Entre las corrientes mencionadas con frecuencia en el ámbito pedagógico

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Para lograr un cambio de los programas que posibilite al alumno una real experiencia de aprendizaje es necesario que el docente posea claridad en sus objetivos y conocer cómo llegar a ellos a través de una adecuada elección de actividades y estrategias.

El docente debe ser participe activo en el planeamiento del currículo para comprender sus fines y medios, tenga compromiso y sea parte de él y no mostrarse ajeno.

El cambio o modificaciones e pueden abordar de diferentes puntos de vista. Uno de ellos puede ser partiendo de las experiencias vividas, es decir modificar todas aquellas falencias que se han presentado y necesiten un cambio. Otra forma puede partir de la observación de los egresados, en la cantidad y calidad de conocimientos y en otros casos se puede partir del debate filosófico que lleve al mejoramiento de los objetivos.

Si partimos de la idea que educar es la modificación de una conducta, el aprendizaje no es un mero hecho de inculcar conocimientos. Es decir que el docente no es superior, no está un escalón más arriba sino que el rol del docente en esta concepción del aprendizaje es el mediador, de crear un nexo, un puente de conexión entre el contenido, el aprendizaje y el alumno. Esto se logra mediante actividades en las que están involucrados los contenidos y conductas a modificar. No se intenta excluir al docente pero si plantearle las dificultades y que tenga ese lugar de mediador.

Desde el punto de vista de las actividades educacionales deben garantizar actividades escolares en donde todos los docentes participen, logren un consenso, un punto de equilibrio entre ellos para que el docente se comprometa, sea ejecutor teniendo en cuenta los objetivos en termino de conductas y yendo más allá de los contenidos.

Habermas, Jürguen nació en 1929, fue un sociólogo y filósofo alemán. Perteneció a la 2º generación de la Escuela de Frankfurt. Éste determino tres tipos fundamentales de saberes: técnico, práctico y emancipador.

El interés técnico, halla su base en la experiencia y en la observación. Su objetivo principal es controlar el ambiente, con normas de fundamento empírico.

El interés practico, apunta básicamente a la comprensión. Se trata de un interés por comprender el medio de modo que el sujeto sea capaz de interactuar en el.

Interés emancipa torio genera teorías críticas. Se preocupa por la potenciación, es decir, de la capacidad que tienen los individuos para tomar las riendas de sus propias vidas, de manera autónoma y responsable.

Con respecto a estos intereses la perspectiva Tyleriana se encuadra dentro del interés técnico. Así la búsqueda de necesidades de los alumnos, conocidas mediante la observación, hace que se genere un control para regular el proceso de enseñanza y aprendizaje. Y la práctica se convierte en técnica.

Entonces, si se acepta la racionalidad propuesta por Tyler basada en el interés técnico, será necesario admitir también un lugar de técnico para el docente; el currículo va a influir a su vez en el control de las conductas del alumno en relación con el medio; y será fácil pensar que la didáctica puede reducirse a una disciplina de orden técnico.

Por último, este texto para poder hablar de una posible corriente técnica tuvo que ser referenciado en otra corriente opuesta, que es la técnica.