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Filosofia desde la antiguedad hasta la actualidad

Enviado por   •  23 de Enero de 2018  •  6.404 Palabras (26 Páginas)  •  317 Visitas

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la ironía y la mayeútica cuya finalidad en última instancia ha de posibilitar encontrar una definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios morales a los que ayudaba a alumbrar. La cuestión moral del conocimiento del Bien estuvo en el centro de sus enseñanzas, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega.

Platón: Vive su juventud bajo los avatares de la Guerra del Peloponeso, y desarrolla su actividad filosófica tras la restauración de la democracia, una democracia que tiene que hacer frente al declive del poderío militar y económico de Atenas y en la que el aristócrata Platón verá un enemigo, al consagrar la igualdad entre los ciudadanos. Una igualdad que, Platón consideraba contra natura.

La influencia de Sócrates fue decisiva en su vida. No tomó parte activa en la política. Estaba convencido que la política inspirada en la filosofía, conduciría al mundo por la idea del bien. El punto de partida de la filosofía Platónica es la búsqueda de un fundamento metafísico para justificar la virtud socrática. La oposición entre Sócrates y los Sofistas constituye el punto de partida del pensamiento platónico. La teoría socrática ponía en los conceptos o ideas el saber seguro y absoluto. La doctrina socrática se refiere solamente a las ideas éticas, mientras que Platón las extiende a toda clase de ideas.

La aceptación por Platón de la existencia del “mundo de las ideas”, resuelve el problema planteado tanto por Heráclito (la realidad es un permanente devenir), como por Parménides (la realidad es el ser inmutable y permanente). Platón al aceptar el mundo de las apariencias y el mundo de las ideas contesta que el ser de las apariencias cogido por los sentidos es mutable; mientras que el ser de las ideas es inmutable. La solución dada por Platón involucra un dualismo; el ser aprehendido por los sentidos y el ser captado por la inteligencia. El ser captado por los sentidos es temporal, cambiante e imperfecto mientras que el ser captado por las ideas es eterno, inmutable y perfecto.

El mundo de las ideas, es el ser incorpóreo, susceptible de ser conocido por los conceptos. Por vez primera en la historia del pensamiento, se admite una realidad inmaterial, y se la halla mediante un saber supra-empírico, y mediante una actividad espiritual desembarazada del mundo de la materia. Relación entre el mundo de las ideas y el mundo de las cosas que nos rodean: aunque el mundo de las ideas es muy diferente en cuanto a la realidad y perfección del mundo de las cosas, sin embargo, entre ambos existe cierta relación.

El mundo de las cosas no iguala al mundo de las ideas, pero existe cierto parecido entre ambos mundos. Las ideas no son causa de las cosas son simplemente sus prototipos.

Las cosas participan de las perfecciones de las ideas y por esto tienen cierto parecido con ellas. El orden del mundo está realizado a la imagen del mundo de las ideas.

Este mundo fue hecho por Dios con una finalidad; así como los hombres realizan una serie de cosas en función de las ideas concebidas con anterioridad a su ejecución; asimismo Dios creó el mundo a semejanza del mundo de las ideas. Para Platón la sociedad es el medio de vida "natural" del ser humano. Si atendemos a las características de la vida humana podremos observar que el ser humano no es autosuficiente, ni en cuanto a la producción de bienes materiales necesarios para su supervivencia, ni en cuanto a los aspectos morales y espirituales que hacen de la vida del ser humano algo propiamente humano. Las tendencias que inclinan al ser humano al amor, a la amistad, a la convivencia en general, son tendencias naturales, por lo que no tendría sentido pensar que el medio, necesariamente social, en el que se desarrollan, fuera algo no-natural. Esta teoría de la "sociabilidad natural" del ser humano será mantenida posteriormente también por Aristóteles. Por lo demás, forma parte de las convicciones sociales, firmemente asentadas en la época, la idea de que la vida del hombre se identifica, de alguna manera, con su vida social. El predominio de la ciudad-estado como forma de organización de la vida social en Grecia fortalecía el predominio de la vida comunal, hasta el punto de que difícilmente se podría concebir la vida del hombre manteniéndose ajena al Estado; no obstante, esa tendencia debía ser compatible con el individualismo que también se manifiesta en la vida y en las tradiciones culturales griegas.

De ahí las similitudes que establecerá Platón en la República entre la moral individual y la moral colectiva, o entre el gobierno de los bienes individuales y el gobierno de los bienes colectivos, que le permitirá comparar la naturaleza del hombre y la naturaleza del Estado con el fin de avanzar en sus investigaciones. Además, para Platón tenía que existir el Bien en sí (la Idea de Bien), por lo que difícilmente la referencia del buen comportamiento del individuo puede ser distinta de la del buen comportamiento del Estado. Tiene que existir un único modelo de comportamiento moral. Y ese modelo ha de tener un carácter absoluto.

Platón realiza un análisis de las formas de gobierno, que irá graduando desde la mejor hasta la peor. En primer lugar sitúa la aristocracia, es decir, el gobierno de los mejores, ("aristos"), que vendría representado por el gobierno del filósofo-rey de la República ideal; en ella los mejores son los que conocen las Ideas, los filósofos, y su gobierno estaría dominado por la sabiduría. La segunda mejor forma de gobierno la representaría la timocracia, el gobierno de la clase los guardianes, que no estaría ya dirigida por la sabiduría, sino por la virtud propia de la parte irascible del alma, que es la propia de dicha clase, abriendo las puertas al desarrollo de la ambición, que predominaría en la siguiente forma de gobierno, la oligarquía, el gobierno de los ricos, y cuyo único deseo se cifra en la acumulación de riquezas. Posteriormente encontramos la democracia, cuyo lema sería la libertad e igualdad entre todos los individuos y cuyo resultado, según Platón, es la pérdida total del sentido de los valores y de la estabilidad social. No cabe duda de que Platón tiene en mente la democracia ateniense que tan odiosa le resultó después de la condena de Sócrates, aprovechando para satirizar el predominio de los discípulos de los sofistas en la vida pública. Por último, en el lugar más bajo de la escala, se encuentra la tiranía, que representaría el gobierno del despotismo y de la ignorancia, dominado el tirano por las pasiones de la parte más baja del alma, dando lugar al dominio de la crueldad y de la brutalidad.

Realiza otra clasificación de las formas de gobierno, según el criterio de la buena ordenación

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