ENSAYO DE LA OBRA CAPITANES DE LA ARENA

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SEGUNDO CAPITLO: INSTITUCIONES CONTROLADORAS

Con “cartas a la redacción” es así como el autor da comienzo a su obra y precisamente logra introducir al lector dentro de la gran problemática en la que se basa la obra, la cuál es la marginalidad de unos niños que optan por delinquir para así poder sobrevivir.

En el primer capítulo logramos observar el contraste de las cartas redactadas que son enviadas a un periódico llamado “el jornal de la tarde” en aquellas redacciones se puede ver que las autoridades entre si se envían la culpabilidad de la problemática unos a otros, como también se ve el poder que conlleva el tener un cargo ante las instituciones ya que a la carta de una mujer costurera la cual está indignada por el mal trato que se infringe dentro del reformatorio le refutan la veracidad que tiene el contenido de sí misma y por último la intervención de un cura que se suma a la queja de aquella mujer, en donde el sacerdote confirma la veracidad de la carta de la costurera.[4]

Amado (1939) Capitanes de la arena capitulo “cartas a la redacción”

Fragmento de la carta del director del reformatorio a la redacción del “Jornal de la tarde”

Cuando apareció a carta de una pobre mujer del pueblo, no me preocupe pues no merecía respuesta. Sin duda, era una de las muchas que vienen aquí con la pretensión de impedir que el Reformatorio cumpla la santa misión de educar a sus hijos. Ellas se crían en la calle, en el jolgorio, y como sus hijos son sometidos acá a una vida ejemplar, son las primeras en protestar, en lugar de besar las manos de quienes tratan de hacer de sus hijos hombres de bien.[5]

De lo anterior se puede observar la lucha que tienen las autoridades quienes ejercen el poder contra los pobres, otro problema a raíz de la violencia, es decir un delito neutralizado con más delito, ya que la violencia contra un niño es de igual forma una falta grave como lo es la delincuencia. Aquel reformatorio no instruye de manera adecuada a los niños, el maltrato infringido por este tipo de instituciones controladoras no cambian a los sujetos, sino que por el contrario alimentan un odio para con sus abusadores y con la ley que evidentemente demuestra la desigualdad de derechos y el poderío que tiene una clase social alta en la ciudad.

Amado (1939) Capitanes de la arena capitulo “el reformatorio”

En la policía

En la jefatura de la policía quisimos entrevistar a pero el Bala. Pero no quiso declararnos nada, como tampoco le declaro a la autoridades el lugar donde esconden el fruto de sus robos los capitanes del a arena .Solamente dijo su nombre, dijo que era hijo de un viejo huelguista que mataron en una manifestación durante la célebre huelga portuaria de 191…, y que no tenía a nadie en el mundo.[6]

Amado (1939) Capitanes de la arena capitulo “el reformatorio”

El director del reformatorio se levantó y lo pateo, Pedro el Bala cayó y ya no se levantó. Los agentes hicieron vibrar látigos. El veía a Joao el grande, al profesor, a volta seca, al sem perna, al gato. Todos dependían de él. La seguridad de ellos dependía de su coraje. Si era un jefe no podía traicionarlos Se acordó de la escena de esas tarde. Consiguió librar a los demás, aunque lo hayan a presado a él. El orgullo le lleno el pecho.[7]

“M.F De donde viene la prisión? Yo diría que un poco de todas partes. Sin duda ha existido “invención”, pero invención de toda técnica vigilancia, de control, de identificación de los individuos, de cuadriculación de sus gestos, de su actividad, de su eficacia. Y esto, a partir del siglo XVI, del siglo XVII, en el ejército, los colegios, las escuelas, los hospitales, los talleres”.[8] Por lo tanto dentro de la obra el reformatorio es un instrumento de alistamiento para los delincuentes, donde deben ser alineados. En el cual obviamente los capitanes de la arena culpan su marginalidad a estas identidades sociales de clase alta, de igual forma se evidencia los actos contraproducentes de este tipo de corrección el desprecio que produce en ellos inclusive con las personas que se acerca a darles amor que se ve en el caso del sem pernas, quien cumple la función de espía para llevar la ejecución de robos en casas de la sociedad alta, el cual por su condición física es acogido fácilmente lo que le causaba más rencor y resentimiento para con su entorno, de lo anterior podemos asegurar que esto es una de las muestras del sin fin de conjeturas que se vivenciaban en el Brasil de 1937, donde el estado es anulador de los derechos constitucionales lo que es demostrado en la forma en la que estos niños son perseguidos por las autoridades con el fin de detenerlos y “corregirlos” sin importar las consecuencias como fue el final del sem pernas que eligió el suicido como destino para no perder su libertad.

También podemos observar un poco como dentro de la obra la religión juega un papel importante lo que permite a uno de los capitanes de la arena, el cual se llamaba pirulito tener como apoyo algo importante dentro de la vida del ser humano lo cual es la fe y la ilusión de que algún día podría ser sacerdote y que su vida cambiaria a diferencia de los demás pirulito no creía en santos negros que pertenecen al candomble, los cuales según las creencias fueron quienes enviaron la peste según sus creencias. En la representación de la peste se logra divisar que también está la marginalidad incluida en los dioses, religiones y creencias donde se cree que es un castigo a los pobres por sus malos actos.

En mi posición como lector creo que el autor nos muestra que los capitanes de la arena una vez más son muestra de un egoísmo total de la marginación, de la indiferenciada, la desigualdad, la falta de recursos y de la discriminación, es más claro aún comprobar que también los poderes de la medicina son usados para justificar este tipo de imperialismos donde se intenta centralizar, localizar y ordenar a partir de un pensamiento medico marginando a partir la enfermedad.[9]

Dando un giro a la temática de la obra como lector me interesa mucho como el autor nos convence de que los capitanes de la arena son buenos a partir de lo dicho anteriormente donde la vulnerabilidad de los derechos de estos niños hacen que el lector se conmueva y sienta simpatía y llegue a la justificación de las acciones delincuentes de estos niños que ya actúan como adultos, logrando convencer no más que al lector sino que también al padre José que muchas veces los encubrían y así las acciones