La antropología se podría definir como la ciencia que explora la diversidad biológica y cultural de la especie humana

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4.Reflexiona sobre cómo saludas a tu familia y a tus amigxs y por qué.

El saludo es una práctica social muy importante en nuestra sociedad española. No solo la tenemos presente en nuestro día a día (todos los días saludamos) sino que además constituye una norma social necesaria a la socialización. Saludamos para anunciar nuestra llegada, pero también para reconocer al otrx como persona y expresar nuestro deseo de reanudar o entablar una relación con ella. Durante el saludo se suele hacer conexión visual, intercambiar palabras y/o contacto físico. Eso hace que se cree un lazo con el/la otrx, un vínculo de intimidad (en diferentes grados). El hecho de no saludar también implica una carga social: no reconozco a esa persona y no quiero tener contacto con el/ella.

Personalmente suelo saludar a mi familia y amigxs con uno o dos besos en una y otra mejilla. Este gesto implica acercarse mucho a su rostro, y teniendo en cuenta que la proximidad impide tener a esa persona en el campo de visión, podemos conjeturar que también simboliza confianza e intimidad. Yo misma noto que no siempre estoy dispuesta a darlos: cuando estoy peor anímicamente prefiero preservar las distancias y saludar verbalmente o con un gesto. Esta situación también se reproduce con personas desconocidas, amigxs no muy cercanxs, o cuando hay un grupo de gente muy grande: los dos besos pueden llegar a ser ingratos si el contexto o la persona saludada no son compatibles con el intercambio sentimental que representan.

Sin embargo y de forma contraria, el saludo con dos besos también puede llegar a parecer insuficiente en ciertas ocasiones: si la persona es realmente importante (amigxs cercanxs, familiares muy queridxs…) y/o el contexto es especial (reencuentro…) los dos besos resultan demasiado mecánicos, rápidos y banales como para expresar la emoción del instante. En esos casos, si unx es valiente, puede ampliar los dos besos a un abrazo, o alargar el momento de saludo para hacerlo más íntimo.