Padres obedientes hijos tiranos

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Cuando los padres que no se sintieron atendidos cuando niños, buscan no hacerlo con sus hijos, por eso están sobre ellos.

Solo se reconoce cuando el niño tiene un éxito, por mínimo que sea, y cuando hay un fracaso se asume la responsabilidad, creando una realidad falsa.

Los padres no quieren que sus hijos pasen por lo que ellos pasaron cuando eran pequeños.

Cuando obedieron, lo consideran algo exagerado y lo recuerdan con angustia, por lo que no quieren que sus hijos se sientan así.

Cualquier padre tiene la tarea de brindar un ambiente que facilite el desarrollo en todas las áreas de sus hijos. Los hijos tiranos, aparentan tener una autoestima muy alta y se creen capaces de hacer muchas cosas, lamentablemente esta tiene un origen totalmente artificial, porque ha dependido de la intromisión de los padres y no de su trabajo. Los hijos casi todo el tiempo, sino es que todo, toman decisiones por sus hijos, les resuelven la vida sin que ellos se esfuercen en lo mínimo asi que a la hora de que ellos tomen sus propias decisiones o vayan a hacer algo importante, suelen fracasar, pues no están preparados para esto.

Se preocupan por tener un hijo o hijos estrellas que todo conozcan, por eso lo atiborran de clases y actividades. Y evitan a toda costa que los hijos se enfrentan a fracasos, los padres no los dejan que sufran, para que no se le baje la autoestima y están presentes ayudándolos a resolver todos los problemas. Por lo que sí hizo algo mal, ahí está el papá para apapacharlo y resolverle el problema. Con tal de ver a sus hijos felices les dan todo lo material que ellos siempre quisieron tener.

Se forman hijos individualistas, demandantes, aislados hedonistas, dependientes, hijos sin compasión.

La generación de los padres obedientes recuerda su infancia con cierta nostalgia porque descubre con ojos de hoy algunas fallas y carencias con sus padres. Cuando tenían muchos hijos, se sentían desamparados, sin atención sin protección muy independientes, lo que provoca que ahora con sus hijos quieran ser lo contrario, sin darse cuenta que les están haciendo un mal pues los están haciendo inútiles, personas incapaces.

La familia de padres e hijos sabios debe mantener valores firmes inculcados por los padres. Formar hijos íntegros y más humanos, padres firmes que no cedan a la presión. Darles importancia a los rituales familiares les da a los hijos el sentido de orden en su vida. Ambos padres deben ser iguales, apoyarse mutuamente como un equipo para criar a sus hijos en un ambiente de reglas iguales. Ya que si uno dice algo y otro dice otra cosa, el niño aprende, pero aprende como manejar a sus padres a su conveniencia.

Caso clínico:

David es un niño de 7 años que está cursando 2 años de educación primaria, su familia está conformada por su mamá dos hermanos de 1, 3 y 5 años y dos hermanas de 10 y 12 años es el tercer hijo de 6 y su hermana mayor, es hija de un matrimonio anterior de la madre.

La madre de David acude al psicólogo porque, le angustia que David debe tener todo su tiempo ocupado, de lo contrario, se dedica a hacerle la vida imposible a ella y a su abuela.

La madre refiere que David es un niño desobediente que no obedece a su madre y le falta al respeto, el tipo de conducta también se presenta con la abuela.

David es uno de los niños más sobresalientes en la primaria pero es tachado de mal carácter ya que siempre está enojado.

El padre de David no apoya en casa ya que no vive con ellos, a causa de que tiene otra familia. Esto desde hace 7 años.

Hace 7 años cuando la madre estaba embarazada, estaba en el hospital y en ese momento tuvo una discusión con su conyugue, a tal punto de separarse.

Posterior a esto después de 3 años existió intento de suicidio por parte de la madre.

El padre no ve seguido a David y cuando lo ve solo es para reprenderlo por su mala actitud en la escuela.

La psicóloga comenta que es necesario que ambos padres apoyen a su hijo buscando alternativas para la solución.