¿Tienen las mujeres el derecho a interrumpir embarazos no deseados?
Enviado por Ledesma • 7 de Febrero de 2018 • 7.845 Palabras (32 Páginas) • 600 Visitas
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Si el derecho sobre el propio cuerpo no es fundamento sólido para justificar, por sí solo, el aborto, aún menos lo es el fundamento de la libre decisión, sin más, de la madre. La decisión, como tal no puede convertir en buena o mala una acción, porque su bondad o malicia no reside en que la decisión sea libre, sino que eso es, precisamente, lo que se supone (si la decisión no fuera libre, la acción que de ella emana no se podría calificar como buena o mala moralmente hablando). Y desde el punto de vista legal ocurre lo mismo: legislar supone poner orden a acciones humanas libres, es decir, fruto de decisiones (legislar no es dirigir seres irracionales), y por eso no se puede procesar a un sujeto si la acción no fue libre. Por tanto, la legislación no se puede limitar a reconocer decisiones de las personas, sin más, porque eso es, precisamente, lo que supone.
Hay dos perspectivas a partir de las cuales se puede juzgar la moralidad de la ley que penaliza el aborto: una en términos de los efectos o las consecuencias que tiene la ley, y otra en términos de que la penalización del aborto puede, y de hecho así sucede, infringir los derechos de la mujer.
Los juicios que hagamos acerca de la moralidad del aborto dependerán esencialmente de cómo concibamos qué es un ser humano y qué le da un valor especial a la vida humana.
Los derechos morales básicos son aquellos que tienen todas las personas, frente a aquellos que dependen de circunstancias particulares, como por ejemplo las promesas o los contratos legales. En general se admite que los derechos morales básicos de las personas incluyen el derecho a la vida, a la libertad, a la autodeterminación y a estar libre del daño corporal. La prohibición de abortar parece violar todos estos derechos básicos. La vida de la mujer corre riesgo al menos de dos maneras. Donde el aborto es ilegal, a menudo las mujeres intentan abortar de forma ilegal y arriesgada. Muchas otras mujeres mueren por embarazos no deseados cuando no pueden abortar, o cuando se sienten presionadas a no hacerlo. Por supuesto, también los embarazos voluntarios entrañan algún riesgo de muerte, pero a falta de coerción no suponen violación alguna del derecho de la mujer a la vida.
Los que están a favor del aborto siempre dicen «derecho de la mujer a controlar su cuerpo». Si la mujer tiene el derecho moral de interrumpir los embarazos no deseados, la ley no debería prohibir el aborto. Pero los argumentos a favor de este derecho no resuelven enteramente la cuestión moral del aborto. Pues una cosa es tener un derecho y otra estar moralmente justificado el ejercicio de ese derecho en casos particulares. Si el feto tiene un derecho a la vida pleno e igual, quizás el derecho de la mujer a abortar sólo debería ejercitarse en circunstancias extremas. La discusión del tema seria si la madre tiene derecho de decidir sobre ese nuevo ser, estará dentro de su cuerpo pero no le pertenece, dentro de este contexto ¿quien aboga por el?, de quien es la responsabilidad de hacer los valores de que el niño tiene derecho a vivir, en este sentido los derechos que cada ser humano tiene son contradichos ya que no benefician de igual forma a todos (en este caso al feto y ala madre).
El derecho a la vida es la base de todos los demás derechos, sin éste, todo esfuerzo por obtener los demás derechos y libertades seria como ir en busca de nada, si todo ser humano tiene derecho a la vida por que negárselo, por que decidir sobre el, cuando una mujer quiere interrumpir un embarazo , se podría decir que piensa de una forma egoísta ya que solo ve sus propios intereses y en ningún momento se preocupa por la vida de su hijo, entonces si estamos a favor del aborto estaríamos rechazando el principio de que todo ser humano tiene derecho a la vida, sin duda el aborto es un tema muy difícil pero los problemas colectivos que tocan la conciencia de cada individuo se vuelven sumamente difíciles de solucionar, especialmente cuando existen distintas posturas al respecto y es casi imposible poder llegara un acuerdo. No es fácil solucionar conflictos éticos y establecer prioridades entre ellos, pero sí existe un consenso con respecto a la necesidad de aceptar excepciones bien justificadas a la hora de aplicar estos principios.
La polémica de los derechos humanos de la madre y del niño se contradice y debido a esto podríamos preguntarnos si ¿los derechos de la madre son mucho más grandes que los del feto o los derechos del feto tienen que estar por encima de los de la madre? Pero al sobre poner los derechos de una persona sobre otro se estarían violando otros.
A menudo se enfoca la cuestión del aborto como si sólo fuese una cuestión relativa a los derechos del feto; y a menudo como si fuera sólo cuestión de los derechos de la mujer. La negación de un aborto seguro y legal viola los derechos de la mujer a la vida, a la libertad y a la integridad física. Con todo, si el feto tuviera el mismo derecho a la vida que la persona, el aborto sería todavía un acontecimiento trágico, difícil de justificar excepto en casos extremos. Así, incluso aquéllos que están a favor de los derechos de la mujer deben preocuparse por el estatus moral del feto. Sin embargo, ni siquiera una ética del respeto a la vida impide toda acción de matar intencionada. Cualquier acción semejante requiere justificación, y de algún modo es más difícil justificar la destrucción deliberada de un ser sensible que la de un ser vivo que no es (todavía) un centro de experiencia; sin embargo, los seres sensibles no tienen todos los mismos derechos. La extensión de un mismo estatus moral a los fetos amenaza los derechos más fundamentales de la mujer. A diferencia de los fetos, las mujeres son ya personas. No deberían ser tratadas como algo inferiores cuando se queden embarazadas.
El aborto constituye un problema de responsabilidad por que esta implica poner fin a lo que podría ser una mala calidad de vida pero también seria acabar con la responsabilidad fácilmente de individuos que tuvieron relaciones sexuales de forma negligente. Pero en el caso de que haya sido una violación ese nuevo ser no fue el causante del problema y no es correcto que se le trata de esa manera, tal causa no justifica que le nieguen el derecho de vivir. La vida se debe respetar, independientemente de las circunstancias en las cuales se conciba al ser humano. No es válido hablar de que el aborto, en casos de violación, es la excepción al principio general del derecho a la vida.
El aborto en su contexto social.
El problema del aborto debe ser afrontado en estrecha relación con el conjunto de factores que caracterizan al hombre y a la sociedad actual. El aborto no constituye hoy la
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