Ensayo sobre la decena tragica.
Enviado por Ensa05 • 15 de Mayo de 2018 • 4.707 Palabras (19 Páginas) • 1.870 Visitas
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Quisiera hacer un paréntesis para mencionar a mi forma de ver el triunfo de Victoriano Huerta en su plan de usurpar el poder y hacer renunciar a Madero , se debió, en gran parte, a una cadena de sucesos trágicos y errores, tal vez no calculados, que le brindaron oportunidades de oro, las cuales supo aprovechar de la manera más astuta que se puede uno imaginar, tal es el hecho, por ejemplo: La recuperación del Palacio Nacional ; la cual se debió a las brillantes maniobras militares del general Lauro Villar, quien con un pequeñísimo destacamento y sin derramar sangre, vence a los cadetes y generales que habían invadido el palacio, tomando presos entre otros, al general Gregorio Ruíz; posteriormente deja apostados estratégicamente a sus soldados y el General Lauro Villar enfrenta el primer encuentro con los Traidores Reyes y Díaz, Dando muerte en este combate a Bernardo Reyes y logrando que el enemigo se repliege, manteniendo asi, el general Villar el Palacio Nacional a salvo; sin embargo durante el enfrentamiento queda herido del hombro, por lo que cuando el Presidente Francisco I. Madero llega al Palacio Nacional, escoltado por los cadetes desde el Castillo de Chapultepec, lo releva de su puesto (al general Villar) y hace entrega del gobierno de la plaza, precisamente, a Victoriano Huerta, a causa de que el general Lauro Villar tiene que ser trasladado al hospital para atender su herida, oportunidad de oro que se le brinda a Huerta de ser quien pudiese dirigir toda la maniobra de la traición desde un lugar seguro y libre de sospecha.
El presidente Madero había recuperado el Palacio Nacional, Bernardo Reyes había muerto, Félix Díaz y Manuel Mondragón estaban derrotados, Lauro Villar, quien pudo tal vez haber dado un giro a esta historia, estaba fuera del juego y Victoriano Huerta ahora era el nuevo comandante militar de la plaza. Una vez que el presidente Madero se ausenta, Huerta da seguimiento a sus maquiavélicos planes, pues manda fusilar esa misma tarde a los prisioneros cautivos en Palacio Nacional, entre ellos a el General Gregorio Ruiz son, de quien se dice que, precisamente lo hizo para que Gregorio Ruiz no pudiera decir el secreto que guardaba con respecto de todo lo que sabía Huerta de los planes referentes al cuartelazo.
Francisco I. Madero, sale en búsqueda de Felipe Ángeles (uno de sus generales o más bien el general de más alta confianza y de mayor amistad que tenía precisamente Madero) y va por él a Cuernavaca y lo trae a México con la intención de que dirigiera toda esta defensa; sin embargo siendo Felipe Ángeles, un militar extremadamente obediente de la tradición castrense, se somete de inmediato al mandato de Victoriano Huerta, quien de muchas maneras había externado su desprecio hacia el General Felipe Ángeles llamándole en diversas ocasiones el Napoleoncito, debido entre otras cosas, a la educación militar de Felipe Ángeles que había tenido en su juventud, precisamente en Europa.
De tal manera Felipe Ángeles es conducido a un lugar donde fue armado junto con su batallón, con municiones de bajo calibre, que no eran lo suficientemente poderosas para poder sacar a los rebeldes de La Ciudadela, incluso algunos mencionaron que porque disparaba municiones (postas) contra la ciudadela que contaba con paredes de casi 2 metros de espesor de pura piedra. Esta maniobra estratégica de Huerta hace que el General Felipe Ángeles se ocupe de una tarea imposible de lograr, manteniéndolo así lejos, de donde realmente pudiera interferir con el plan maestro de Huerta.
Victoriano Huerta fue muy hábil al eliminar los diferentes grupos militares que pudieran ser leales a Madero; por ejemplo, hizo que un grupo de rurales fieles a Madero, entrara en formación directa y a caballo con la indicación de recuperar la ciudadela, ordenando que entraran por una avenida la cual huerta sabía que estaba flanqueada por francotiradores y gente equipada con ametralladoras en las azoteas, los cuales no dudaron ni un momento en masacrar en unos cuantos minutos a todos ellos.
Por otra parte logra convencer de que se cambie de bando el general Aureliano Blanquet, a quien se esperaba con ansias, llegara a fortalecer a las tropas leales a Madero y así vencer a los traidores, sin embargo este hombre será el que lleve a cabo la tarea de, por llamarlo así, dar la puñalada por la espalda al presidente Madero.
Con Felipe Ángeles aislado y en franca desventaja; Victoriano Huerta junto con sus aliados tras bambalinas logra, con engaños, así como una araña atrae a la mosca a su red, hacer que el presidente Madero y a Pino Suárez, quien era el vicepresidente en aquel tiempo, nuevamente tenerlos a su merced dentro de Palacio Nacional.
Dentro de las páginas el autor hace una semblanza del carácter afable y al mismo tiempo confiado de Francisco I. Madero menciona lo siguiente: " Siempre risueño, siempre afable, charlaba con infantil desembarazo sobre los asuntos más descorazonadores y pasaba los días embriagado por ese optimismo que no pudo sustraerse ni durante la tragedia pavorosa en qué habría de perder el gobierno y la vida (...) Juzgaba a los hombres a su imagen y semejanza: bondadosos, leales, patriotas, honrados y si habían sido maderistas con más razón, tenía fe ciega en el pueblo, un pueblo metafísico, virtuoso, valiente y abnegado ,que jamás habría de abandonarlo."
Una extraña y ciega relación de dependencia parecía que amarraba a el presidente Madero con Victoriano Huerta, la cual parecía un embrujo que no le permitió darse cuenta de que estaba poniendo su confianza y el destino del país en manos de tan maquiavélico personaje
Un personaje importante en esta historia que pareciese sacada de la imaginación de algún escritor de suspenso, fue el Señor Francisco León de la Barra, quien previo a la presidencia de Madero, fungió como presidente interino, y quien tiene una participación importante en esta pérfida trama de eventos funestos.
Victoriano Huerta a espaldas del presidente Madero desde el día 10 de febrero mantiene un estrecho contacto con los generales apostados en la Ciudadela , sin embargo León de la Barca no estaba ajeno a estos obscuros manejos por parte de Huerta , ya que De la Barra era muy cercano a Félix Díaz desde un principio y de la misma forma que todos , el también fingió brindarle el apoyo a Madero , instalándose como el mediador entre los Golpistas y el gobierno Maderista , específicamente con el Presidente. De la Barra le sugirió varias veces el armisticio e incluso él fue quien entablo las entrevistas negociadoras con los sublevados y llevando a oídos de Madero la solicitud de que renunciara a su cargo así como también el vicepresidente; por obviedad Madero Rechaza la propuesta de que
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