RESUMEN DEL LIBRO EL ALMA DE LA TOGA

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malos.

Al abogado que sucumba al qué dirán debe tener su hoja de servicios manchada en la nota de cobardía, ya que no es lícito vacilar ni retroceder por miedo a la crítica, que es un monstro de cien cabezas; cuando se ha marcado la línea del deber

Hay que cumplirla a todo trance ya que si te detienes en escuchar difícilmente llegaras al término de tu jornada.

El Secreto Profesional.

La característica del abogado es no tener que ver nada con el Estado y pelear con el frecuentemente, ya que combate las fallas del poder judicial y los decretos ministeriales y las leyes inconstitucionales y exige la responsabilidad civil y criminal de los funcionarios de todas las jerarquías y pide la modificación y la implicación de las leyes que refuta malas.

Para algunos la abogacía es un servicio público porque la administración de justicia lo es y el abogado es un auxiliar de esta; la relación de este no es un contrato sino una prestación de servicios ya que el abogado puede defender el pleito sin obligarse a ganarlo, ya que sus funciones son el simple medio para un fin. De ahí que la abogacía sea un ministerio y como tal hay que contemplarla sin que le alcance ninguna regulación.

Si un abogado guarda los secretos con su propia vida será mejor que no abogue, pues puede encontrarse en conflicto. Tal es el caso de:

• Que sabe la verdad sobre su posible cliente por confesión de este mismo y se niega a patrocinarlo, ya que considera que no vale la pena esa controversia y a pesar de estar en entre dicho su reputación el simplemente se limita a decir no tengo tiempo para atender ese asunto.

• El abogado debe desechar un asunto que va en contra de lo justo ya que nunca debe defender la mentira ya que el hecho de que el sepa la verdad del caso nada quita ni pone para la contienda.

• El abogado debe decir la verdad pase lo que pase a pesar de que sea el defensor del verdadero delincuente ya que nunca debe permitir que un inocente, pague una condena por otro.

La Chicana.

Es la cosa más condenable a los abogados aunque en su gran mayoría estos la contemplan y aplican en un determinado momento ya que esta no es más que un enredo, retraso y entorpecimiento en los procesos, para ganar tiempo y no darle razón al abogado contrario en la controversia en cuestión. Ya que la misión de todo abogado es ganar los pleitos y para ello deben usar primero todos los argumentos de buena fe y después los de mala tales como “La Chicaneria” ya que en ocasiones tiene un peso decisivo en la balanza de la justicia.

Hay ocasiones en las que el abogado ya sabe que ganara el juicio pues los elementos y la razón de su cliente le han permitido saberlo, pero hay momentos en los que aun con todo esto al momento de la presentación de las pruebas y testigos estos no están listos para los tiempos que determina la ley, por lo cual el juez no esperara y con lo que tiene dictara sentencia; en este momento es cuando el abogado hace uso de la “chicaneria” considerada una acción mala para obtener una verdadera razón; ya que sería injusto condenar o despojar a su cliente de su libertad y patrimonio porque los tiempos en los tribunales no le permitirán seguir llevando de manera honesta su pleito.

No se nos dice si de deba usar o no “la chicaneria”, pues es una decisión autónoma de cada abogado, además si la causa justificada es primordial para salvaguardar a su cliente, de ahí que es una decisión que debe tomarse con todo el raciocinio posible, la

Conciencia clara y segura de que el medio a utilizar es para un buen fin y no se estará contradiciendo a la norma jurídica.

Mas sin en cambio ésta es usada por el ego y orgullo del abogado litigante y por no perder su prestigio, pero se estaría violentando los derechos del otro que probablemente tenga la razón y será seguramente sentenciado.

La Sensibilidad.

El abogado dentro de su vida y como pilar de su profesión debe tener sentimientos para tener un panorama más amplio de la situación que va a defender, pero nunca debe manifestarlos ni involucrarse con estos, ya que para poder ejecutar bien su trabajo este debe ser prudente y mesurado para hacer lo que su moral y la ley consientan; es decir, en el desarrollo de su trabajo no debe haber nada de debilidad ni sentimentalismo, pues su razonamiento no será compatible a su conocimiento y lejos de beneficiarlo lo perjudicara a él y a su cliente.

Desdoblamiento Psíquico.

Es un fenómeno en el cual el abogado se compenetra con el cliente de tal manera que pierde toda postura personal, concepto con el cual el autor no esta de acuerdo, ya que el considera que el abogado debe mantener su postura en el sentido de ocupar estas palabras como la duplicidad de personalidades, es decir, que me pongo en los zapatos de mi cliente pero no voy a renunciar a mis conocimientos y facultades ya que es mi alma para defenderlo.

El abogado es un hombre que ha de seguir su trayectoria a través del tiempo y que ha de poseer y mantener una ideología, una tendencia, un sistema, como todos los demás hombres.

La actuación jurídica debe considerar lo siguiente: * Que no se pida casos contrarios a nuestros conocimientos o a las inclinaciones de nuestra conciencia aunque las leyes lo consienta, * Que no se sostengan interpretaciones legales distintas a las que se hayan defendido en otro.

La Independencia.

A lo que se refiere este capítulo es a la independencia de todas las circunstancias que forman parte de nuestra vida; por el tipo de profesión que hemos elegido, ya que si permanecemos bajo el cobijo, amparo u órdenes de cualquier otro no seriamos unos verdaderos abogados litigantes; ya que nuestra libertad estará condicionada por otros y probablemente tengamos que ir en contra de nosotros mismos.

Hay circunstancias que ponen en riesgo nuestra independencia y a las cuales debemos estar atentos ya que habrá algunos que podremos dejar de lado y otros con los cuales tendremos que lidiar, todo esto sin permitir que atropellen nuestro actuar. (La cuota Litis, de la mujer a quien ama, de la familia, del sueldo, de la política).

El Trabajo.

Nuestra labor como abogado debemos desempeñarla con esmero e inteligencia, ya que por el carácter “personalísimo” de nuestra labor es