LA CONSERVACIÓN DEL SUELO “Una nación que destruye su suelo se destruye a sí misma”

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Cortinas rompevientos: Es una sucesión de árboles plantados en fila para proveer protección contra el viento, ayuda a prevenir la erosión eólica, y evitar la evapotranspiración destemplada.

Es importante aclarar que estas prácticas naturales mencionadas se realizan dependiendo las características del suelo, es decir que no en todo tipo de suelo se ejecutan

Y las prácticas mecánicas son:

Zanjas: son canales angostos, trazados transversalmente a la pendiente a un intervalo predeterminado. Ayudan a interceptar las aguas de la escorrentía para luego almacenarlas o evacuarlas en una forma controlada

Terraza: Es una práctica muy efectiva para controlar la erosión y es tal vez una de las obras más estéticas de todas. Sin embargo, por su costo alto costo y su requisito de suelos profundos, tiene una aplicación limitada a condiciones más específicas que las zanjas.

Canales de desviación: Se utilizan para interceptar, desviar y transportar el agua de escorrentía superficial, proveniente de las zonas altas de la cuenca a otras áreas donde no causen ningún daño a cultivos o a la infraestructura, protegiendo los cultivos o las zonas altamente erosionables.

Barreras de piedras: La barrera de piedra es un tipo de barrera de materia “muerta” (colocación de piedras sobre el terreno) puesta en sentido transversal en la pendiente, con el propósito de disminuir la velocidad del agua de escorrentía y a la vez propiciar la deposición de sedimentos gruesos.

Diques para el control de cárcavas:

Estas obras de control y recuperación tienen el propósito de proteger el corte de la cabecera de la cárcava (pequeño surco excavado por las aguas de escorrentía) y al mismo tiempo, reducir la velocidad del flujo de las corrientes

Muros de piedras:

Son muros que se elaboran recolectando las piedras del lugar donde se va a construir la obra, y cuyas dimensiones variarán en función del alcance del problema a resolver.

Al igual que las particas agronómicas se realizan dependido el tipo de suelo.

Teniendo en cuenta el objetivo de la conservación del suelo y las prácticas que lo fortalece, es necesario que cada uno de nosotros las pongamos en práctica y cuidemos el recurso suelo ya que gracias a él tenemos un ecosistema, tenemos un filtro que actúa para proteger el agua, el aire y otros recursos, nos ayuda a reducir ciertos gases químicos que nos afectan, recicla residuos orgánicos, actúa como un buen sistema distribuidor del agua, etc. Por esta y muchas razones más tenemos que aportar a la conservación del suelo y preservemos este gran recurso.

REFERENCIAS

Libros:

Casanova, E. (1991). Introducción a la Ciencia del Suelo. UCV. Caracas. Venezuela.

Delgado, Fernando. (1987). Prácticas Agronómicas de Conservación de Suelos SC- 63. CIDIAT. Mérida. Venezuela.

Páginas web

Visión agroecológica: http://visionagroecologica.blogspot.com.co

Portal de suelos de la FAO: http://www.fao.org/soils-portal/es