Ensayo del porfiriato.

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Entre los ideales que tenía el general Porfirio Díaz eran los que le eran primordiales solucionar o mejorar: el primero era mantener o buscar el orden y la paz del modo que mejor le resultara a él, y el segundo objetivo fue promover todo medio que estuviera a su alcance para buscar un crecimiento económico, él sabía muy bien que sin un crecimiento económico en México nunca habría paz social y tranquilidad.

Él tenía una postura muy firme en contra de la delincuencia y los disidentes que en el momento en que se le notificó de un complot revolucionario que se estaba suscitando en el estado de Veracruz se le atribuyó la orden de “mátalos en caliente”.

Este gran revolucionario también entre sus virtudes fue un gran conciliador, ya que él llegó a consolidar en un solo gobierno a liberales y conservadores, él llegó a mantener un punto de equilibrio o balance entre estas dos diferentes posturas y quienes anteriormente se confrontaron durante un buen tiempo.

A su gobierno también se le llegó a atribuir su política de “pan y palo” que consistía en que a la persona trabajadora y productiva se le daría pan y las personas que se revelaran contra su forma de gobierno palo.

Para poder promover el crecimiento económico del país durante su amplio periodo, Díaz promovió varias políticas liberadoras para la economía nacional y mostro en México una amplia apertura a capitales extranjeros. Uno de los principales países que importaron su capital al país fue Inglaterra con concesiones mineras.

El sorprendente crecimiento que se vivió el país, su modernización en el aspecto urbano, el saneamiento de las finanzas públicas y la estabilidad en la política social fueron unos de los logros más significativos de lo que fue el Porfiriato.

Después de que México vivió más de medio siglo en el estancamiento económico y encierro comercial, México volvió a introducirse de lleno en la economía internacional ocupando un lugar importante y significativo, aunque fe de una manera muy dependiente dentro del desarrollo del capitalismo.

Al concluir el régimen, llegando a 1910, México tenía un aproximado de 15 millones de habitantes, de los cuales 11 millones eran campesinos que sobrevivían con salarios que andaban entre los 25 y 30 centavos diarios. En términos generales podemos distinguir cuatro clases de trabajadores en las haciendas: los peones acasillados o también llamados gañanes, de residencia permanente; los trabajadores eventuales; los arrendatarios y los medieros o aparceros.

Otro tema del que se puede hablar respecto a su gobierno en su lapso de tiempo como gobernante fue que durante el Porfiriato, más de 10 millones de habitantes no sabían leer ni escribir, al igual como en todos sus aspectos de su gobierno el sector educativo y cultural también tenían pros y contras unos un tanto visibles y otros no, como se pudo llegar a notar en el sur del país esa zona fue la más afectada y aun dentro de las grande metrópolis se llegó a desarrollar un gran índice de alfabetización.