La concepción Marxista señala que la religión aúpa la explotación y mantiene la alienación. Cómo rebatirías esa afirmación.

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El marxismo critica a la religión por propiciar y sobre todo por mantener la alienación, para entender esto veamos cómo define “alienación” la real academia española: Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición.|| Psicol. Estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad. ¿Es realmente verdad que la religión nos mantiene alienaos? El Marxismo dice que la religión debe ser suprimida porque lleva dentro de si esta alienación, el hombre religioso esta enajenado; esto se debe entender en el sentido de que para ellos Dios le quita al hombre lo que es en sí, le quita su identidad, lo vacía. El hombre se vuelve esclavo de Dios, porque renuncia a su libertad de actuar, se ve condicionado siempre a comportarse de la manera que a Dios le plazca, porque no solo el hombre le debe respeto y obediencia a Dios, sino que le ha donado su conciencia. Marx nos dice que la religión consiste en poner en Dios que es un ser fantástico y extraño el fundamento de la propia vida. Vaya, que barbaridad, no sé si Marx era muy iluso o descarado, pero eso me parece una total contradicción, porque lo mismo que el critica en la religión, es lo mismo que pide a cada hombre de la sociedad comunista, les pide que cambien de mentalidad y que le entreguen el fundamento de sus vidas. É ahí el problema y la lucha eterna, el marxismo siempre vera en la religión a su principal enemigo. Marx quiere que Dios no exista para hacer de si mismo un Dios, para hacer de él el único Dios. Por tanto para el Marxismo no es Dios quien da existencia a la persona, porque vivir por la gracia de Dios –dicen ellos- es vivir dependiendo de él, y el hombre no tiene por qué depender Dios, el cual si acaso ve nuestras miserias, no actúa.

Con lo ya lo mencionado, el Marxismo quiere llegar a esta frase de Feuerbach, “homo homini Deus” el hombre es un dios para el hombre, el hombre es el ser supremos. Porque estar sometido a la religión y a Dios hace que el hombre pierda todo su coraje y esa fuerza de trasformación, pierde la conciencia de grandeza que ésta dentro de sí. A pesar de todos los intentos que hizo el Marxismo por hundir a la religión, podemos concluir que fue en vano, y en vez de aclarar hizo todo lo contrario, se contrario más de la cuenta. Hoy podemos decirle al comunismo que es errónea la calumnia hecha a la religión, afirmando que mantiene la alienación. Y es que el cristiano no considera que esto sea así, no es verdad que el hombre sea esclavo de Dios y que viva sometiendo su conciencia a un ser “fantasioso y extraño” sino todo lo contrario, dice San Agustín “Dios es más íntimo a mí que yo mismo”, el hombre cuanto más este unido con Dios más libre es, y sabe discernir con mayor claridad, porque siendo Dios verdad le manifiesta a sus criaturas parte de su verdad. Marx mostro muy poca atención a la historia de la humanidad y principalmente a la de la Iglesia, en ella se narra y constatan numerosos actos de entrega libres y voluntarios, sin ninguna mancha de enajenación. En la frase de homo homini Deus hay un error garrafal y es que en el Marxismo no existe el hombre en singular sino como un ente genérico, ¿a qué hombre divinizamos? ¿A César, a Hitler, a Stalin...? ¿a todos? El problema se embrolla solo, nos encontraríamos en una pluralidad inconmensurable de dioses. Serían demasiados.

Al parecer el marxismo cae en continuos errores y contradicciones, muchas de sus afirmaciones son absurdas. Podemos decirle a Marx que sus argumentos carecen de veracidad y están poco afianzados. El Marxismo afirmaba que cuando la sociedad llegara al ápice de su transformación, es decir el comunismo, el hombre no tendrá necesidad de Dios porque la sociedad satisfará sus carencias. Hoy sabemos que el muro de Berlín ha caído y que el comunismo se va desgarrando en pedazos, y sin embargo surge el cristianismo con una fuerza y un vigor insospechable, la Rusia comunista poco a poco se abre al catolicismo, China se ve bombardeada por misioneros, y todo esto por qué, porque al final el hombre piensa.

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