Utopia de la paz paradigma de la guerra

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En Colombia el “Proceso de paz” que por cierto, puede que tenga unos ideales claros de a donde se quiere llegar con esto, pero tiene una mal designación del nombre o una concepción errada, ya que a lo que se puede llegar, no es una paz en Colombia, sino a la casi eliminación del grupo armado al margen de la ley que más conflicto causa en Colombia, denominado FARC.

Teniendo en cuenta la conceptualización inicial es posible decir que por más procesos que se hagan y por más incentivos que se den, la totalidad de desmovilizados nunca será la del cien por ciento, que el termino paz es una utopía porque en nuestro país existen otros grandes actores del conflicto.

En este caso esta utopía cumple una función esperanzadora porque como todo el país espera, después de este proceso se tiene pensado que sigan etapas de crecimiento y abundancia para toda la población comprendida dentro del territorio Colombiano porque la paz no es de unos es de todos y no solo pensar en “la paz” que se busca, sino plantear la pregunta de ¿Cómo se mantendría esto? Porque si esto no se plantea Colombia quedaría en términos de la patria boba.

Existe, por otro lado, una gran paradoja cuando los mandatarios nos hablan de paz, si bien, todos sabemos que son principios para esa utopía valores tales como honestidad y honradez y el término más acertado para el gobierno de Colombia es cleptocracia.

Esta grave problemática de corrupción y abuso del poder es para mí uno de los factores que más alimentan la guerra, esto, en favor de los corruptos y las oligarquías, se ha vuelto “el sistema” o paradigma de este país, algo que la gente del común ve como normal; un sistema en el que se tiene estigmatizado al político como corrupto; un sistema donde son pocos los verdaderos políticos y abunda la politiquería; un sistema donde el que intenta ser honesto y honrado lo amenazan y lo matan. El sistema de la más grave indiferencia social en la que nos encontramos hoy en día.

Para concluir , no se sugiere que el mal llamado “Proceso de paz” sea inservible, sino que no dará como fruto una paz como tal, porque como dije antes se necesitaría de un pensamiento sin perturbación e invulnerable hacia comportamientos violentos en cualquier ámbito, pero ciertamente esta pantalla política favorecerá aspectos como la economía, permitiendo la inversión de países o multinacionales que antes veían a Colombia como un lugar inseguro, adicional a esto los recursos destinados a la guerra con este grupo alzado en armas podrán ser enviados a sectores como salud o educación.

Después de ese proceso asociaran a nuestro país como una nueva Colombia de “paz” aunque simplemente sea una Colombia sin las FARC, con más seguridad de la población y sin el secuestro y la violencia generada por este grupo.

Es habitual ver que los colombianos pensemos y critiquemos pero en la medida en que no hagamos nada, seremos conformistas y este grave problema del mal uso del raciocinio para dar acción de solución sería para mí un último fundamento por el cual la famosa paz en Colombia es una utopía.

Por: Lina Virginia Muñoz Garcés.

Colegio Los Andes.

Grado: Once.