Teoria del estado y ciencia politica. CRIMINOLOGÍA

...

En 1872 pública “Memorias sobre los Manicomios Criminales”, en donde expone las diferencias que hay entre el delincuente y el loco, e ideas a que el delincuente es un enfermo con malformaciones muy claras. Lombroso considera que es necesario que existan manicomios criminales, y que los locos no estén en las prisiones, sino que se internen en instituciones especiales; porque son una amenaza, plantea la creación de manicomios especializados para criminales.

Todo cumulo e investigaciones es publicado, la criminología como ciencia, tratado antropológico experimental del hombre delincuente.

Dos años después fundamenta su curso libre de psiquiatría y antropología criminal obtiene que los estudiantes vayan con él al convento a recibir sus enseñanzas. Observó cráneos de delincuentes.

Su objeto era encontrar un criterio diferencial entre un enfermo mental y un delincuente.

Lombroso consideró que el criminal lo es por ciertas deformidades craneales. Su objetivo era encontrar un criterio diferencial entre enfermo mental y el delincuente; así comienza a elaborar lo que llamaría: en el futuro la Antropología Criminal.

Otra de sus obras, “El Genio y la Locura” le sirve para exponer la teoría de que en los genios están locos, que el genio es un anormal y para sostener de que del genio a la locura o de la locura al genio, no hay más que un paso.

b.- Enrico Ferri; En la Universidad de Bologna, es discípulo del maestro Prieto, quien era más partidario de que el derecho penal.

Realizo estudios sobre la pena y publico el libro titulado Socialismo y Criminalidad. Ferri es llamado a dirigirlo y lo denomina “Scuola di Applicazione Guirídico-Criminale”. El curso era dividido en cuatro partes: el delincuente, el delito, las sanciones y el procedimiento.

Ferri se caracterizó porque se dedicó a lograr que Italia tuviera un código penal de corte positiva.

Sin embrago, la situación política dificultó la aprobación del proyecto, de 1929, siendo el código aprobado en 1930 denominado “Código Rocc-Mussolini”.

Una de las frases celebres “No hay delito sino delincuentes”. Pensamiento de él y de la Escuela Positivista.

La influencia de Ferri fue determinante en la Escuela Positivista, conforme su tesis, el delito se produce por la conjunción de tres clases de fuerzas o factores:

Individual: La raza, la herencia, el temperamento.

Físicas: temperatura, suelo, altitud.

Social: interrelación, contacto entre los grupos.

Para Ferri ninguna de las tres causas podía desligarse, sería tanto como entrar a discutir que es lo que más influye en la vida, si el corazón o la atmosfera, o si por el contrario se requiere de ambos factores.

La influencia de las clases dominantes como condicionadora del orden jurídico y en tal virtud las conductas criminales se adecuan a sus conveniencias o intereses.

También habla de su teoría sobre la ley de saturación criminal, que cada sociedad solo puede admitir un número determinado de delitos.

Plantea igualmente lo referido a lo sustitutos penales, como el conjunto de medidas que debían de aportarse para prevenir la delincuencia.

Repite su famosa frase: “Es más importante prevenir que repetir y es preferible antes que actué ese ser peligroso, sacarlo de circulación”.

c.- Rafael Garófalo; antes de formar parte de la escuela positiva, Garófalo, había ya publicado algunos escritos, pues daba las bases y la orientación jurídica necesaria, además de conceptos como: peligrosidad y prevención especial y general.

Entre sus obras destacan: “Estudios recientes sobre la Penalidad”, “Criterio Positivo de la Penalidad” y su trabajo principal: “Criminología”.

Como jurista y magistrado centra su estudio en el análisis de la personalidad de quienes debía sentenciar, encontrando que, por regla general, los condenados demostraban ser de sentimientos bajos, faltos de piedad y probidad. Que estos no creían en Dios ni en pudor, el delito era justamente la ofensa a esos tres sentimientos.

La gran preocupación fue la aplicación de la teoría Criminológica a la práctica, tanto en el aspecto legislativo como en el judicial, el primer esquema de las penas de acuerdo no al delito, sino a la clasificación del delincuente.

Con base a tales apreciaciones, elabora igualmente su clasificación:

Asesinos: los faltos de piedad.

Ladrones: aquellos que no son probos.

Asesinos y ladrones, salteadores y violentos, en los que resalta la ausencia de piedad y probidad.

Señalando que el criminal actúa por deficiencia moral, clasificaciones: cínicos, violadores, raptores, estupradores, psicópatas sexuales, que a su entender no merecían ninguna consideración, siendo por ello partidario de la pena de muerte.

Garófalo participó en diversos Congresos Internacionales de Antropología Criminal.