HISTORIA DE LAS IDEAS JURÍDICAS
Enviado por Stella • 1 de Septiembre de 2018 • 44.602 Palabras (179 Páginas) • 362 Visitas
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Hacia el siglo V antes del nacimiento de Cristo (aC) se desarrolló una importante civilización en la parte oriental del Mediterráneo. Ocupó lo que hoy denominamos Grecia, pero se extendió al Sur de Italia (Magna Grecia) y en parte de lo que hoy llamamos Chipre y Turquía. Un gran guerrero griego, Alejandro Magno o Alejandro de Macedonia (356-323), llegó a conquistar una parte del Sur de Asia y a Egipto, pero no llegó a consolidar un imperio. La extensión de Grecia explica la existencia de arquitectura y otras artes griegas en sitios tan lejanos como Afganistán. Su civilización se extendió en el mundo mediterráneo y tuvo una influencia importante en Roma, por lo cual se habla de civilización greco-romana.
En términos políticos, Grecia fue un conjunto de ciudades independientes entre sí que con cierta frecuencia guerreaban entre ellas o se unían para atender una amenaza común. La ciudad era la unidad política para los griegos. Como para nosotros la unidad política es el estado generalmente hablamos de las ciudades-estados. La palabra en griego para ciudad es polis y de ella vienen muchas de nuestras palabras relacionadas con gobierno y política, como la palabra política misma, o policía.
Entre los griegos y especialmente en una de esas ciudades, Atenas, florecieron las letras y las artes hacia el siglo V aC. La arquitectura, la escultura, la cerámica, el teatro, la poesía, la historia y la filosofía de la época marcaron al mundo occidental. En este curso nos referiremos al pensamiento filosófico que concierne al derecho y especialmente a uno de esos grandes pensadores, Platón (427-347 aC).
Platón escribió varias obras, todas en forma de diálogo. Una, que conocemos como La República, generalmente se la reputa como la obra fundadora de la filosofía política y del derecho. La obra es una reflexión sobre la justicia y para estudiarla describe a la ciudad justa (o justicia en la ciudad-estado) y la persona justa. El contenido es muy variado porque describe, por ejemplo, como debe ser la educación de los ciudadanos o como debe ser la música. Para explicar sus planteamientos cuenta fábulas que han generado muchísima reflexión. En la República está, por ejemplo, la fábula de la caverna. Para explicar el conocimiento describe una caverna donde los humanos estaríamos encadenados y sólo veríamos las sombras de lo que pasa fuera de la caverna. Vemos sólo las apariencias, y el conocimiento consistiría en entender las ideas, las verdaderas representaciones del mundo. Filósofo es quien se puede desatar de las cadena y ver las ideas. La polis justa que describe Platón sería así la idea de la justicia y de la polis.
Otra fábula es la del anillo de Giges que nos hace invisibles. Se usa para argumentar que todos seríamos injustos si tuviéramos ese anillo. Este argumento se complementa con otro que sostendría que quien logre cometer las peores injusticias pero teniendo la apariencia de justo sería un hombre feliz. Disfrutaría de la reputación de justo, que lo hace apreciar por sus conciudadanos, y a la vez no tendría límites en la satisfacción de sus instintos y placeres, aun si esto implica cometer delitos (que no serían nunca descubiertos). Estos son argumentos sofísticos, es decir, aun quienes lo proponen no creen en ellos (o no creen del todo) pero se proponen para que se demuestre su falsedad. Recordemos que La República está escrita en forma de diálogo, y al personaje Sócrates le corresponde lidiar con esos argumentos.
Para Platón la justicia es un orden o armonía que produce la verdadera felicidad. La polis justa es la gobernada por la persona que tenía el conocimiento (el “filósofo-rey”). El conocimiento importante para la práctica se denomina prudencia. El filósofo-rey tiene la virtud de la prudencia por excelencia. Los ciudadanos-guardianes comparten la prudencia del filósofo-rey y están dispuestos a mantener a la ciudad en sus creencias y reglas fundamentales (hoy diríamos en sus instituciones) con todo vigor. Esta es la virtud de la fortaleza o valentía. Entre ellos no existe propiedad ni familia pues se deben completamente a la polis. El filósofo-rey a través de hábiles mecanismos determina cómo se aparean para que tengan los hijos más capaces y saludables, y para que no se apareen entre hermanos. Al no existir familia, los jóvenes van a reconocer como sus padres a todas las personas de cierta edad, lo cual produciría una estrecha integración de la polis. Los demás deben tener la virtud de la templanza (sofrosine), es decir la moderación y el saber obedecer.
La descripción de la justicia en la polis nos permite ver la justicia en letras grandes y nos permite entender a la justicia en la persona. La persona justa es la gobernada por su inteligencia (o prudencia), que residiría en la cabeza. Tendrá una voluntad férrea para mantener sus convicciones que ayuda a gobernarse a sí misma. La fortaleza se asociaría con un león que tendríamos en el corazón. Esto permitiría el control de las pasiones y apetitos o monstruo de mil cabezas que está en la parte infra-diafragmática de nosotros. La persona justa es la gobernada por lo mejor de sí misma y por esto puede decirse que es dueña de sí misma. Pero si se deja gobernar por sus apetitos y pasiones, que son insaciables, va a ser gobernada por lo peor de sí misma, va a ser esclava de sí misma. Es decir, profundamente infeliz.
Es dudoso que la República sea un planteamiento político de Platón. Es probablemente un planteamiento teórico o modelo para entender las relaciones en la polis. En ese sentido su impacto ha sido enorme. Las cuatro virtudes de las cuales habló pasaron a ser las virtudes cardinales (justicia, prudencia, fortaleza y templanza). La teoría de la virtud, una parte muy importante de la ética, ha sido marcada por la elaboración de Platón.
Trasímaco y Sócrates
En este curso no podemos leer toda la obra y hemos escogido dos fragmentos. El primero de estos fragmentos es la conversación entre Trasímaco y Sócrates. Ambos fueron personas que existieron realmente en la segunda mitad del siglo V aC (murieron hacia el año 400 aC, pero Sócrates murió cuando tenía unos 30 años mientras que Trasímaco murió tal vez de 40 o 50). Trasímaco ha pasado a la historia de la filosofía como un sofista. En realidad fue un gran orador y Aristóteles lo acredita como una persona que contribuyó a la retórica o arte de argumentar. En la República hablan personajes y no sabemos si el diálogo tuvo realmente lugar, pero es probable que Trasímaco hayan mantenidos posiciones cercanas a las planteadas en la obra que Platón elaboró posteriormente.
LECTURA 1-1
TRASIMACO
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