El Miedo Joaquín Prieto Hurtado
Enviado por tomas • 13 de Abril de 2018 • 2.490 Palabras (10 Páginas) • 302 Visitas
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La sudoración de las manos, la sensación de frío y la angustia son todas señales de que tenemos miedo, o dicho de otra manera, son nuestra alarma ante el peligro. El miedo nos permite actuar con rapidez ante los peligros que podamos estar percibiendo, ya que aumenta la adrenalina, lo que nos da la capacidad de escapar, o de reaccionar de manera instintiva ante situaciones, objetos o personas que nos provocan este miedo, teniendo como fin último, la supervivencia, es decir, solo sentimos miedo ante lo que identificamos como una amenaza a nuestra integridad, o que nos causa cualquier tipo de inseguridad, de manera de poder preservarnos en el tiempo y cumplir con el objetivo más básico de un ser vivo, que es sobrevivir.
Para entender el miedo podemos ver como lo describe el filósofo francés Jean Paul Sartre que nos dice lo siguiente, “Tomemos como ejemplo el miedo pasivo. Veo llegar hacia mí una fiera. Mis piernas flaquean, mi corazón late más débilmente, me pongo pálido, me caigo y me desmayo. A primera vista nada menos adaptado que esa conducta que me entrega indefenso al peligro. Y sin embargo, se trata de una conducta de evasión. El desmayo es aquí un refugio. Pero no vayamos a creer que es un refugio para mí, que trato de salvarme a mi mismo, de dejar de ver a la fiera. No he salido del plano irreflexivo: pero al no poder evitar el peligro por los medios normales y los encadenamientos deterministas, lo he negado.”[3] Todos esos síntomas a la hora de enfrentarse a la fiera son reflejo de que el cuerpo busca su salida de ese peligro, intentando con todos sus medios escapar o zafar de este peligro o situación potencialmente peligrosa, de no encontrar esta salida, éste se apaga y se produce un desmayo, es decir, el miedo puede pasar a convertirse en evasión, pero para eso debe haber agotado todas las opciones de supervivencia en un primer momento, convirtiendo este miedo evasivo en pánico.
Vemos que el miedo es nuestro mecanismo de supervivencia, por lo que ahora corresponde ver el comportamiento de éste. Como bien señala Sartre en la cita anteriormente mencionada, se producen un cúmulo de reacciones fisiológicas en nuestro cuerpo cuando experimentamos miedo, las que nos muestran que el miedo no es simplemente psicológico, sino que tiene un importante componente biológico que es el que actúa activamente a la hora de enfrentarnos a estas amenazas.
La forma en que el miedo actúa en nuestro organismo es lineal e inicia con la captación del peligro por parte de los sentidos, para ser interpretado por el cerebro, específicamente por la amígdala y pasar al sistema límbico, que se encarga de regular la lucha, huída y todo lo que sea necesario, mediante la inyección de adrenalina, de manera de preservarnos. En casos extremos, el miedo puede pasar a convertirse en pánico, que genera un bloqueo y se produce lo que veíamos con Sartre, que es la no reacción ante este peligro.
El miedo es incremental. ¿Qué quiere decir esto? Que mientras más reaccionamos frente a él, mayor se vuelve. En palabras de Sartre, “Cuanto más se huye, más miedo se tiene”[4] La razón para esta incrementalidad del miedo es muy sencilla. Como el miedo es la reacción de nuestro cuerpo al peligro, éste se encarga de que no cese hasta estar totalmente a salvo, por lo que va incrementando a medida que uno necesita mayores fuerzas, para poder sobreponerse al cansancio. Es por esto que cuando huímos de una situación que nos produce miedo, logramos sacar fuerzas que en situaciones normales no poseemos, para así correr más rápido y durante más tiempo, esto sólo se consigue mediante el aumento gradual del miedo, que evita que el cansancio se haga presente, lo que se explica por el aumento en la adrenalina en nuestro cuerpo, que produce que la sensación de cansancio no se manifieste, o demore más en hacerlo, por lo que aumentan nuestras posibilidades de salir airosos del peligro por el cuál se manifesto el miedo.
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- Conclusión:
En conclusión, vimos que las emociones no son un artefacto integrado que poseemos los seres humanos de manera cognitva, ya que no evolucionan a medida que lo hacemos nosotros, sino que se mantienen como respuestas irracionales (o involuntarias) ante estímulos que pueden ser internos o externos, osea, no forman parte del cerebro, sino que son una reacción de este.
Vemos también que el miedo es la emoción que se encarga de mantenernos alerta, es nuestro sensor de peligro, el que nos avisa ante lo que nos puede hacer daño o lo desconocido, de manera de darnos las fuerzas para enfrentar este peligro. Por esto mismo es que el miedo va de manera incremental, ya que el cansancio también funciona de esa manera, por lo que, en existencia de peligro, a mayor cansancio, mayor miedo, de manera de contrarestar este cansancio.
Por último, repasamos la metodología ocupada por el miedo para lograr salvarnos del peligro al cual se enfrenta, vimos el proceso biológico que nos permite entender cómo actúa esta emoción en nuestro cuerpo en pos de salvarnos de los distintos peligros que se pueden presentar.
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- Anexo examen, Carlos J. Moya:
Carlos J. Moya, filósofo español contemporaneo, habla sobre la relación entre las emociones y la libertad. En resumidas cuentas, Moya dice que lo que hacen las emociones es nublar nuestra conciencia, llevándonos a traicionar nuestra racionalidad, lo que se traduce en una pérdida de libertad (sólo se puede ser libre si se es racional) y por ende, no somos moralmente responsables.
De haberlo incluído en el ensayo, me hubiese servido para analizar las ventajas y las desventajas de la libertad desde el punto de vista de Carlos Moya, ya que estaría asumiendo que esta pérdida de libertad es la que llevó a reaccionar de las maneras descritas en el trabajo ante el miedo, lo que puede ser incluso la diferencia entre la vida y la muerte, debido a que el miedo es, como explico en el ensayo, un mecanismo de defensa de nuestra persona ante lo desconocido o potencialmente peligroso, es decir, esta “pérdida” de libertad, ocasiona que reaccionemos de manera acorde a los peligros y por ende es una especie de salvavidas.
La forma en que hubiese tomado al autor es mediante tratar de refutarlo usando a mi emoción (el miedo) como ejemplo de que no se puede hablar de pérdida de libertad si es esta la que nos salva del peligro y es una reacción instintiva del ser humano, así como no es perder libertad el acto de respirar (un
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