El organismo de la mujer sufre intensas modificaciones durante el embarazo
Enviado por Rimma • 6 de Diciembre de 2017 • 9.270 Palabras (38 Páginas) • 582 Visitas
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Consecutivamente identificados los diagnósticos, se elaboraron Planes de Cuidado Enfermero de acuerdo al formato PLACE de la Secretaria de Salud, apoyados de las taxonomías NIC (Nursing Interventions Classification) para establecer las intervenciones y actividades sugeridas para la solución y/o reducción de los problemas potenciales identificados en los diagnósticos enfermeros: y NOC (Nursing Outcomes Classification) para seleccionar los resultados que se esperan obtener, los cuales se miden objetivamente a través de indicadores y la descripción de una escala de medición tipo likert con puntuación de 1 a 5 o de 5 a 1.
Los PLACES desarrollados dentro del caso de integración son de diagnósticos reales, psicológicos, potenciales y de bienestar. Cada intervención utilizada cuenta con su fundamentación científica, la cual hace énfasis en por qué fue seleccionada para el tratamiento de determinado diagnóstico y al mismo tiempo resaltar la importancia de su aplicación dentro de una hemorragia obstétrica.
Para la realización del presente trabajo se realizó la búsqueda de material académico que permite conocer las características anatomofisiologicas que se debe esperar estén presentes en la paciente y a su vez identificar anormalidades de esas características que pueden existir durante la hemorragia obstétrica postparto.
- MARCO TEORICO
La muerte materna se subdivide en dos grupos: a) muerte obstétrica directa, es la muerte materna debida a complicaciones obstétricas del estado grávido-puerperal por intervenciones, omisiones, tratamiento incorrecto o una serie de eventos resultantes de los anteriores como pueden ser hemorragia, preeclampsia-eclampsia, infección, anestesia, etc. y b) muerte obstétrica indirecta es la muerte materna resultante de una enfermedad preexistente o que se desarrolla durante el embarazo no debida a causas obstétricas directas pero que fue agravada por los efectos fisiológicos del embarazo.[5]
Existe la Norma Oficial Mexicana 007 SSA2 1993[6]para la Atención de la Mujer durante el embarazo, parto, puerperio y del recién nacido. Criterios y procedimientos para la prestación del servicio. La cual establece que se deberá proporcionar un mínimo de tres consultas, con una periodicidad que abarque el término de la primera semana (para el primero), y el término del primer mes (para el tercero); el segundo control debe realizarse dentro del margen del periodo, acorde con el estado de salud de la mujer; se vigilará la involución uterina, los loquios, la tensión arterial, el pulso y la temperatura; se orientará a la madre en los cuidados del recién nacido, la lactancia materna exclusiva, sobre métodos de planificación familiar, la alimentación materna y acerca de los cambios emocionales que pueden presentarse durante el postparto.
Cronología de la muerte materna[7]
La muerte materna dentro de la historia de la humanidad ha dejado una gran huella, puesto que ha existido desde tiempos remotos. Hasta el Siglo XVII la muerte de la mujer durante el parto era una situación natural, casi esperada, inherente a su propia condición y función en la sociedad y el matrimonio; un evento que venía con la esencia de la mujer, sino lograba superarlo, era sustituida por otra mujer, para realizar la procreación y no existía algún problema.[8]
La creación de programas de salud pública para mejorar la salud de mujeres, incluyendo la de los niños, se da en Europa a finales del siglo XIX puesto que los gobiernos percibían a las mujeres y a los niños como una fuente para alcanzar sus metas económicas y políticas, ya que asumían la mala salud de los niños como una amenaza para lograr sus aspiraciones militares y culturales, en particular en Francia y Gran Bretaña, países que tuvieron dificultades para reclutar soldados para la guerra.
Para el año de 1919 la Organización Internacional del Trabajo propuso algunas normas desde el punto de vista jurídico para proteger a las mujeres durante la maternidad en el trabajo, generadas por movimientos obreros y de agrupaciones de mujeres. En los años treinta, el diario New York Times publicó artículos sobre la mortalidad materna y en 1938, se supo que 60 organizaciones locales del Reino Unido proclamaron una Carta de Derechos de la Madre.
En 1948, dentro de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se dispuso que en las etapas de maternidad e infancia debieran tener derecho a cuidados y asistencia especiales y en ese mismo año la Organización Mundial de la Salud en su Constitución estableció el objetivo de promover la salud y asistencia materna e infantil.
En 1966, dentro del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se aclaró que a las madres trabajadoras se les debe conceder licencia con remuneración o con prestaciones adecuadas de seguridad social.
En 1987, durante el marco del 5º Encuentro Internacional Mujer y Salud, diversas organizaciones acordaron dedicar un día a la Acción por la Salud de las Mujeres con la finalidad de trabajar para solucionar el problema de la mortalidad materna. En ese mismo año surgió la iniciativa “Por una Maternidad sin Riesgos” como una preocupación de la ONU y de organismos no gubernamentales que evidenciaron el fracaso de los programas materno-infantiles en la reducción de la muerte materna.
La mortalidad materna, como tema prioritario, surgió en los años noventa. Por ejemplo, en la reunión del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, llevada a cabo en el año de 1993 en Bolivia, se reconoció la inquietante situación de los derechos de la mujer con relación a su salud reproductiva, sobre todo a la mortalidad materna. Cabe señalar que, en esos años, ese país tenía la cifra más alta de mortalidad materna en América Latina, atribuida a abortos ilegales y a la falta de asistencia médica.
Sin embargo, fue hasta el año 1994 cuando se acordó realizar una conferencia con financiamiento de las Naciones Unidas, organizada por una Secretaría compuesta por la División de Población del Departamento de Políticas e Información Económica y Social y en conjunto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), llevada a cabo en la ciudad del Cairo, donde hubo un total de 179 gobiernos los que participaron en las negociaciones para el Programa de Acción en el área de población y desarrollo para los siguientes 20 años; fue ahí donde se acordó que la población y el desarrollo están indisolublemente unidos.
En la Cuarta Conferencia Mundial sobre
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