El problema del Ser y la Diosa en el poema de Parménides

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5 Idem. Pág.46

aletheia; es decir, un filtro que requiere que el hombre sea una persona culta, un iniciado en la verdad, en la filosofía, que vaya encaminado al camino de la luz y de entendimiento; cualquier otro que no vaya con guías (hijas del sol), o sin conocer en lo más mínimo el camino de la luz, no podrá acceder a la casa de la diosa.

Rogándole las doncellas con suaves palabras, hábilmente la convencieron de que les desatara rápidamente de las puertas el fiador del cerrojo; y éstas, tras hacer girar alternativamente sobre sus goznes los ejes de bronce, provistos de remaches y clavos, originaron, al abrirse, una inmensa abertura.6

Para convencer las doncellas a la diosa Dike, prefieren utilizar un lenguaje congruente para así acceder más allá de las puertas. Se requiere saber utilizar las palabras correctas ante la justicia para convencerla de cedernos el camino a la luz y a la verdad, que trae consigo la casa de la diosa.

Por otra parte, he llegado a considerar que quizás los remaches y clavos podrían ser los prejuicios que trae consigo el hombre, mismos que deberán ser dejados antes de poder acceder a la puerta de la casa de la diosa; de no ser así, el joven ya no podría acceder a la verdad- como principalmente pretendía. La abertura del camino lo cede la diosa a las doncellas, ya con el permiso o bien ya iniciados sobre los saberes y conocimientos entonces pueden entrar a la casa de la diosa.

A su través, en derechura, conducían las doncellas el carro y las yeguas por un ancho camino. Y la diosa me recibió benévola, cogió mi mano derecha con la suya y me habló con éstas palabras: “Oh joven, compañero de inmortales aurigas, que llegas a nuestra morada con las yeguas que te transportan, salve, pues no es mal hado el que te impulsó a seguir este camino, que está fuera del trillado sendero de los hombres, sino el derecho y la justicia. Es preciso que te aprendas todo, tanto el imperturbable corazón de la verdad bien redonda, como las opiniones de los mortales, en las que no hay verdadera creencia. Sin embargo aprenderás también cómo lo que se cree debería ser aceptable, porque penetra totalmente todas las cosas” 7

La diosa que recibe al joven en el poema de Parménides, puede considerarse como la

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6 Idem. Pág 46

7 Idem. Pág. 46

guía que nos conduce en nuestro proceso de adquisición de experiencias durante nuestra existencia. Una guía divina que es necesaria para poder ir por los caminos de la sabiduría. Por otra parte, el joven podría ser el deseo del saber su mayor preocupación o anhelo, deseo que ha viajado por un sendero no transitado por los hombres. Ha tenido que ser iniciado en su vida para poder ser aceptado por la justicia. La verdad redonda hace referencia a la definición del ser, ser infinito y perfecto; la diosa le dice cómo será su proceso de formación, que requiere disciplina para poder llegar a diferencias los caminos que nos conducen al Ser: pues se suele confundir el camino de la aletheia con el de la doxa.

Pero antes, requiere que el joven tenga presenta los dos caminos que lo puede conducir a la verdad, no echando de menos a uno ni al otro, más bien, traer consigo los dos caminos presentes, así podrá reconocer el camino de la verdad sin mucho problema.

Bibliografía

Parménides, Fragmentos. Argentina. Aguilar.1961.

Platón, Diálogos, V (Parménides, Teeteto, Sofista, Político), trad. de M. I. Santa Cruz, A. Vallejo Campos y N. L. Cordero, Madrid, Gredos, 1992.

Hemerografía

Arduini, Stefano. Parménides y la metáfora de las dos vías. Sección Filosofía. 2007, septiembre. Pp. 9.