60 años de la ONU.

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Este derecho debería ser analizado de una manera más profunda porque de no ser así la comunidad internacional depende totalmente de las decisiones que tomen los países permanentes del Consejo, lo cual no siempre es viable ya que se ha visto que muchas veces esta toma de decisiones se inclina por los intereses individuales de cada Potencia. Y según señala la autora “si se desea erradicar el derecho de veto quienes lo poseen deberían votar a favor de su remoción, situación que […] es altamente improbable.”[4] Además, a mi parecer también sería de gran utilidad que existiera mayor representatividad dentro del Consejo con la finalidad de una mejor y más efectiva toma de decisiones.

Por lo contrario, la Asamblea General se observa como el órgano más representativo de la ONU en donde cada miembro está representado (193 Estados), puede tomar cualquier tema de la realidad internacional, pero, no si está siendo tratado dentro del Consejo, sus resoluciones no son obligatorias a menos que el Consejo así lo señale.

A pesar de que (como ya se ha mencionado) es el órgano más representativo uno de sus mayores problemas es que “parece estar agobiada por la cantidad de temas que tiene que examinar” [5] lo cual me parece que es un punto en el que se debe trabajar, ya que la Asamblea no trabaja con eficiencia sobre los temas que se tratan, no aborda en concreto ni opera en ellos. Entre las propuestas de la reforma de la Asamblea están el fortalecimiento del rol y su autoridad, la reforma de los métodos de trabajo, aumento de efectividad, racionalización de la agenda, las resoluciones deben ser acorde a los temas urgentes, etc.

Por otro lado, la reforma de la Secretaria General parece ser una de las tareas más difíciles ya que el Secretario General es el funcionario de más alto rango dentro de Naciones Unidas y sobre él recaen demasiadas expectativas, empero, el sólo es la representación de lo que es la organización. Para tener un mejor funcionamiento se ha propuesto que el Secretario actué como mediador en conflictos, que se le asignen nuevas tareas, que deba asumir el rol de liderazgo. A mi opinión lo esencial sería que funga como mediador de los conflictos teniendo como ejemplo a Dag Hjalmar Agne Carl Hammarskjold que supo llevar a cabo su cargo sin introducir intereses personales, por lo contrario se interesó en el bien común.

Por su parte, otro órgano primordial como el Consejo Económico y Social (CES) se encarga de promover la economía internacional y está dividido en 5 comisiones regionales por lo que “las visiones y estrategias para fomentar el desarrollo por parte de los participantes […] son diversas y […] han diferido entre sí.” [6] Las principales propuestas se tornan alrededor de que el CES ocupe su lugar que le corresponde en la carta y coordine las acciones de los demás organismos especializados y que se realice una reestructuración de los organismos especializados del CES, así creo que este organismo podría posicionarse como el principal promotor del desarrollo y enfocarse en algunos temas que no se discuten con la importancia que debería de ser dentro de la Asamblea.

Otro órgano primordial es el Consejo de Administración Fiduciaria (CAF) el cual hace más de 70 años cumplió con su principal tarea (terminar con el colonialismo) y a raíz de esto surgieron debates sobre qué hacer con este organismo después de lograr su objetivo. Algunos dicen que habría que eliminarla, otros que se le encargaran nuevas tareas, pero eliminarlo no tendría ninguna función, en cambio, que permanezca podría ser de utilidad para la lucha por la creación y reconocimiento de nuevos Estados, por ejemplo, Palestina y la República Árabe Saharaui Democrática.

Por último, la Corte Internacional de Justicia definida como el órgano judicial principal de la ONU se encarga de examinar los conflictos jurídicos que se presentan, se integra por 15 jueces electos por el principio de representación geográfica, es el órgano jurídico por excelencia, sin embargo, tiene ciertas limitaciones, por ejemplo, “los Estados deben dar su consentimiento para que la Corte tenga competencia”[7], es decir, los Estados deben acudir a ella para pedirle alguna resolución, sin embargo, los fallos emitidos por este órgano no son menos importantes ya que juega el papel de un foro internacional en el que se resuelven las controversias que amenazan la paz internacional.

Existen diversas opiniones sobre la reforma de las Naciones Unidas, sobre todo las de las grandes Potencias (EE.UU, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña) ya que al reformar órganos de la institución y diversas actividades perderían algunos beneficios que hasta el momento tienen, sobre todo el derecho de veto ha sido uno de los asuntos más discutidos en el debate de reforma de la institución. A más de 70 años de la creación de la ONU es necesario realizar cambios tanto estructurales como de fondo, es decir, que sean capaces de realizar operaciones eficientes para satisfacer las necesidades actuales de la sociedad internacional, entre las cuales se encuentran la seguridad y el desarrollo, que hasta el momento siguen siendo tareas pendientes.

La realidad internacional está pasando por un proceso de inestabilidad en donde cada vez se ven nuevos actores y fenómenos internacionales que anteriormente no existían y para los que la organización no está del todo preparado, por lo que existe una gran necesidad de que las Naciones Unidas realice un análisis de sí misma, de sus logros, alcances y fracasos para así comenzar una reforma que sea capaz de prevenir conflictos que desestabilicen el orden internacional y que pueda tener una mayor representatividad y por lo tanto democracia al momento de la toma de decisiones que beneficien a la mayoría de los Estados miembros y no sólo a las potencias mundiales.

FUENTE:

- Rosas María Cristina (Coord.). 60 años de la ONU ¿qué debe cambiar?. Centro de Análisis e Investigación sobre Paz, Seguridad y Desarrollo; Australian National University. 2º edición. México. 2014. PP.458.

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