PAPEL DE LA VIDA COMO REALIDAD RADICAL EN LA FILOSOFÍA DE ORTEGA Y GASSET
Enviado por Kate • 16 de Noviembre de 2017 • 3.336 Palabras (14 Páginas) • 580 Visitas
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Volver a interesarnos sobre la vida responde a la necesidad del que hombre actual pueda descubrir lo importante que significa la vida para sí. Asimismo, presentar la vida como lugar donde convergen todas las demás realidades; ya que hay elementos que afectan la vida y que son parte del entorno que se reflejan en la vida; una de las cosas que atentan contra la vida y que más se puede palpar son las decisiones ligeras y fáciles respecto a ella en su sentido biológico: el aborto, asesinato, eutanasia y la muerte por omisión, con esto se decide acabar con la vida sin importar lo que ésta representa en el conjunto de prioridades humanas. La vida ha sufrido muchos embates a causa de la guerra mayormente, el hambre, la desigual social, la imposición política, la guerra de poderes y las cadenas de enfermedades que avasallan ciertas sociedades que están desprovistas de las condiciones necesarias para llevar una vida integra y acorde a lo que cada ser humano necesita.
Ahora bien, tocar el tema de la vida siempre es un tema vigente en nuestra sociedad tanto venezolana como mundial. Como no hablar sobre ésta, si cada día se atropella el derecho a la vida con tal facilidad que no se necesita estar en medio de una guerra. Abordar la vida como realidad implica que ésta siempre es instancia fundamental y única en todo ser humano, hablar de ella tiene su razón de ser; ya que no es posible concebir una sociedad desvinculada del sentido real de la vida, una sociedad que esté a espaldas de lo que es siempre una realidad radical para sí. Plantear el tema vida, significa a la vez reivindicarnos con esa única opción que representa para el hombre su sentido de ser, razón vital y como se ha dicho antes realidad radical. Desde cualquier ángulo que observemos la vida, ésta sigue siendo el norte del hombre, norte que se debe entender desde las dos vertientes tanto biológico como biográfico-histórico.
El ser humano como ser que no se difumina en el tiempo como algo abstracto, sino que se presenta como una realidad que vive ahora y aquí, es una vida. Por eso, entender la vida como algo simple y pasajero es no entender lo que constituye para todo ser humano estar vivo y hacer con la vida que tiene una interrelación con el resto de los hombres, un acercamiento con el resto de los seres vivos. Nos atañe dicho tema porque la vida transciende y se ubica en un plano distinto al resto de las realidades del mundo; para la filosofía desde la visión vitalista[3] la vida no se puede reducir a cualquier categoría que le sea contraria a ella. “La vida humana- mi vida, la vida de cada cual- es la realidad absoluta- una realidad radical”[4].
Vivir significa para el hombre el contacto con los demás como se apuntó más arriba, y dicho contacto nos hace llegar a una comunicación de entendimiento y diferenciación como seres humanos que somos. “Vivir es tratar con el mundo y dar cuenta de él, no de un modo completo y pleno. De ello deriva el saber cómo un saber a qué atenerse”[5]. Tratar con el mundo y dar razón de él, se ha vuelto una problemática en estos tiempos, ya que el mismo individualismo, el insimismamiento y otras ramificaciones en el caso de la vida humana, ha socavado la comunicación aislando cada vez más a los hombres y haciéndolos esclavos. Por tal razón, resulta complicado que el hombre pueda darse cuenta a qué atenderse y esto debido a que no tiene el conocimiento que emana de razón vital que es la vida, ya que se vive como si no tuvieran una. Entre los filósofos vitalistas que dedicaron sus trabajos filosóficos al entramado mundo de la vida, trabajamos la figura de José Ortega y Gasset quien acuño el término de la vida como realidad radical.
El tema de la vida es abordado de manera especial por el filósofo madrileño José Ortega y Gasset[6]. Él define la vida como una realidad radical. En su filosofía abarca este tema como parte fundamental del quehacer filosófico, pues considera que todas las realidades humanas echan raíces en esta realidad radical. Hoy en día hablar de la vida cobra mucha importancia, sobre todo en nuestro país donde la vida ha ido perdiendo espacio debido a las distintas amenazas que surgen de la sociedad (delincuencia, asesinato, drogas y secuestros, etc.), no obstante el tema de la vida tiene también sus defensores, los cuales velan para que se respete el derecho a la vida; en tales defensores figuran las ONGs, La Defensoría del Pueblo y los entes gubernamentales que prestan el servicio para garantizar el derecho a la vida. La cuestión sobre la vida no es un tema aislado, ya que éste se contempla en la Constitución Bolivariana de Venezuela en el artículo 43, y dice lo siguiente:
“El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en cualquier otra forma”[7].
Ahora bien, la visión orteguiana de la vida nos da luces para entender cómo la vida puede ser distinta y llevadera si se logra entender que ésta no se puede entender como la simple acumulación de hechos positivos, de compuestos químicos y físicos, sino que la vida es un realidad radical, lo que es, porque goza de autonomía. “La vida no es sólo vivir, sino convivir (…), un vivir libre, espiritualmente libre. La vida es un quehacer.”[8]. La vida del hombre desde la perspectiva de Ortega está claro que es un quehacer diario, entenderse así mismo como un hombre libre capaz de decidir, sin olvidar que en su libertad las adversidades siguen presente. La vida desde la filosofía vitalista orteguiana recobra su valor auténtico, para nuestro filósofo en cuestión es necesario que el hombre se entienda así mismo y se conciba así mismo no sólo como que posee una vida, sino que también él es vida.
Si ahondamos más sobre las ramificaciones y distintas vertientes actuales que defienden la vida, y que buscan reposicionar la vida en su sentido biológico, sería mucho lo que se diría; pero la temática aquí es cómo el hombre logra pasar del hecho de vivir a convivir con el resto del mundo. Concebirse y dar razón de su mundo desde su vida. Esta tarea se da toda vez que el hombre logra hacer consciente el papel de la razón en la vida como ese motor vital de su vida. “Vivir es convivir, y el otro con nosotros convive, es el mundo en derredor, no entendemos pues, un acto vital cualquiera que él sea, si no la que ponemos en conexión con el contorno al cual se dirige”[9]. Ahora bien, porque la vida se circunscribe en un entorno, un tema de relacionalidad, es quehacer diario, es lo que permite que se recupere la temática sobre por qué hablar sobre la vida en la actualidad, el hecho
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