Deuda Externa de Honduras.
Enviado por karlo • 24 de Enero de 2018 • 2.951 Palabras (12 Páginas) • 639 Visitas
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1.2 EMPRESTITOS FERROCARRILEROS DEL GOBIERNO DEL GENERAL JOSE MARIA MEDINA.
Después del gobierno derrocado del General José Trinidad cabañas los gobiernos siguientes insistieron en la construcción del ferrocarril interoceánico de Honduras
.El 21 de marzo de 1866 Gutiérrez y Herrán quienes se convirtieron en los principales protagonistas de este acontecimiento financiero que mantuvo al país acumulando una deuda por casi 100 años se dirigieron al gobierno por medio de su ministro de relaciones exteriores, Don Ponciano Leiva. A él le enviaron una “proyectada contrata” “Después de encomiar dicho proyecto en los mejores términos y de vaticinar para el país una era de gran prosperidad y riquezas, pedían que se les otorgara un poder del cual ellos mismos enviaban el borrador a fin de obviar obstáculos”.
Por las constantes sugerencias de Don león Alvarado y de los ministros plenipotenciarios de Honduras Carlos Gutiérrez en Londres y Víctor Herrán en parís, el gobierno del general Medina decidió continuar las gestiones ferrocarrileras y para este efecto dicto un artículo en el cual concedía a los ministros antes nombrados la autoridad para firmar cualquier convenio o contrato para la construcción y explotación ´por cuenta del gobierno de honduras.
Herrán y Gutiérrez dieron muestra de su habilidad desde el principio. El propósito era conseguir la venia, tanto el presidente medina quien no era muy dado en finanzas como el congreso de aquel tiempo para hacer ellos la negociación. Informaba que tenía casi todo listo y que capitalistas franceses depositarían un millón de pesos en la banca de Francia o de Inglaterra y que el gobierno hondureño no pagaría intereses durante 25 años, tiempo durante la compañía constructora administraría por su por su propia cuenta el canal interoceánico.
Medina y el canciller Leiva cayeron fácilmente en la trampa. Además en una nota dirigida a ellos el gobierno de Medina les decía si construían la obra “se le recompensaría altamente los servicios prestados, además del agradecimiento eterno de los hondureños”. En 1867 el gobierno envió a León Alvarado a Europa a inspeccionar las negociaciones con países que tenían deudas anteriores sin haber sido pagada o negociadas. En efecto, en 1825 Centroamérica había contraído con Inglaterra a denominada “deuda federal”. Los países del istmo se endeudaran con la casa de Barclay para afrontar algunas dificultades presentadas al inicio de su gestión ya como países independientes.
Siendo tan desfavorable la situación financiera de honduras, los representantes del gobierno de honduras en parís y Londres, celebraron varios contratos para obtener financiamiento para la construcción del ferrocarril.
- Empréstito de 1867:
El 22 de marzo de 1867 los “enviados especiales” firmaron el primer contrato de endeudamiento por tres millones de libras esterlinas con la casa Bischoffsheim y Goldschmidt. El contrato contemplaba un plazo de 16 años con cuotas anuales de 400 mil libras y con intereses del 10 por ciento. El contrato de once artículos establecía el compromiso hondureño de conceder a la casa proveedora todos los productos de los dominios señalados y bosques del estado hondureño, tales como los de caoba, el añil, algodón, “la deuda externa y el ferrocarril más caro del mundo”. El producto sería entregado a la casa prestamista conforme el avance del ansiado camino de hierro.
Siete meses después, los representantes del Estado lograron la suscripción de un segundo contrato, esta vez por un millón de libras esterlinas. Las condiciones de interés eran las mismas, variando únicamente el plazo que esta vez era de quince años y la cuota anual estipulada en 140 mil libras.
Desde el día en que se emitiera el empréstito hasta su completa solución, los productos de los terrenos debían ser remitidos a Londres.
- Empréstito de 1869:
En mayo de 1869, época en la cual solo se había producido 100 mil libras esterlinas del empréstito de 1867, Herrán logró el 10 de abril un segundo convenio préstamo por la suma de dos millones 490 mil 108 libras esterlinas. El compromiso fue contraído con los banqueros Bischoffsheim y Goldschmidt. El préstamo tenía como finalidad pagar con él los intereses y amortizaciones del empréstito anterior y “cubrir las deudas a favor de los contratistas del ferrocarril”.
- Empréstito de 1870:
17 de junio 1870. en este convenio, el ministro Carlos Gutiérrez, en representación del gobierno de honduras, autorizo la emisión de un empréstito con valor nominal de 2,500,000 libras esterlinas, de modo que rindiera en efectivo 2 millones de libras esterlinas.
DESTINO DE LOS FONDOS.
El general Medina, sin mayor conocimiento de finanzas y distraído siempre por las intrigas internas y externas, no estaba al tanto de las maniobras que se realizaban en el ámbito de los hábiles y pocos escrupulosos especuladores que se movían en Europa. No pudo vigilar convenientemente la maquinaria que habían montado para obtener los empréstitos ferrocarrileros. Todavía en 1872, poco antes de que se suspendieran los trabajos de construcción por “falta de fondos” y de que su gobierno fuera derrocado por Céleo Arias, el presidente Medina manifestaba con ingenuo optimismo que no estaba lejano el día en que la locomotora cruzara de costa a costa el territorio nacional”. En total, Honduras fue comprometida por los corruptos de aquél tiempo nada menos que en seis millones de libras esterlinas de los cuales solamente ingresaron al tesoro público alrededor de 300 mil con los que se construyeron 43 millas de línea férrea. En 1873 Se suspendieron los trabajos del ferrocarril.
La diferencia se diluyó entre las manos de los prestamistas y agentes europeos y los diplomáticos “hondureños”, quienes recibieron fantásticas comisiones que les permitía vivir fastuosamente. El país fue víctima de la suspicacia de sus representados y la complicidad de los agentes financieros internacionales. Los periódicos de aquel tiempo en Londres consideraban que Gutiérrez vivía en un palacio “en que estaba rodeado de lacayos y ofrecía festines”. Era muy dado a jugar en la bolsa londinense. Mientras, Herrán inteligentemente se “consignó” una partida de 240 mil francos como “honorarios” durante veinte años. Y no se quedó solo, también incluyó a su secretario. Muchos particulares también recibieron “ayudas” de parte de los “enviados especiales”.
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