El alma de la toga. Este libro escrito por Ángel Ossorio

...

En la actualidad no solamente es necesario tener estas ideas, es necesario estudiarlas y todos los días ir mejorando en este arte de hablar, pues en México apenas se comienza con el cambio ideológico y procesal de los procesos judiciales, antes se podía uno dar el lujo de no hablar en gran medida, pero ahora es necesario contar con esa habilidad de hablar con fluidez, coherencia y sabiduría,

En el capitulo denominado Especialistas, hubo una frase que a mi parecer es demasiado estricta pero correcta “ En la Abogacía, la especialización toca los limites del absurdo. Nuestro campo de acción es el alma y ésta no tiene casilleros”

Entiendo que no quiere el autor decir que no debamos seguir estudiando o que si nos guste una rama en especifico la abandonemos, no , pero menciona que no podemos ser un abogado que solamente se dedique a un tema en especifico, pues un maestro menciono que un caso mercantil no solamente se va a limitar a eso, muchas veces deriva en otras ramas y por esto mismo es que jamás debemos de tener en cuenta otras ramas, aun que sea las nociones básicas.

Los dichos populares son o tienen como función principal decirnos algo que nos va a servir en la vida practica, en el mundo real. Por que menciono esto, por el hecho de que dicen que un buen profesional del derecho, no solo es aquel que cuenta con los mejores conocimientos de la materia, si no aquel que se viste a la medida de esto.

Viene a mi mente una anécdota que nos conto un profesor que en ese momento era Juez, y que en la actualidad es considerado como uno de los mejores civilistas del Estado, que acudió vestido de pantalón de mezclilla y camisa manga corta, sin corbata, pues se trataba de un día domingo, y que cuando la persona que iba a consultarlo entro al despacho del mismo y lo vio sentado, no supo reconocerlo y en varias ocasiones pregunto a la secretaria si el juez estaba o no presente.