Deuda externa Argentina.
Enviado por mondoro • 3 de Mayo de 2018 • 3.346 Palabras (14 Páginas) • 459 Visitas
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Lo que esta política claramente fue lograr concentrar una capacidad de decisiones en materias de precios, es decir un oligopolio controlado de la economía financiera, en manos de un núcleo más reducido pero todavía más poderoso en empresas industriales ubicadas en ramas de importancia extranjera, lo que determino en una confrontación de grupos económicos al mando –en al ámbito económico- del país, determinando así la coyuntura política de estos sectores tratando de apoderarse de cuotas máximas de financiamiento. Un claro ejemplo de lo que estaba ocurriendo en ese momento político, era la pugna que ofrecían los distintos grupos de las Fuerzas Armadas por obtener un cierto rol de poder en la transición de cambios de la Presidencia de la Nación.
Mediante esta puja por parte de las fuerzas armadas por el intercambio de mandatos de gobierno amenazo un cambio en las políticas económicas del desarrollo del país, fue en esta circunstancia donde aparecen los grupos económicos opuestos a las políticas oficiales implementadas para ratificar sus cambios de rumbo en la política económica. En este transcurso el almirante Massera creyó oportuno realizar una campaña para postularse como candidato y disputarse en 1981, para eso en su discurso trato de implementar un lazo con los sectores opuestos a la política económica del país. En términos de la autora se puede decir explícitamente “Esta campaña contribuyo a caldear la temperatura política de la coyuntura y definió un marco propicio para que los grupos económicos y sectores opositores encontraran nuevas formas de presionar al gobierno” industrial (Mónica Peralta Ramos. “La Economía Política Argentina: Poder y Clases sociales” 1930-2006)
El crecimiento del endeudamiento externo entre los años 1976-78 fue tremendo considerablemente en el crecimiento de los números, pasando de 8.200 millones de dólares a 12.496 millones de dólares, no obstante en 1979 se terminó por explotar el endeudamiento del país, ya que creció un 23,2% considerablemente. La deuda pública lo hizo a una tasa acumulativa del 26,1 % y la privada a una tasa anual 19,6%. Se puede notar que ambas deudas –tanto públicas como privadas- se conjugaban a la hora del pago internacional, y esto se vería reflejado en los sectores económicos, en el bolsillo de la gente y en el déficit de la balanza de pagos del país. Con el correr de los años de deuda externa iba creciendo y este perjudicaba al desarrollo industrial/agropecuario/obrero del país.
El endeudamiento por parte de la elite que estuvo en el poder ilegítimamente queda evidenciado por la fuga de capital, se dice que fueron alrededor de cinco mil millones de dólares del país, el crédito subsidiario del Banco Central Argentino –reserva monetaria del país- fue utilizado para incrementar una deuda ficticia en el exterior por residentes argentinos con el objetivo de beneficiarse con este tipo de subsidios.
Algún ejemplo hacia donde se fue el dinero, fue la compra de armas para la posible guerra contra Chile, que impulsaban las dictaduras de ambos países por el control del Atlántico Sur. Luego de la restitución al poder por parte del gobierno ilegitimo vendría el gobierno democrático en 1983 donde este último iba a recibir una pesada herencia. Al toparse con el semejante endeudamiento lo que intentaría este gobierno era cambiar el desorden económico, pero en este contexto habría de estrellarse contra el enorme poder adquirido por ciertos grupos económicos.
Con la suma al poder del Gobierno Radical en 1883 elegido por el sistema democrático, se intentó garantizar los derechos humanos que se habían perdido durante el mandato de los militares, en primera instancia tratar de hacer fuertes las instituciones para afianzar una crisis que se venía jactando mediante el endeudamiento. A su vez, los sindicatos se empezaban a afianzar para garantizar los derechos de los trabajadores, pero políticamente no iba a ser tan fácil, porque seguían al mando algunos sujetos encomendados al gobierno anterior. Pero con esto, al revertirse la política económica que sufría el país la concentración de los sindicatos sería un imposible.
La aparición relevante de la CGT (Confederación General del Trabajo) en estos contextos reprimió la política económica que esbozaba en ese entonces, se gestaban acciones para cambiar la economía política del país mediante luchas, es decir obligar al gobierno a cambiar las políticas económicas, todo este accionar fue mediante la decisión del presidente Alfonsín. Lo que se intentaba realizar era un consenso entre el Estado, los sindicatos y los empresarios, ya que en estos tres ámbitos se concentraba la economía del país. El objetivo común que llevaron a la realización de estas alianzas fue el rechazo de las políticas económicas oficiales.
Todo parecía indicar que el gobierno había dejado de tener momentáneamente la iniciativa y arriesgaba a perder el control sobre la situación política (Mónica Peralta Ramos. “La Economía Política Argentina: Poder y Clases sociales” 1930-2006 –p 236). En estos términos se puede interpretar que las políticas que determinaban a este Gobierno o los que se habían planteado mediante su campaña electoral no eran puestas en práctica, y uno de los factores que predominaban era el conflicto social con el cual se enfrentaban como es el trato con los peronistas tanto como la propia CGT.
El presidente radical habría de prometer una investigación para determinar en términos porcentuales la legitimidad de dicha deuda (organizadas en auto prestamos, maniobras financieras, deudas canceladas cuyo pago no había sido registrado, tazas de interés desmesuradas, etc.), pero dicha investigación se paraliza y se seguirá pagando en el transcurso de este gobierno, mediante un bajo respaldo económico del Estado, es decir sin presupuesto de este último.
Mientras desde 1982, se tramita un juicio impulsado por un patriota contra todos los responsables de los manejos atinentes a ese endeudamiento durante el "proceso", pero el gobierno no adopta, medida alguna, prefiriendo adaptarse a las precisiones del gran poder económico nativo e internacional.
Cuando ya no puede más el presidente Alfonsín cesa en el pago de los intereses de la deuda (marzo de 1988). Cuando ya no puede más devalúa (6 de febrero de 1989), provocando la furia de quienes no conocían sus intenciones y se quedaron con pesos, con la consiguiente pérdida. Esos grupos económicos promueven, entonces un golpe de Estado financiero, reteniendo dólares lo que provoca una estampida de la devisa extranjera y un proceso hiperinflacionario que arrasa con el gobierno radical.
Con la llegada de Carlos Menem al
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