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Parecemos vivir en los mayores tiempos de esplendor, una época que dejo atrás un pasado limitado por el estancamiento, para dar pasó al nuevo mundo progresista que cada vez resulta ser más alterado por las nuevas tendencias que impone el mercado

Enviado por   •  13 de Abril de 2018  •  1.754 Palabras (8 Páginas)  •  619 Visitas

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importa lo innovador y el fácil acceso a las cosas.

Las necesidades dentro de la sociedad han aumentado y con estas las soluciones, el progreso permite un desarrollo y un avance dentro de cualquier campo en el que se desee implementar, con esto se puede entender el conformismo de los “intelectuales optimistas” que toman la idea del progreso como que estamos bien y vamos a estar mejor, “El optimismo es esencial para el progreso verdadero” (Nicholas Murray Butler) de esta manera el progreso ayuda a enfrentar cualquier problema, es por esto que se toma como solución frente a cualquier circunstancia, en cualquier campo que se tome, la idea es avanzar y no retroceder por lo tanto si el progreso se maneja de manera adecuada puede superar cualquier problema que puede traer y transformarlo.

Leibniz profesaba la creencia en el progreso, primero como aplicación del principio de continuidad, y segundo, como consecuencia del optimismo que le lleva a decir que «al fin y al cabo, todo conspirará a lo mejor, en general». Por su parte Kant nos dice que «mediante la lucha y el esfuerzo, todas las facultades humanas han de perfeccionarse, siendo, de esta suerte, el progreso moral la fuente de los demás, y que las conquistas de cada generación aprovechan a las generaciones venideras”. Es por esto que los optimistas apoyaban la idea de que los países en vía de desarrollo se tienen que condicionar a los desarrollados para lograr el camino al progreso.

Junto con los “intelectuales optimistas” nace la idea de transformar el pensamiento, la libertad de expresión y nuevas formas de ver el mundo, aplicando cada conocimiento a la mejora continua de la sociedad, con la idea de avanzar y dejar ese estancamiento de la época de la inquisición, surgen nuevos avanzas y de la mano la ilustración, donde surgen grandes pensadores como Descartes, Voltaire, Montesquieu, Rousseau, entre otros los cuales ayudaron a combatir la ignorancia y a cambiar la visión del mundo.

Dimensionando las problemáticas en pro y en contra del progreso, nos situamos en un punto intermedio, ya que consideramos que estos deben estar articulados para lograr un “desarrollo sostenible” que no condicione estas dos ideas al extremo, si no que al contrario se complementen entre sí para generar un equilibrio hombre-ambiente.

De un lado está la idea del progreso altamente desregulado, donde prácticamente “vale todo” en aras de obtener una ganancia, nosotros no estamos a favor pero tampoco en contra, queremos una regulación para que en medida de lo posible, nadie resulte afectado por las actividades que del desarrollo se derivan, creemos en la idea de que el progreso se debe manejar adecuadamente, con estudios previos que ayuden a identificar que posibles consecuencias puede traer y si son malas pues saber de qué manera se pueden evitar.

Está claro que las relaciones de dependencia y subordinación se concentran cada vez más, en los países “periféricos” “tercer mundistas” donde la idea de modernización es el único paso al progreso, las cuales solo se desvanecen en el predominio del capital extranjero condicionando un desarrollo desarticulado, desigual, vulnerable y marginado.

No haber permitido la incorporación de nuevas tecnologías limitaría el prolongado estancamiento, que ahora se ve afectado por un consumo desmedido, es aquí donde vemos la necesidad de un “desarrollo sostenible” el cual ayude a mitigar y evitar la destrucción irreversible, sin dejar de lado el avance, no siempre nos podemos quedar en lo mismo, siempre debe existir la idea de mejorar y ser cada vez mejor, por esta razón es que no desconocemos grandes evoluciones que han surgido gracias a este.

Dice un refrán que el que no conoce la historia tiende a repetirla, la libre expresión está por encima de todo. Hoy en día hasta la religión ha dejado de lado la supresión del conocimiento y apoyo la idea de la libertad de expresión, “En cuanto a lo que refiere a la libertad de expresión; cada uno no solo tiene la libertad, sino también el derecho y la obligación de decidir lo que piensa para ayudar al bien común” (Papa Francisco).

La autoridad en el “cómo pensar” impide un verdadero progreso, fue así como la opinión crítica se desprende de todo dogma y empieza a desplegar nuevas formas de ver el mundo, como lo refleja el esplendoroso siglo de las luces con pensadores como: Descartes, Voltaire, Montesquieu, Rousseau… los cuales ayudaron en los avances de la ciencia, de la tecnología, de la literatura, del arte, de las comunicaciones, generando así el verdadero progreso mediante la transformación del pensamiento, la idea de cambio y de mejora continua que permite la creación de nuevo conocimiento.

Finalmente tenemos la idea de que el mundo actual está todavía en progreso, nos encontramos en un mundo que busca nuevas cosas para mejorar, los medios de comunicación siguen en constante avance, ahora todo se maneja por medio de la Red, la cual se ha convertido en una herramienta indispensable para la humanidad la cual se ve como la nueva globalización de la cultura, pero la verdad no es lo único que queremos “cambiar nuestra mentalidad” si no también nuestro modo de vivir, ya que de esta manera estaríamos contribuyendo todos, no solo para salvar el planeta si no también para crear la conciencia de consumir de otro modo, La innovación está presente en muchas situaciones, pero está en nosotros mismos hacer buen uso de ella y empezar el cambio desde nosotros mismos.

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