El Príncipe, redactado por Nicolás Maquiavelo (1469-1527) en 1513

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Los príncipes deben mostrarse hábiles guerreros con los soldados para ganarse su aprobación, aunque su prioridad es mantener satisfecho al pueblo. En el momento que el pueblo esta desarmado, debe armarlo o crear un ejército nuevo para su nuevo principado. Las fortalezas se construyen cuando el príncipe teme más al pueblo que a los extranjeros. Maquiavelo considera que la mejor fortaleza es el no ser odiado por el pueblo, porque no hay fortaleza que lo salve cuando el pueblo lo odia.

Un gobernante tiene que ser audaz y persuasivo; así como también debe tener ejércitos propios que le brinden seguridad, no solo frente a otros principados sino también frente a sus propios gobernados. Un gobernante ha de mantener una imagen fuerte y robusta frente a sus administrados. Este no debe dejar que la corrupción se adueñe de su ser, sin embargo en la actualidad los gobernantes únicamente buscan los vicios; como la avaricia, la ambición o la codicia.

El príncipe ha de temer dos aspectos: En primer lugar en el interior de su Estado, puede haber alguna rebelión de sus súbditos. Y en segundo lugar en el exterior de su principado, se puede dar un ataque de alguna potencia vecina, es decir, un levantamiento en armas de algún estado por algún desacuerdo o reclamo de pertenencia ajena, llevando así al estado a una crisis y desesperación.

Los príncipes sabios y los Estados bien ordenados, cuidan siempre tanto de satisfacer al pueblo como de no descontentar a los nobles hasta el punto de reducirlos a la desesperación. Es esta una de las cosas más relevantes que debe atender el príncipe. Para conservar con seguridad sus Estados unos creyeron necesario desarmar a sus súbditos, y otros promovieron divisiones en los países que les estaban sometidos. Unos mantuvieron rivalidad contra sí mismos, y otros se consagraron a ganarse a los hombres que en el comienzo de su reinado les eran sospechosos. Unos construyeron en sus dominios fortalezas, y otros demolieron y arrasaron las que existían.

Maquiavelo predice desaparecer, exterminar al opositor y a su descendencia. Pretende fundar un principado fuerte, mediante ejércitos propios y valerse no solo de la virtud sino también de los vicios para alcanzar los propósitos y mantenerse en el principado. El autor no ve con buenos ojos que el príncipe sea odiado por sus administrados, siempre recomienda que el gobernante sea temido por los suyos, pues este temor es obra suya y depende de él. El príncipe es un retrato del poder, a Maquiavelo le interesa el acceso y el mantenimiento del estado, es un hombre de gran cultura y es por ello lo que le permite comprender la condición humana, y la manera en que esta se comporta y se aferra al poder: Este despreciaba el pensamiento medieval, la ley moral limita la autoridad del gobernante y su concepción de sociedad estática; En su obra postula que debe ser el príncipe quien con su actuación, modele la esencia de su principado. Desde su punto de vista, expone que el gobernante solo debe preocuparse por crear y sostener el poder, además debería rodearse de aquellos que le garanticen el éxito en sus intervenciones políticas.

Maquiavelo reivindicaba el derecho del gobernante a aplicar una política exterior agresiva; El enfrentamiento debía constituirse en instrumento básico de su política exterior para la constitución de su principado. En este último sentido, también reseñaba la importancia en la organización de un Estado. El ejército para ser efectivo tendría que estar integrado por los propios ciudadanos.

Por lo que a mí respecta, este ha sido un trabajo complicado debido a la dificultad de este libro. Es un libro que no me ha gustado porque se centra en las reflexiones de Maquiavelo respecto a los príncipes y Estados. Pero me quedo satisfecho con el trabajo realizado al completar este trabajo.