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ENSAYO SOBRE ¿POR QUÉ LA GUERRA?

Enviado por   •  2 de Mayo de 2018  •  1.864 Palabras (8 Páginas)  •  427 Visitas

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El derecho fue originalmente fuerza bruta pues según Freud, debemos tener en cuenta el concepto de «la unión hace la fuerza», pues este nos lleva a concluir que la unión de varios débiles se produce para compensar el reconocimiento superior de la fuerza de un individuo, es decir, de la violencia de uno al derecho mediante la asociación de varios más débiles que se oponen a la violencia del individuo aislado. Así, el poder de la comunidad se convierte en el derecho. Pero para que esta empresa tenga un éxito rotundo, debe existir una unión de grupo duradera, pues de no ser así, aquel que primero se sintiese más fuerte que el resto, trataría de retomar el poder mediante la violencia. Es por esto que deben crearse una serie de leyes para evitar las rebeldías; pero partiendo de la base de que las comunidades están formadas por individuos de poder diverso, Freud llega a la conclusión de que las leyes están hechas por y para los dominantes[8]. Por ello, la idea que Einstein propone de un poder supraestatal se encuentra todavía muy alejada de la posibilidad de hacerse real, pues mientras la fuerza y los intereses sean lo que mueve al hombre, viéndose así sus decisiones influenciadas por factores externos, no existirán gobernantes capaces de «dictar sentencias de indiscutible autoridad»[9].

Así, entramos en un proceso de retroalimentación en el que la guerra es un problema, pero a la vez es la solución necesaria para acabar con una guerra, y si no se practica la violencia, no se puede acabar con la misma. Mediante la práctica de la propia violencia se consiguen ventajas personales, además de un aumento de poder por parte del ente que lleve a cabo esta guerra o esta violencia, o que simplemente la promocione mediante la fabricación y venta de armamento. Pero «existen pueblos cuya vida transcurre pacíficamente, y entre los cuales se desconoce la coerción y la agresión», y aunque a Freud le resultase difícil de creer, podemos hablar de un ejemplo bastante claro, Bután, un país en el que no se mide el PIB o PBI, si no el FIB o FNB (felicidad nacional bruta) como indicador principal de desarrollo.

«Todo lo que impulsa la evolución cultural, actúa contra la guerra», es la forma en la Freud acaba su carta. Siendo así, la educación, en especial sobre religión y moralidad, sería una gran solución, o una vía para el bien del mundo[10], llegando así a mejorar al hombre, evitando incluso las guerras civiles por motivos religiosos y/o sociales, la persecución de minorías étnicas, raciales, etc. y/o genocidios. El odio es consecuencia del miedo, y este a su vez, es consecuencia del desconocimiento o de la ignorancia. No podemos comprender al otro si no conocemos sus motivaciones, su cultura; incluso si no nos conocemos a nosotros mismo, no seremos capaces de conocer al otro. Y si practicamos la guerra, lo que se verá más afectado, pudiendo llegar casi a su completa destrucción, será la cultura.

La evolución cultural se convierte en la lucha vital de la especie humana, por lo que en ella estará su felicidad y el no poder alcanzarla o no poder desarrollarla con normalidad, derivará en una frustración que nos impedirá eliminar las barreras psicológicas que frenan la pacificación de la existencia humana, por lo que volveremos a derivar en violencias y guerras que sólo implican la degradación cultural y de las civilizaciones[11]. Este es pues el «malestar de la cultura o malestar de la civilización» del que nos habla Freud. Debemos «indagar sobre el objeto de la vida humana según el modo en que los hombres expresan sus expectativas, aspiraciones y propósitos a través de su conducta», y ese objeto de la vida humana no es otro que la felicidad.

Finalmente me gustaría destacar un comentario que Eligio Resta hace en su introducción: «Ser hombre no equivale para nada a tener humanidad»[12], pues tal como dice la RAE, la humanidad es (entre sus otros significados): la sensibilidad y la compasión ante las desgracias de otras personas; benignidad, mansedumbre, afabilidad, a lo que a mí me gustaría añadir el altruismo.

A lo largo de toda la reflexión que Einstein y Freud hacen en sus cartas sobre la guerra, nos damos cuenta de que el ser humano, centrado en sus ambiciones e intereses se olvida de la empatía hacía los demás, de ser benevolente y sensible ante los conflictos ajenos. ¿Por qué no pensar que si este concepto de humanidad estuviese más arraigado en cada uno de nosotros, la guerra sería un concepto cada vez más abstracto e impracticable?

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Einstein, Albert and Eligio Resta, 2001, ¿Por qué la Guerra?, Barcelona, Editorial Minúscula.

- García Caneiro, José, and Francisco Javier Vidarte. 2002. Guerra y filosofía: concepciones de la guerra en la historia del pensamiento. Valencia: Tirant lo Blanch. (pp. 18-20)

- García Picazo, Paloma. 2016. La guerra y la paz en teoría: un recorrido por la historia y el pensamiento de los clásicos internacionales. Madrid: Tecnos.

- Rousseau, Jean-Jacques, 1985, El contrato social, Lib. I, Cap. 4, Barcelona, Orbis

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