· Guerra Colonial y Crisis de 1898
Enviado por Sandra75 • 17 de Abril de 2018 • 1.485 Palabras (6 Páginas) • 475 Visitas
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EE.UU reclamaba a España que pacificara Cuba para que así pudiese haber comercio. El pretexto para entrar en guerra contra España fue el hundimiento de un barco de guerra estadounidense llamado Maine. Aunque luego se demostró que se había hundido por accidente en el puerto de La Habana.
La declaración de guerra fue en Abril de 1898. En el verano de ese mismo año, la flota española en la Batalla de Cavite (Filipinas) y en la Batalla de Santiago (Cuba) fue derrotada.
En Diciembre, se firmó el Tratado de Paz de París, en el cual pasaban Puerto Rico, Filipinas y Cuba (proletariado) a EE.UU.
4. El Desastre del 98
La derrota de 1898 contra EE.UU creó en los políticos y en la sociedad española una sensación de fracaso. Perder esas colonias suponía la desaparición del mito del imperio español. Y eso en un momento en el que las demás potencias europeas estaban creando un imperio colonial en África y Asia.
Para muchos españoles esto dejaba al país en un segundo plano.
- Situación económica
A pesar del impacto psicológico que supuso el desastre del 98, las consecuencias reales no fueron tan negativas.
No hubo crisis económica en los primeros años del siglo XX. A pesar del gasto militar y de perder el mercado colonial, la deuda del Estado se redujo. La inflación se mantuvo estable, incluso bajó un poco. De echo, las inversiones aumentaron gracias a que el dinero que España tenía invertido en Cuba se trajo de nuevo al país.
No hubo cambios institucionales y el sistema político canovista se mantuvo.
Por lo que, el desastre del 98 fue una crisis moral e ideológica.
5. El regeneracionismo
El regeneracionismo es el nombre que damos a todos los movimientos que surgieron como reacción al desastre del 98. Lo que los unía era una defensa de la necesidad de modernizar la política y la sociedad española.
El representante fue Joaquín Costa, que comenzó escribiendo artículos en la prensa, en los que insistía en que la mejora para el país vendría a través de la alfabetización de la población y en la reforma profunda de las estructuras económicas.
Finalmente, intentó fundar un partido político, que proponía atraer el voto de todas las clases medias españolas. A ese partido lo llamó Unión Nacional y tenía el apoyo de los intelectuales de la Generación del 98. Aun así, este proyecto no funcionó.
- Auge nacionalista
El regeneracionismo tuvo una consecuencia y fue el reforzamiento del patriotismo. Los patriotas españoles estaban dolidos por el desastre del 98 y por el auge que habían tomado los nacionalismos periféricos, sobretodo en Cataluña y el País Vasco.
La burguesía industrial de estas dos regiones apoyó a partir de ese momento a los partidos nacionalistas. El patriotismo influyó mucho en el ejército. Los mandos del ejército celebraron la expansión colonial en Marruecos.
El ejército va a empezar a intervenir en política por las críticas que recibía en la prensa, porque pedían mayor dotación para mejorar su armamento y mejores condiciones laborales.
6. El bipartidismo con Alfonso XIII
Los políticos del turno dinástico, es decir, el partido liberal y conservador quedaron bajo el regeneracionismo. El liberal Sagasta estaba desgastado por la crisis del 98, fue sustituido por el conservador Silvela en 1899.
Silvela intentó hacer algunas reformas como introducir en su gobierno a personas que eran de otro partido diferente del turno; intentó hacer una reforma de los impuestos más equitativa. Pero, los comerciantes la rechazaron y él tuvo que retirarla.
Ante la situación de crisis, en 1902, se coronó a Alfonso XIII. Durante su reinado, los partidos del turno tuvieron problemas para encontrar un líder que consiguiese agrupar las tendencias dentro del partido. Uno de los políticos que sí lo consiguió fue Antonio Maura, jefe del partido conservador, que intentó hacer una reforma democrática que llevaba las elecciones a las administraciones locales. Esta reforma y otra que planteó se llamó Revolución desde arriba. Sin embargo, estas reformas fueron rechazadas por las Cortes.
En 1909, el rey obligó a dimitir a Antonio Maura con motivo de la llamada Semana Trágica. En Barcelona, unos soldados que iban para Marruecos se amotinaron y fueron reprimidos por el ejército. Le sustituyó el jefe del otro partido, José Canalejas, que intentó hacer reformas regeneracionistas como eliminar los consumos y las quintas, y también renegociar el Concordato con la Santa Sede. Todos esos proyectos desaparecieron cuando José Canalejas murió en un atentado, en 1912.
En 1917, la situación de la monarquía de Alfonso XIII se deterioró mucho. El ejército se planteó seriamente intervenir en política por las críticas de la prensa. Y la inestabilidad social por el movimiento obrero y el catalanismo. Todo ello culminó en 1923 con el golpe de Estado de Primo de Rivera y el comienzo de su dictadura.
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