Dialéctica en la argumentación económica.

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Por el contrario, Herman Daly, refuta la idea de considerar beneficioso la liberación del comercio, claro está, que no niega la oportunidad de acudir al comercio exterior cuando sea oportuno o necesario, pero se debe tener en cuenta una regulación constante, donde no se permita a otros países entrometerse en asuntos propios nacionales, que puedan perjudicar tanto los recursos ambientales propios como el factor social. En cambio, propone una mayor inversión a la producción local y a los mercados domésticos. Sostiene también que los defensores del libre comercio no tienen en cuenta los costos ambientales ni sociales, y que seguramente, los beneficios de producción van a ser menores en comparación con el daño ambiental si se pone en términos de crecimiento económico a raíz de la liberación comercial, de esta manera, empobreciéndonos en lugar de enriquecernos. Por última instancia, cita a Ricardo, diciendo que el capital de una nación se queda en casa y sólo se deben comercializar las mercancías que se genere de él.

Adicionalmente Daly argumenta su desacuerdo con el libre comercio mediante la ley expuesta por David Ricardo acerca de las ventajas comparativas, ya que se estaría asignado menos recursos a productos con poca ventaja comparativa, atentando con uno de los objetivos de la economía (asignar eficientemente los recursos), también señala que el libre comercio tan defendido por los economistas, producen daños humano, sociales y políticos, tildando a sus colegas como peligrosos para el ambiente y la comunidad. De esta manera, criticando la política supresora de fronteras que libera tan descontroladamente flujos de capital-mercancía. Por consiguiente, se opone a las opiniones supuestamente beneficiosas del libre comercio apuntadas a un crecimiento per cápita de las mercancías, pero cegados a ver la dimensión en términos de bienestar a la comunidad, ignorando también la contabilidad e internalización de los costos. Finalizando su contraposición frente al libre comercio, afirmando que éste concepto económico separa la relación costo-beneficio de la explotación ambiental y por lo tanto, hace más difícil su comparación.

De acuerdo al anterior debate entre Bhagwati y Daly, a favor y en contra del libre comercio, se observó la gran importancia que tiene la teoría argumentativa para reconocer las ciencias económicas, es decir, que puede contribuir en gran medida para ejercer en los economistas un critica con más rigor, a examinar con más precisión los argumentos y a formular un debate y/o controversia, que disponga un avance en la perspectiva interdisciplinaria.