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“EL MUNDO DE SOFIA” I N F O R M E

Enviado por   •  1 de Mayo de 2018  •  2.511 Palabras (11 Páginas)  •  343 Visitas

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Nada puede surgir de la nada

A partir de la teoría de los filósofos de Mileto surge la interrogante de cómo era posible que una materia se alterara de repente para convertirse en algo completamente distinto, denominándose problema del cambio.

Con en este pensamiento, surge un filósofo de origen Griego, Parménides 510-460 antes de Cristo; cuya teoría era que todo lo que hay ha existido siempre. “Nada puede surgir de la nada” sostenía Parménides, también sostenía que la existencia de algo tampoco puede llegar a convertirse en nada. Lo cual si lo comparamos a las teorías actuales, se asemeja mucho a los que es la Teoría de la Conservación de la Masa, que establece que la materia no puede ser creada ni destruida, esta solo se transforma. Parménides, consciente de los cabios que observaba en la naturaleza y que no concordaban con lo que le decía la razón se vio obligado a elegir entre los sentidos y la razón; y optó por la razón, por lo que Parménides no daba crédito a la frase “No lo veo, no lo creo”, pues aunque lo viera no lo creía ya que le daba más importancia a la razón que a lo que veían sus ojos, lo que conocemos como racionalismo.

Todo fluye

Paralelo a la teoría de Parménides surge Heráclito 540-480 antes de Cristo de Efeso en Asia menor. Contario a la teoría de Parménides, él confiaba más en lo que le decían sus sentidos, aseverando que todo fluye, todo está en movimiento y nada dura eternamente, ejemplificando su teoría con el hecho de que nos podemos bajar al mismo río dos veces, pues al hacerlo por segunda vez, no el río ni yo seremos los mismos porque ambos estamos fluyendo contantemente. Es así que a partir de esta teoría que comúnmente escuchamos frases y expresiones tales como “sino tuviéramos hambre, no buscaríamos la comida”, “sino hubiera un constante juego entre dos contrastes, el mundo dejaría de existir” ya que él señaló que el mundo está caracterizado por extrañas contradicciones. Menciona también que dios es día y noche, más no refiere a dios como los dioses míticos; para él, dios es algo que abarca todo el mundo y que muestra la naturaleza llena de contrastes y constantes cambios. A todo esto él lo llamaba “dios” o “logos”.

Algo de todo en todo

Encontramos otro de los filósofos que no se complacía con la teoría de que un solo elemento podía convertirse en todo lo que podemos apreciar en la naturaleza, este filósofo fue Anaxágoras 500-428 antes de Cristo. Tampoco aceptaba que tierra, agua, fuego o aire pudieran llegar a transformarse en hueso y sangre, su teoría aseguraba que la naturaleza se conformaba de piezas minúsculas invisibles al ojo, a las cuales llamaba “gérmenes” o “semillas”. En su filosofía también imaginaba una fuerza superior capaz de poner orden, creando así animales y humanos, flores y árboles, a la cual denominó “espíritu” (nous).

A pesar de ser el primer filósofo de Atenas vino de Asia menor. Fue acusado en Atenas de ser ateo. En su teoría define al sol no como un dios sino como una gran masa ardiente, se interesaba entre otras cosas por la astronomía y después de haber estudiado un meteorito, aseguraba que los demás planetas estaban hechos de la misma materia que la tierra.

Teoría atómica

Aquí entra en juego el filósofo Demócrito 460-370 antes de Cristo, proveniente de Abdera al norte del mar Egeo, considerado el último gran filósofo de la naturaleza.

Demócrito asentía estar de acuerdo con los filósofos referidos anteriormente a que los cambios en la naturaleza no es porque realmente cambiaran, él coincidía en que todo estaba construido por pequeñas e invisibles piezas las cuales tenían que ser eternas e inalterables, denominándolas “átomos” (indivisible o que no se puede dividir), afirmando así la teoría de Parménides.

Aseguraba además que dichos átomos, no podían ser idénticos entre sí, sustentando su teoría en que si esto no fuera así no existiría diversidad, de plantas, animales, color e incluso no habría diferencia entre el pelaje de los animales y el pelo humano.

Aquí en su teoría ejemplifica, que al suceder la muerte de un árbol o de un animal, sus átomos se dispersan y pueden utilizarse de nuevo en otros cuerpos. Es así que actualmente se afirma como correcta la Teoría atómica de Demócrito, sin embargo la ciencia ha demostrado que los átomos si son divisibles en partículas esenciales, las cuales conocemos como: protones, neutrones y electrones. A esta teoría se le conoce como materialista.

Ciencia de la historia y ciencia de la medicina

En la época en que los filósofos Griegos dieron inicio a una nueva forma de pensar, surge la ciencia griega de la medicina, cuyo objetivo era encontrar explicaciones naturales a las enfermedades y a los estados de la salud.

Surge Hipócrates, nacido en Cos hacia el año 460 antes de Cristo, a quien se le conoce como el fundador de la ciencia griega de la medicina.

Según la teoría de Hipócrates, la protección más importante contra las enfermedades era la moderación y una vida sana. Es de esta forma que se visualiza la enfermedad como un desequilibrio físico o psíquico “Una mente sana, es un cuerpo sano”. Hoy en día se escucha hablar mucho de la ética médica, por ejemplo: un médico no puede divulgar lo que, en secreto profesional, un paciente le revela en la consulta, todo esto tiene sus raíces en Hipócrates y es de ahí que surge el juramento Hipocrático o de Hipócrates.

Sócrates

Sócrates 470-399 antes de Cristo. Denominado el personaje más enigmático de la historia de la filosofía y con más influencia sobre el pensamiento europeo; lo que se conoce de él es a través de los relatos de su discípulo Platón. Como filósofo no escribió nunca nada, de apariencia poco agraciada pero se decía que interiormente era un ser maravilloso. Es a través de Platón que Sócrates ha inspirado a los pensadores de occidente durante casi as de 2500 años. Era su arte de conversar la esencia propia de Sócrates. Personaje que no se inclinaba a la enseñanza, sino que al aprendizaje de las personas, en el transcurso de la conversación, lograba que las personas vieran los fallos de su propio pensamiento, logrando asé que éste pudiera darse cuenta de lo que era bueno y lo que era malo. Su filosofía radicaba en que el verdadero conocimiento proviene del interior de cada persona; los obligaba a utilizar su sentido común, aparentando

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