Síntesis crítica a San Buenaventura en su Itinerario de la mente a Dios
Enviado por Eric • 31 de Enero de 2018 • 900 Palabras (4 Páginas) • 492 Visitas
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Cabe resaltar que esta propuesta del autor se enmarca en una concepción de espiritualidad en la que la mística toma preponderancia por encima de cualquier otro método para acercarse a Dios, y es tan absorbente que al final se convierte en el único trayecto reconocido para mantenerse en la presencia de Dios. En pocas palabras, se trata de un abandono completo a la acción del Espíritu Santo, que en la visión del autor pareciera preferir manifestarse a través de emociones, que por medio del estudio y la reflexión en torno a lo que puede hacer referencia a Dios (y que ya ha sido útil en las etapas del itinerario que se presentaron en los capítulos previos).
El autor llega a recomendar que se abandonen los esfuerzos, los sentidos, y las operaciones intelectuales, todo lo sensible, lo invisible, lo que es y lo que no es, para reducirse a la unión con Dios (Cf. San Buenaventura, s.f. p.633), al punto que esta opción lleva a darle supremacía a la gracia, el deseo, la oración y hasta las misma tiniebla como los medios válidos para comprender esta preferencia de Dios por lo místico más que el entendimiento. Curiosamente el camino que inicialmente parecía servir para alcanzar la claridad en el encuentro con Dios, resulta desembocar en la entrada a las tinieblas (ibíd. p.633).
Como puede entenderse de las ideas señaladas anteriormente, pareciera que el itinerario de la mente hacia Dios entra en contradicción con los ideales de la espiritualidad mística que se proponen al final del texto. ¿Qué sentido tendría toda la creación si una vez que ha sido utilizada para avanzar en el trayecto hacia Dios ya pierde sentido volver a reflexionar partiendo de ella?; es más, el mismo ser humano es utilizado como objeto de reflexión en etapas concretas para acercarse a Dios, pero al final su individualidad y las dones que posee son considerados como limitaciones para que se realice ese encuentro profundo con Dios. Es más, al finalizar este trayecto, el hombre que concluye el camino ya no puede decirse que es el mismo que lo inició, ya no se trata de la misma persona y es posible que tampoco mantenga los mismos propósitos por los que inició ese camino. ¿Es que acaso, aun así, es posible decir que el itinerario llevó al encuentro entre esa mente y Dios? yo considero que no: una mente que abandona sus capacidades por considerarlas obstáculos para llegar a Dios, no aprendió nada en las primeras etapas del camino y en vez de acercarse, se perdió y no alcanzó su fin último. Así, en el itinerario propuesto, dejar el entendimiento carece de sentido.
Referencia bibliográfica: Buenaventura, S. (s.f.). Capítulo VII: Exceso mental y místico, en el que se da descanso al entendimiento, traspasándose el afecto totalmente a Dios, a causa del exceso. En Itinerario de la mente a Dios. Madrid: Aguilar.
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