El problema de la educación

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Y es muy claro ahora podemos ver que la educación en México, no es nada favorable para los jóvenes que pretenden ingresar a una escuela de nivel medio superior, puesto que hoy día no se ve que “la vida es representada como una carrera por un estadio como un esfuerzo desde un primer momento hasta un último momento, es decir, cadena de haceres, ya que la vida no es un estar ahí y ya, sino un recorrer cierto camino”[6] en el cual la vida que elegiremos, viene hacer una camino individual, sobre todo cuando se tiene que empezar a tomar decisiones en la vida.

Por otra parte las instituciones públicas cada vez son menos que las instituciones privadas, esto quieres decir la privadas a indo aumentado cada vez más, lo cual significa que la educación se ha vuelto una negocio una mercancía, ya no se ve una especialización como una manara de la formación del hombre, se reduce a mera mercancía, las carreras han perdido su significación, porque si bien es cierto anteriormente se entendía por carrera “los esquemas sociales de la vida en que predomina el hacer espiritual, intelecto, científicos; voluntad, políticos, hombres de acción; imaginación, poetas, novelistas, dramaturgos y oficios a aquellos que predomina el hacer de la mano de obra”.[7]

En la mayoría de los casos la educación va de acuerdo a una época, de acuerdo a una sociedad en la cual se platean modelos en caminados a los intereses de un sistema económico que regula los modelos educativos. Este sistema ya no vela por la dignidad de los demás, ni por lo humano, más bien ve al hombre como mercancía en la cual generará más riquezas y más que mercancía la ve como una máquina de producción. Que lo único que le interesa es hacerse de cosas, pero esto no es meramente de la persona, sino de la sociedad y avances técnicos en los que se encuentra envuelto. De tal modo que conserva la mundialización, pues lo que pretende ahora es establecerla como una humanización que ciertamente solo enajenara más al hombre con su dulce cobija de tecnología.

Y es lo que pasa hoy en día, pero no solo podemos culpar a los avances tecnológicos. Sino que el conflicto radica ciertamente en el hombre que no ha sabido cómo utilizar este gran conocimiento más que para producir y como ya lo he mencionado antes esto es a partir de que solo se ha aceptado un método de educación que no se pone en cuestionamiento, pues nadie quiere decir todo, ya que está condicionado por su trabajo, oficio o su sociedad.

Sin embargo para que el hombre práctico de hoy se encuentra en la necesidad de replantearse los modos educativas de su tiempo con miras a un reacomodo de su mismo sistema político y social, que le permitan adquirir cierta libertad de sí mismo, de su persona, en un sentido más humano con dignidad y valores morales que le permitan distinguirse como un ser ciudadano culto, educado, virtuoso, un ser que está en constante formación de sí mismo como persona de sociedad civilizada.

Tomar a la filosofía como paideia, entendida esta no como una disciplina, sino más bien como una guía formadora la cual incite a la reflexión tal como nos lo hace ver Eduardo Nicol en esta siguiente cita “educa a los educadores porque es una paideia que reflexiona sobre sí mismas cuando investiga al ser del hombre, y que por tanto incita a los educadores a mantener una actitud autocritica”[8], en este sentido la pregunta por el hombre es una de las preguntas universales que le atañe al mundo de la filosofía, por lo que de aquí que se tome a la filosofía como la formadora de los formadores, ya que estos predicaran con el ejemplo ante los educados.

Por otra parte que el formador se auto critique, se pregunte por su ser, implica el ejercicio del pensamiento, es decir de introduce al aprender a pensar y con ello va el manejo de los impulsos, que sería el cultivo de la razón y en este el equilibrio u el orden del hombre mismo, como ejemplo de educación a los jóvenes que serán instruidos.

Por ello la importancia que la escuela como formadora replante la dirección de las disciplinas adecuadas, que permitan guiar la vida del hombre, hacia los valores morales y estéticos (en el sentido de recobrar la poiesis), que haga del hombre un ser culto y creador de su propia vida.

En este sentido se impulsar los esfuerzos para preparar al que se está formando desde una posición en la que se debe tomar en cuenta que se prepara para enfrentarse a la vida social y que la sociedad necesita en cada momento ciertos tipos de servicios, ya que por lo tanto la formación de un estudiante no obedece a una necesidad individual, sino mas bien a las sociales, por ello que la educación del hombre debe procurar que el estudiante aprenda aquello que le ayudara a ser, manejarse en la vida, así como en la sociedad, sobretodo como un hombre culto y que se encuentra en una formación constante de su ser.

hoy en día es necesario pensar sobre la problemática a la que se enfrenta la educación y ver de qué forma se podría cambiar de rumbo si es necesario o sino que parte se le tiene atender para equilibrar la vida cultural del hombre tanto en sociedad, como individualmente, y si los valores han cambiado mirar la dirección hacia donde nos llevan, es decir preguntémonos por nosotros mismos, porque en la medida en que nos cuestionemos caminaremos con una guía hacia donde querremos ir, ya que el preguntar es una acto de libertad que permite elegir un rumbo, una dirección, hacia donde queremos o pretendemos llegar.

Bibliografía:

NICOL, Eduardo, Ideas de vario linaje, UNAM, (1990),

Inciarte, Esteban, Ortega y Gasset: una educación para la vida, SEP y Ediciones El caballito.

Jacques Derridad, La universidad sin condición, Trotta, (2002)

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