ENSAYO “DE UNA NUEVA PERSPECTIVA HACIA LA INVESTIGACION”

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Pero bueno, no me quiero extender mas en ese análisis sino únicamente enfocar los puntos que en este escrito me competen desarrollar. Resalto entonces la posibilidad de que una norma ha sido desacatada por una conducta antijurídica y punible de un sujeto, pero el paso a seguir es el más bonito de todos, y lo digo así porque de este actuar se resalta el principio que hoy por hoy todos los Estados y todas las sociedades buscan; el principio de materializar justicia. Pero, ¿Cómo se hace? , existiéndose un procedimiento adecuado, fijándose a las normas formales y siempre bajo los demás principios que compete la ciencia del derecho en la dogmatica jurídica.

Es aquí donde vuelvo a tocar el tema con el que inicie mi ensayo, las perspectivas de una investigación. Pues bien, en un efecto criminalística, donde se ha identificado un actuar delictuoso y se procederá entonces a esclarecer hechos y actores materiales e intelectuales, también objetivizando el móvil del hecho, procede un cuerpo investigativo a analizar cada detalle que a ellos les otorga las escenas protagonistas, y a posteriori, seguir determinando nuevas pruebas y hechos que los conduzca a una verdad, a una verdad justa y eficaz.

Y es entonces lo que yo destacaría como los principios básicos de una investigación para poder acceder a una verdad.

Como base seria el análisis cognoscitivo que debe de realizar el perito encargado de la investigación, pero un análisis ni tan profundo ni tan superficial, no basándose en presupuestos sino en razonamientos, para poder llegar a las conclusiones. En la buena investigación, no puede impregnarse de ideas vagas y ad absurdum sensu, que no harían más que llevarlo a tomar decisiones dañinas para el proceso y para la sociedad. No puede ser un investigador propio de la ignorancia, que por acción u omisión, pueda perjudicar la manera como se lleva el proceso e inclusive pueda perjudicar a la hora de enjuiciarse algún sujeto que injustamente se le relaciono con los hechos.

La esencia de la criminalística, debe encontrarse en la cualidad que por naturaleza es inherente al ser humano: la cualidad de razonar, intelectualmente y deductivamente, partiendo de premisas a veces minúsculas, a veces mayúsculas, que lo lleven a concluir hasta con los casos más difíciles que se puedan presentar. En la plena investigación hay un acto que no se puede pasar en alto, el acto de observar, pero no observar por observar, sino observarse analíticamente, cada espacio, en cualquier tiempo y lugar, convirtiendo ese observar sub judice al proceso cognoscitivo con las demás bases que se posean de conocimiento y junto con la capacidad de análisis para procederse entonces en la toma de decisiones que como ya dije, sean acertadas y no sean A Contrario Sensu de la realidad.

Otro principio es el de la perspicacia. El investigador o perito no puede guiarse por las simples apariencias, sino que tiene que darles sentido y concordancia con cuanto sucedo puede observar, siempre relacionándolo con la realidad y resaltando detalles que aunque sean minúsculos y a veces absurdos, puedan esclarecer los hechos.

Razonar, intelecto, deducción, experiencia, observancia, realidad social y perspicacia, son a mi juicio verdaderos pilares de una buena investigación.

Y todo este proceso, todas estas normas de las cuales no debería de separarse una buena investigación, un buen proceso, un buen actuar del perito, nos lleva entonces al cumplimiento de la teleología del Estado Social de Derecho; materialización de justicia. No podemos cometer los errores que se pueden observar en la lectura de Los Crímenes de la calle Morgue, del mismo autor al que he citado al inicio de mi ensayo, donde una limitada observación de los hechos, mas una serie de difusos relatos por parte de los testigos, y poco interés, sobretodo poco ANALISIS de todo el entorno en contexto que dejo el crimen perpetrado, conlleva a decisiones desacertadas, de errores jurídicos y sobretodo sociales, que lo único que conllevan es a una falsa justicia y a una agresión a la sociedad.

Lo que quiero significar por último, es que el investigador, quien a fin de cuentas tiene las prerrogativas de otorgarle al juez las herramientas para que este falle a favor o en contra de los supuestos sindicados, tiene que ser como lo que yo catalogaría, un supremo analista. No tiene que ser mediocre ni mucho menos ignorante, tampoco debe ser lógico, pues a veces apegarse a reglas formales lo pueden llevar a cometer errores, que no son para nada justificables a la hora de quererse materializar una justifica valida y eficaz.

La razonabilidad del individuo, como pilar de desarrollo de la inteligencia y del modo de pensar deductivamente, siempre partiendo de premisas reales imaginables, y no de fantasías absurdas, podemos llegar a concebir una plena investigación, valorar en sentido tácito las pruebas incautadas y así formular hipótesis acertadas en pro a una consumación de una realidad fáctica del hecho al que se le atribuyo la investigación.