El estado y derecho.

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2-. La población:

La población es el conjunto de individuos que habitan un determinado espacio, son el sujeto de actividad del Estado por tanto la soberanía del Estado emana de ellos, y en cuanto a fundamento y fin de este son libres de modificar su forma de gobierno. En la actualidad se reconoce que las poblaciones en cuanto a individuos cuentan con una serie de derechos que son anteriores al Estado, los llamados “Derechos Humanos”; los cuales se han ido definiendo a lo largo de la historia por su búsqueda constante y exigencia. Estos son válidos, sean reconocidos o no, en cuanto a que son un atributo de todas las personas. Paralelo a esto existen lo denominados derechos fundamentales, los cuales son garantizados por el sistema jurídico y tienen como objetivo no dejar ciertos atributos del individuo a la deliberación, de manera que son una especie de tope al poder sobre sus ciudadanos, esto a diferencia de los derechos humanos no son inalienables, pudiendo ser suprimidos en ciertas circunstancias. Las llamadas garantías no son ni derechos humanos ni derechos fundamentales, estos son más bien los medios para poder llevar a cabo o bien restaurar el estado original los derechos fundamentales. Se distingue entre garantías sustantivas y jurisdiccionales. Las sustantivas también llamadas primarias pueden clasificarse entre positivas y negativas, las negativas obligan al Estado e individuos a respetar un derecho, mientras que las positivas obligan a buscar un actuar que sea en pro de las expectativas que genere un derecho fundamental. Las secundarias establecen la obligación por parte de las instituciones de sancionar un acto en contra de los derechos fundamentales, así como también de dar nulidad a los actos que violen las garantías.

A lo largo y ancho de la historia la exigencia de derechos fundamentales ha pasado varias etapas, durante su primera etapa podemos observar los derechos civiles y políticos, los cuales son significativos porque los derechos políticos son lo que permite a los sujetos controlar el destino de su sociedad, el camino político y de manera más importante, de ellos mismos, eliminando así su calidad de súbditos subordinados al poder público. Con esto se dio paso a las siguientes etapas de exigencias tales como lo derechos sociales, ecológicos, económicos y de manera más reciente a la paz, al desarrollo, a una identidad a los derechos de las minorías.

3-. El poder:

Este se refiere a la capacidad de coaccionar a los individuos de manera que estos se encuentren bajo el mandato de un determinado Estado. Si bien hay muchas formas de ejercer el poder, dentro de un Estado este solo se justifica si se atiene a la búsqueda del bien común.

Existen diferentes formas de ejercer un poder, los más comunes son el económico, ideológico y el poder político. El poder económico es desde el control de los recursos naturales hasta el capital. El ideológico se refiere a la información que puede llegar a ser hegemónico si se controlan todos los medios de comunicación. El poder político es la capacidad coactiva o de sometimiento del Estado. Actualmente el Estado se encuentra invadido por diversos factores que interfieren con él, tales como los partidos, medios de comunicación, iglesias, sindicatos, trasnacionales, etc. Las cuales tienen objetivos e intereses que se alejan de los principios democráticos de manera que pueden llegar a ser lesivas al estado. Mucha de esta usurpación del Estado surge como producto de la globalización en cuanto a que ha sido más una revolución económica, ha logrado muchas veces someter la soberanía al capital.

Como medida para solucionar esto se ha propuesto:

1) Democracia ciudadana, transparencia y fortalecimiento del Estado.

2) Someter a la democracia a los organismos internacionales.

3) la regularización del sistema financiero internacional.

4) los servicios públicos y culturales no deben pertenecer al mercado.

5) establecer el constitucionalismo de manera hegemónica.

6) Establecer un contrato global que busque el bien común de la humanidad como conjunto.

Si bien esto pondría en juego las soberanías y autonomías de los estados, esto supondría la búsqueda del bien común de manera que los derechos humanos y la democracia preponderarían sobre el Estado.