Filosofia y sus diferentes formas de expresión.

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¿HAY SITUACIONES EN LAS QUE NO PUEDES TENER PALABRAS? Yo he tenido esas situaciones pero no puedo afirmar que igual todo el mundo.

SI SIENTES ALGO, ¿TIENES PALABRAS? No, tener palabras sería poder transmitir ese sentir.

¿TIENES PALABRAS SI EMITES SONIDOS QUE SOLO TÚ ENTIENDES? Si

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MI MASCARA

Mi mascara es el reflejo de mi persona, mi pasado y lo que creo siempre formara parte de mí. Le he dibujado rasguños para representar aquellos golpes que he recibido y me hicieron aprender, un corazón por todas esas veces que sentí algo por una tercera persona y terminó todo de mala forma, un ojo herido por esos errores peligrosos en los que caí, la inicial del alter ego que me ha acompañado prácticamente toda mi vida, y lo más importante, una gran y manchada boca, el peso de mis palabras es el mismo de mis acciones sobre mi formación como personas y eso no creo que jamás cambie, tengo claro que mis palabras son lo que más me caracteriza y quisiera que así siguiera siendo.

Mi duda.

Pues mi duda tiene mucho que ver con mí mascara, ¿existe el destino? Veo en mi mascara lo mismo que veo en mi cara al pararme frente al espejo, y ¿sabes? Si bien es claro que habla sobre mi pasado, no puedo evitar pensar en mi futuro al darle un vistazo más detallado, ¿será que podemos predecir un poco de lo que seremos si consideramos lo que ya fuimos?

He puesto estos dos temas juntos por la alta relación que tienen.

William Shakespeare dijo una vez que “El destino es quien baraja las cartas pero somos nosotros quienes jugamos”.

Hay científicos que afirman la existencia de un “destino casi obligado”, y es el relativo a la herencia: la genética de nuestros progenitores en ocasiones nos determina en muchos aspectos, a veces en carácter, rasgos físicos, enfermedades… El contexto social y personal en el que somos educados también puede afectarnos en mayor o menor medida, al menos con una probabilidad de un 30 o un 40%. Entonces, ¿somos el producto de un conjunto de factores? Bueno, aunque me duele aceptarlo creo que por lo menos si en una parte de nosotros.

Pero… el destino de lo grande que o pequeños que llegaremos a ser en este mundo. La verdad es que soy un escéptico, mi respuesta es no, tras haberle dado tantas vueltas y buscar información no me he terminado por convencer. –Fue un gusto trabajar con usted maestra. GRACIAS.