Después de 1959 la complejidad de los acontecimientos que ocurrieron en cuba va tomando más y más matices

...

Además de todo el poder militar y las sanciones económicas con el que occidente ataca a cuba, el propio régimen se encuentra en todo momento con situaciones contradictorias que son difíciles de explicar pero al final estamos seguros que existieron y existen en este momento gracias a la historiografía.

Durante la década de los setenta muchísimos acontecimientos nos hablan de Cuba justamente como esta tierra que le planta cara a Estados Unidos y como una potencia cultural y científica en ciernes pero que al mismo tiempo censura a sus poetas, líderes estudiantiles opositores al régimen mueren en prisión, se recrudece la persecución política y por la vía institucional se crea la Constitución Socialista que de alguna manera justifica el actuar del gobierno.

Los planes masivos de educación y salud por otra parte le muestran al mundo un lugar donde hay miles de graduados universitarios y la seguridad social comprende todo el territorio además de ser de primer nivel.

Dentro de este clima Estados Unidos con Jimmy Carter a la cabeza intenta mejorar su relación con la isla pero al final Estados Unidos desiste cuando Cuba apoya movimientos armados en África que simpatizan con el marxismo y envía a sus propias tropas a combatir.

Así da inicio 1980 y Cuba entra a esta década con una crisis de migración masiva hacia Estados Unidos y otros países de américa. Los cubanos que salen de la isla piden asilo político. Esto culminaría con una especie de acuerdo migratorio entre Ronald Reagan y Castro en donde Estados Unidos permitiría la migración legal de exiliados cubanos mientras que el gobierno de Castro evitaría a toda costa que los habitantes de la isla salieran de ella.

Aquí volvemos a Hobsbawm; El acercamiento de los historiadores a todo el fenómeno de la revolución cubana en el momento en el que ocurrían la mayor parte de estos hitos nos hacen reflexionar si acaso los testigos cercanos a la intelectualidad de la época veían en la revolución cubana una lucha entre dos maneras de pensar ; el capitalismo y el socialismo o si acaso se hacía una distinción entre la realidad cubana, el modo de pensar del destino manifiesto estadounidense y a miles de kilómetros el modo de pensar soviético.

A este respecto y recordando lo que Hobsbawm habla casi al principio de la lectura, el historiador tiene una posición privada desde donde analiza al mundo y aunque pueda tener similitudes con la de sus congéneres siempre se tiene una visión particular.

Seguramente los intelectuales dentro de la revolución cubana hicieron una revisión histórica de ésta completamente ajena a la que los historiadores que experimentaron y analizaron la segunda guerra mundial podrían llegar a realizar o que inclusive algún estudioso latinoamericanista. La guerra fría y las distintas maneras de acercarse al marxismo también generaron todo tipo de visiones dispares sobre un acontecimiento tan lleno de contradicciones como lo fue esta revolución.