
De igual manera Borja (2015), estima que el origen del trabajo informal es estructural, pues la economía de algunos países no tiene la capacidad para absorber la mano de obra en crecimiento (Oferta/demanda), en consecuencia, hay un alto porcentaje de población económicamente activa (Mano de obra no calificada a quienes falta preparación), sin oportunidades de empleo en el sector formal de la economía, y para poder subsistir, crea fuera las estructuras de la economía formal, una serie de actividades de autoempleo, en su mayoría de baja productividad y al margen de la ley, porque para el Estado es imposible controlarlas y para sus actores es muy costoso cumplir exigencias legales como registro de la actividad, pago de impuestos, patentes, regulaciones laborales y de seguridad social, entre otros; cuyos costos agotarían los beneficios que obtienen con su trabajo.
Los motivos discriminatorios afectan personalmente a las mujeres y repercuten en su entorno socio-familiar, porque como lo explica Barba (2011), muchas de ellas se han visto en la imperiosa necesidad de convertirse en el eje central de su vida familiar, por lo que una opción compatible con las responsabilidades de su rol de género (Mujer, madre, trabajadora, esposa), es el trabajo informal.
Se infiere de los planteamientos de Barba, que por motivos de género, la mujer se ve presionada a una opción de trabajo compatible con su rol dentro de la familia, como lo son empleos informales, a tiempo parcial, temporales, discontinuos, precarios en cuanto a condiciones de seguridad en el sitio de trabajo, remuneración y seguridad social, como también que sus carreras profesionales, se vean interrumpidas frecuente y prolongadamente por razones del rol reproductivo, maternal y matrimonial implícito.
De esta manera, Delgado de Smith (2011) da otro enfoque a lo que ha sido la discriminación de la mujer en el ámbito laboral formal; por lo que es evidenciado de la siguiente manera:
En el mundo las mujeres han sido objeto de desigualdades porque se ha considerado que ella es más útil en los espacios del hogar y no en los espacios de lo público, del poder y la toma de decisión. Si bien es cierto que se han dado avances importantes aún persisten desventajas en lo que significa su participación en el trabajo, en especial si se trata del trabajo protegido y productivo.
Como en el pasado, el trabajo de las mujeres ha estado signado por desigualdades, ausente de oportunidades y no facilitadoras de su desarrollo. En el presente siglo, este escenario no se ha podido superar, por el contrario, se profundizan las brechas salariales y el aumento de empleo en situación de precariedad, con lo cual el manto de la pobreza femenina se incrementa. (p. 79)
De esta manera, en razón de su género, las mujeres tienen menos oportunidades de acceso a empleos lucrativos, de contratos de trabajo formal a tiempo completo, de cargos de mayor nivel y remuneración, de beneficios y posibilidades de desarrollo personal y profesional, como también de recursos de producción, créditos, tecnologías y propiedad, al estar al margen del mercado.
Siguiendo este orden de ideas, el eje central de esta investigación gira en torno a analizar el trabajo de las mujeres en el sector informal que se evidencia en la Urbanización San Jacinto en Maracay, Estado Aragua; con el propósito de poder así evidenciar todos aquellos factores que las motivaron a participar en este sector de la economía.
De esta forma se comprende que las actividades comerciales del sector informal son definidas por Chen (2012) como “la producción y al empleo que tiene lugar en empresas pequeñas o no registradas y no constituidas en sociedad de capital.” Por
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