EL DERECHO EN LA MENTE DE SOCRATES
Enviado por Eric • 16 de Noviembre de 2018 • 1.780 Palabras (8 Páginas) • 340 Visitas
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Por otro lado, la preocupación por la ley, estaba engajado también en el fin filosófico. La filosofía designaba la categoría legislativa, su función y justificación; como lo expone Claude Du Pasquier que “La filosofía asignaba a la legislación el fin más elevado: las leyes debían conducir al hombre a la virtud oponiendo a las pasiones malsanas una sólida barrera.”[6]
Otro de los fundamentos trascendentales del pensamiento socrático era la proposición que hizo a los hombres de gobernarse a sí mismos. Esta era la base para lograr la virtud. Pensaba que si lográramos que nuestros complejos, resentimientos y demás emociones negativas, no afectaran a nuestros sentidos, y capacidad de actuar o no actuar, lograríamos en realidad la base de toda la vida humana: el autogobierno. Además, agregaba, que aquellos que lograran esto -el autogobierno- mostrarían indicativos de que son mejores que el resto y por lo tanto serían los más indicados para conducir a la sociedad. Es decir, serían, según este enfoque, los mejores los llamados a gobernar. En conclusión el principio fundamental era el autogobierno que determinaba el bien.
"El verdadero ser busca su perfección interior, el autogobierno, el aprendizaje continuo. En eso y solo en eso consiste el bien."[7]
Otra de sus contribuciones al pensamiento y raciocinio occidental fue su método de reflexión: la Mayéutica, es decir aquel método por la cual utilizando el diálogo y las preguntas se llega a la verdad. Llega a esta conclusión porque cree que las personas tienen el conocimiento de la verdad última dentro del alma, y que esta verdad para comprenderse, tenerse, sólo necesita de someterse a la reflexión consciente para salir a la luz. Para demostrar esto Sócrates plantea a través de una ficción la forma en que un esclavo ignorante puede llegar a la formulación del teorema de Pitágoras, demostrando así que el conocimiento está innato en el alma, en vez de ser implícito o inseparable de la experiencia.
Sócrates, por otro lado, creía en la existencia de normas absolutas y universales sobre lo que es correcto o no, "pensaba que la capacidad de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal se encuentra en la razón, y no en la sociedad". Creía en la existencia de un orden absoluto e universal que podía ser descubierto por medio de la razón, para el buen gobierno.
Resumiendo, la filosofía de Sócrates, proponía por un lado la búsqueda de un autogobierno; que en todo caso, los gobernantes deberían ser los mejores; el respeto a las leyes; y la creencia de la existencia de un orden absoluto y universal.
- Platón - Aristóteles
Estos autores están dentro del título:“El Derecho como participación en la idea de justicia”[8]
“El hombre es la medida de todas las cosas" dice Protágoras y con esto empieza otra revolución en el pensamiento occidental y otra visión del hombre, el mundo y sus normas.
Los sofistas, que eran errantes filósofos o profesores -Protágoras era un sofista -, criticaban los mitos tradicionales. El hombre sería el centro de todo. Sin embargo no creían en lo absoluto, por el contrario opinaban que todo podía ser discutido, efecto erróneo "señalando que no habían "normas absolutas" sobre lo que es correcto o erróneo"[9].
"El hombre es el centro de todas las cosas", y el hombre es cambiante, variable, por lo que lo bueno y malo no podrían ser actos estables, tal vez conceptos, pero no actos absolutos. Por lo tanto no pueden haber normas absolutas. Este tipo de pensamiento viene a romper la filosofía de la naturaleza que explica la existencia de normas absolutas y universales conocidas por todos por la razón. Además si el hombre es el centro de las cosas la valorización del bien y el mal estaban en relación directa con las necesidades del hombre.
Si el hombre es la medida de todas las cosas, entonces, él también es el centro de todo, y por lo tanto el centro de donde parten las normas. Sin embargo escribe [10] Melquiades Castillo, Protágoras “Afirma que la formación de las normas jurídicas no depende del arbitrio humano, sino que se apoya en el sentimiento de la justicia. No reconoce ni un derecho natural ni un derecho divino; y corresponde a la asamblea del pueblo, de acuerdo con las circunstancias del momento, el mejor ordenamiento jurídico conforme a lo justo.”[11]
Hay aquí una ruptura con las estructuras anteriores del orden. Este ya no vendría de la naturaleza, ni de la divinidad, sino del sentido de justicia, y es el pueblo el que decide el ordenamiento jurídico. Este pensamiento no surgió del azar, sino que se produjo por una especie de gran revolución, que luego de una serie de cuestionamientos dio como resultado la elaboración de una determinada forma de orden jurídico.
Como el hombre era el centro de todo, y el orden lo abarca todo, aparece la “idea de que el derecho como el orden de la comunidad, es una creación del hombre y una creación conforme con su naturaleza de que todos los hombres son iguales”[12]. Habían sin embargo otros argumentos más, pero una que caracterizaba a todos estos: la relatividad de las normas: “Lo que para Platón era característico de todos estos argumentos y que, desde su punto de vista, resultaba decisivo, era la tendencia general a hacer relativas las normas mismas que debían poseer una absoluta obligatoriedad.”[13]
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