Escenarios de razonamientos acertados e incorrectos

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Como a modo de contraposición de un pensamiento lógico, tenemos dos textos en los cuales escasea la coherencia y razonamiento normal. En primer lugar tenemos el texto escrito por Herman Melville (1853) Bartleby el cual se trata de una propuesta laboral en donde se necesita un cargo para trabajar en pleno centro de Wall Street. Ahí es donde llega el protagonista a la entrevista, con una apariencia muy extraña, pálida e impasible, el jurista decide contratarlo a pesar de no saber nada de él: desde su lugar de residencia hasta sus antiguas experiencias laborales. Sin embargo, lo coloca a trabajar en una oficina dentro de la suya. Los primeros tres días el trabajador se mostraba de una manera ejemplar, es decir, dedicada cien por ciento a su trabajo, pero aun así de una manera mecánica, silenciosa y con una tristeza perpetua. Pero después Bartleby comienza a rechazar todo tipo de trabajo diciendo “preferiría no hacerlo”, descolocando al jurista y a los demás copistas judiciales, esto rompe con el orden del lugar. El jurista siente un poco de lástima por él, por ende no lo echa y hasta le ofrece su ayuda. Al pasar el tiempo el jurista se traslada a otra oficina y le da unos días de plazo a Bartleby para que pueda desalojar y buscar algo con mucho más tiempo, ya que el alojaba en la oficina sin decirle ni consultarle a nadie, pero al cumplirse el plazo sigue ahí , sin querer hacer nada, esto impacientó cada vez más al jurista ya que no lograba comprender a Bartleby. Llegan nuevos inquilinos a las oficinas que deberían estar desalojadas pero al encontrarse a Bartleby ahí lo denunciaron y llamaron a la policía para que se lo llevaran. El no opuso resistencia y constantemente repetía su frase “preferiría no hacerlo” para todo lo que le decían, lo detuvieron y encarcelaron como vagabundo.

En ella Bartleby tiene una conducta intachable en donde nadie le dice nada negativo, ya que no hace nada, solo de dedica a mirar las paredes sin querer hacer nada más, ni alimentarse. El jurista después de un largo tiempo decide ir a visitarlo, sin tener ningún tipo de obligación sigue con la intención de que querer ayudarlo, ya sea en el ámbito monetario, etc. sin el mismo entender por qué lo hace. Pero después de un largo tiempo Bartleby fallece, ya que no se alimentaba y solo se dedicaba a observar las cosas.

Después de ciertos rumores el jurista se entera de un poco de la vida personal de Bartleby, en donde el anteriormente se dedicaba a leer y quemar cartas muertas.

En segundo lugar, está el texto Emma Zunz escrito por Jorge Borges (1948). El título es en base a la protagonista y un asesinato irrazonable como venganza injustificada.

Todo inició el catorce de enero de 1922 en Argentina, donde recibió una carta proveniente de Brasil la cual anunciaba que su padre, Emanuel Zunz, había fallecido. En una noche del pasado éste le había confesado que el ladrón de los fondos de la fábrica (donde trabajó él y ella en el presente) había sido el actual dueño de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewenthal, ex gerente de ésta. La ansiedad la invadió ante el recuerdo de dicho secreto e atribuyó toda la culpa a Aarón Loewenthal sin prueba alguna, sólo el relato de su padre. Planeó su venganza, primero: por teléfono le comunicó a Loewenthal que pasaría a su escritorio al anochecer para decirle información respecto a la huelga de los trabajadores. Luego se arregló, fue a tres bares para conseguir un hombre que cayera con su juventud, cuando el hombre pagó y se fue tras haber gozado de sus atributos ella se vistió y dirigió a la oficina. Lowenthal fue al comedor a buscar una copa de agua, error fatal, ya que al regresar Emma lo apuntó con un revólver (ella sabía que se ubicada en el cajón de él) y lo mató con tres disparos. Por último, desordenó el diván para luego llamar a la policía y con una increíble actuación les afirmó que había sido abusada y en defensa lo mató.

Y para finalizar, tenemos en tercer lugar el texto escrito por Nathaniel Hawthorne (2003) Wakefield el cual trata de un hombre relativamente normal, el cual un día se determina en sin ningún motivo coherente o lógico, abandonar a su esposa. Alrededor de todo el relato, este hombre no sabe cuándo terminar con su pequeña broma, ya que, constantemente va aplazando el regreso a su hogar, tan así, que se demora más de veinte años regresar. Ni el mismo personaje es capaz de explicarse la verdadera razón (si es que la hay) de porque no vuelve a su hogar, junto a su esposa que lo quiere.

Un día lluvioso en esos que realizaba sus constantes caminatas de vigilancia fuera de su hogar; sin previo aviso y sin ninguna razón realmente razonable, decide entrar.

Sin duda, las emociones juegan un papel fundamental ante el uso del razonamiento ya que muchas veces impiden que las personas piensen y actúen correctamente ante situaciones puntuales. En la película se equilibró la situación ya que Benjamín Espósito y Pablo Sandoval siempre aplicaron el pensamiento reflexivo para descubrir al asesino de la joven Liliana Coloto.

Sin embargo, el protagonista del Bartleby en donde el jurista quien empatizó demasiado con el joven actuaba muy paciente ya que éste le transmitía una singular confianza por su pasividad, llegando a tolerar diversos altercados por ese tipo de caridad ante aquel ser indefenso.

También, el protagonista de Wakefield por mero impulso se alejó 20 años de su esposa para quizás conocer cómo actuaría ella tras su desaparición, todo por su pasivo egoísmo y vanidad sin pensar en todo el daño que le causaría a su familia.

Y finalmente, la joven del texto de su nombre Emma Zunz quién mató al dueño de la fábrica tras el juramento de su padre (y ninguna evidencia) donde Loewenthal había robado los fondos de la compañía por lo que la tristeza, el malestar, la impaciencia por vengarse fue la que influyó en el asesinato.

Referencias bibliográficas

Erikson, K.A., Hastie, R. (1994). Contemporany approaches to the study of Thinking and Problem Solving. En R.J. Stenberg (ed). Thinking and Problem Solving. Nueva York: Estados Unidos.