Ensayo sobre la familia Bolivar

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casaron en 1773. El tenia 47 años y ella solamente 15 años. Primero nació María Antonia, luego Juana María, después Juan Vicente y por ultimo Simón José.

Debido al nacimiento de Bolívar, doña Concepción empeoro de salud y por ello, recurrió a la ayuda de Negra Hipólita para amamantar a Simón.

Simón Bolívar Palacios nació, por consiguiente, en una familia adinerada. Vino al mundo entre pañales de Holanda, Sedas, cojines de terciopelo carmesí con guarniciones, el 24 de julio de 1783.

Fue bautizado el 30 de julio en la Catedral de Caracas con el nombre de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad.

Sin haber cumplido 3 años, muere su padre Juan Vicente Bolívar, el 19 de enero de 1786, desde entonces Doña Concepción fue el fuerte de la familia con la ayuda de Esteban Palacios quien ocupa el vacio y se hace cargo de la educación de los 4 hijos.

A los 8 años Bolívar era todo un jinete, aprendió a montar caballos en su hacienda en los valles de Aragua. A pesar de ser solo un niño, a Bolívar no le importaba las clases sociales, pues jugaba con los hijos de los esclavos, con ellos se bañaba en el rio y trepaban arboles o también jugaban trompos.

Con tan solo 8 años, Simón queda totalmente Huérfano junto a sus hermanos, pues muere su madre el 6 de julio de 1792. Esteban Palacios y la Negra Matea, ama de llaves, se encargan del cuidado de los niños.

Simón heredo la casa de las Gradillas, las haciendas de cacao de san José, en Yare, valles del Tuy, con 25 mil árboles de cacao; la Concepción, en el valle de Taguanza, con 40 000 mil árboles de cacao; y la de Santo Domingo, en Macaira, con 30 000 árboles de cacao. Todo por un valor de 112 732 pesos.

También sillas de cuero de Carora con clavos dorados, floreros de porcelana azul de China, ollas de cobre para el chocolate, mesas de cedro con pie torneado de pardillo, sillas de mimbre de Veracruz, sillas de mano forradas de guardamacil y damasco, espejos de marcos dorados, platería y cristalería, un reloj de campana, sillones con asiento de guadamacil.

Minas de cobre de Aroa, de la casa y trapiche de san mateo, de la cuadra Bolívar; de la hacienda Ibarra y mucho mas bienes.

Luego de la muerte de sus dos padres, Simón tuvo que cambiar de tutor, pues su tío Esteban fue ascendido a un importante cargo en Madrid. Su nuevo tutor es Carlos Palacios, pero debido a la tristeza por la ausencia de sus padres, le impide rendir académicamente. Bolívar se escapa a casa de su hermana María Antonia pero debido a las leyes es regresado con su tío Carlos.

Sin embargo, su tío Carlos lo confía a Don Simón Rodríguez para que lo eduque con mucha disciplina. Simón Rodríguez es un maestro que ha leído mucho, acerca de la revolución Francesa e infinidades de temas, defiende los derechos humanos, la igualdad y la libertad, cosa que a Bolívar le impresiona e interesa. Rodríguez también le habla acerca de los indios y negros, inculca a Bolívar que hay que liberarlos, que es algo muy injusto lo que se hace con ellos, que debemos ser personas Independientes. No somos libres de vender nuestro cacao, nuestro tabaco, nuestra azúcar y el cuero de nuestras vacas a quien nos pague más. Solo podemos vendérselos a los españoles y al precio que ellos impongan, hay que liberalizar nuestro comercio.

Bolívar queda impactado con las nuevas cosas que ha aprendido. Durante dos años aprende lenguaje y escritura, pero sobre todo aprende a amar a América.

En enero de 1797, casi a los catorce años, Simón comienza la carrera militar. A la vez el padre Andújar le explica matemática y física. También le enseña letras y geografía, un pequeño sabio y poeta de dieciséis años, Andrés Bello.

Año y medio más tarde, Bolívar asciende a sub- teniente de las tropas del rey. Pero el tío Esteban nota que en Caracas no tendrá muchas posibilidades por lo que lo envía a Madrid donde recibirá una educación superior.

No solo estudiaría gramática, ciencias biológicas, geografía, francés y matemáticas, sino que también practicar danza, esgrima y equitación.

Bolívar nació en una gran mansión, tuvo una gran cantidad de dinero, sin embargo, no por nacer rico se nace digno y honrado. Lo admirable de Bolívar no fue la fortuna, sino su dedicación y entrega al servicio de los