Desarrollo y Consumo Sostenible en el ámbito Económico

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Con referencia a las estrategias globales, demandan la resolución de tres desafíos: la identificación de los proyectos correctos; la elaboración de planes complejos que involucrarán a los sectores público y privado, estos son de carácter muy importante ya que no solo se aplica a los límites de una nación, pues el actuar debe de ser internacional; La tercer estrategia es una buena estructuración de la financiación. Para tener éxito, los gobiernos tendrán que ser muy eficaces en la planificación, presupuestación e implementación de proyectos a largo plazo.

Se debe entender que el mundo necesita inversiones masivas en energía no contaminante, en la adopción de vehículos eléctricos y una mayor rapidez en la reducción del uso de vehículos con motor de combustión interna. Los mercados financieros están al servicio de dos objetivos decisivos: encauzar ahorros hacia inversiones productivas y permitir a las personas y a las empresas gestionar los riesgos mediante la diversificación y los seguros.

La clave para la resolución de estos problemas desde el punto de vista macroeconómico son unos mercados financieros eficaces, pues estos deberían encauzar más ahorro mundial; desde los países de renta alta con perspectivas de crecimiento relativamente flojas a largo plazo, hasta las regiones de renta baja con perspectivas de crecimiento relativamente fuertes.

Para aprovechar los beneficios de esas nuevas tecnologías en escala y evitar las inversiones que agraven las crisis medioambientales en cadena, el sector financiero tendrá que entender cómo remodelarán los ODS el panorama inversor. Ha llegado la hora de adoptar el concepto de inversión de verdad a largo plazo, lo que requiere hacer acopio de la capacidad del capital movilizado por las instituciones para apoyar las oportunidades de inversión que garanticen un futuro sostenible para todos. Los dirigentes financieros deben hacer participar también a los ciudadanos (los ahorradores) en la transición a una economía mundial más justa y sostenible, lo que significa fomentar la inversión responsable adoptando los máximos niveles de gestión prudente: por ejemplo, obligando a las empresas a cumplir ciertas metas de sostenibilidad con sus carteras de inversión.

En la actualidad se encontró que el comportamiento del consumidor todavía es dictado principalmente por el precio, la calidad y la conveniencia, y no por el origen de los productos y el contenido de sostenibilidad. Esta actividad es la que debemos cambiar y empezar a concientizar, considero que si las instituciones se proponen un verdadero cambio, este debe de empezar desde las esferas organizativas más pequeñas, a la par el hombre debe de organizarse buscando el mayor beneficio; el problema es que generalmente buscamos beneficios inmediatos ante los beneficios que a largo plazo serán mejores.

En los últimos siete años, hemos descubierto que la sostenibilidad es cada vez más un concepto dominante en la sociedad. La gente realmente entiende que su modo de consumir tiene un impacto sobre el medio ambiente y las cuestiones sociales. A la par, cada vez más personas están hablando acerca de la sostenibilidad, la comprensión de su significado y de su participación en la reflexión personal sobre el tema. Esta reflexión es muy importante, como gente de negocios, políticos y miembros de organizaciones de la sociedad civil necesitan tener una visión sobre lo que significa la sostenibilidad para ellos personalmente en el contexto de su familia y de su comunidad local.

Para hacer que se logre el proceso de cambio en todos los niveles, todavía tenemos mucho que hacer. De igual manera existen cambios sustanciales necesarios en ciertos aspectos de la forma en que organizamos nuestras sociedades, la política económica es un ejemplo. Comenzamos a poner en duda si los indicadores de una dimensión como el PIB son una medida buena del bienestar, y allí aumenta pruebas que no son. Estos nos indican que podría suceder una reestructuración total del sistema.

Cuando se comenzaron a mirar cuestiones de consumo, pensamos en consumo doméstico privado, consumo individual y consecución del gobierno, y entonces desarrollamos ideas sobre cómo estas actividades se podrían hacer más sostenibles. Pero la fijación de cadenas de suministro y la comunicación de ellos a consumidores no son suficientes. Debemos tener una visión más amplia, más sistémica porque el consumo es sólo una parte de nuestra vida, así que tenemos un equipo de trabajo para explorar el concepto de estilos de vida sostenibles. No debemos olvidar de preguntar qué aspectos del modo que vivimos causan la mayor parte impactos negativos involuntarios serios en la gente y el planeta.

Se considera que el desarrollo sostenible cuenta con un espectro de desencadenamiento muy amplio, efectivamente lo es, pero se ha dividido en tres conceptos para el mejor desarrollo como categorías superiores a la jerarquía. Conceptualmente el desarrollo sostenible considera tres aspectos fundamentales, Ambiental, Económico y Social; donde estos tres indicadores están estrechamente relacionados con el futuro de la humanidad, ya que de no encontrar el equilibrio necesario continuaremos encaminados a la destrucción de nuestro habitad ocasionadas por catástrofes ecológicas irreversibles.

Para que exista un buen desarrollo sostenible hay que definir e indagar acerca de las dimensiones en las que este se desenvuelve: La dimensión ambiental en el desarrollo sustentable cuida que el impacto de la actividad humana sobre un ecosistema no sea mayor a la capacidad natural que tiene éste de recuperarse. La dimensión económica en el desarrollo sustentable promueve que estas actividades sean rentables en el largo plazo mediante el uso razonable de los recursos naturales. La dimensión social en el desarrollo sustentable cuida que las actividades productivas de las comunidades estén en armonía no sólo con su entorno natural, sino también con sus costumbres y tradiciones.

Considero totalmente necesario el dirigir los esfuerzos de la investigación e innovación hacia el logro de tecnologías favorecedoras de un desarrollo sostenible, esto a pesar de las diferencias entre los Estados mayores, pues se debe de buscar un bien global. Todo lo anterior, incluyendo desde la búsqueda de nuevas fuentes de energía al incremento de la eficacia en la obtención de alimentos, pasando por la prevención de enfermedades y catástrofes o la disminución y tratamiento de residuos, el diseño de un transporte de impacto reducido, etc.

La perspectiva de las empresas es una de las problemáticas más interesantes en este tema; las más grandes y exitosas empresas del mundo moderno ahora tienen detallado lo que es la