HISTORIA MUNDIAL II: “LAS CRUZADAS”

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- Séptima cruzada (1.248-1.254): predicada por el papa Inocencio IV y protagonizada por Luis IX de Francia (San Luis), Roberto I de Artois y los caballeros templarios, con el objeto de recuperar Jerusalén después de la tregua de 10 años, estableciendo para ello una base de operaciones en Egipto, donde el francés cae prisionero debiendo pagar un rescate por su liberación. Regresa a su reino por la muerte de su madre, con lo cual la cruzada constituyo otro fracaso.

- Octava cruzada (1.270): predicada por Inocencio IV y dirigida por Luis IX y su hijo Felipe el audaz, quienes arremeten contra Túnez. El soberano muere un día después del desembarco y es sucedido por su hijo Felipe III. Tras las epidemias se decide el abandono de la ciudad por un acuerdo con el sultán, los cristianos ganaban libre comercio con Túnez y la residencia de monjes y sacerdotes quedaba garantizada, por lo cual la cruzada arrojo un éxito parcial.

- Novena cruzada (1.271-1.272): generalmente es considerada como una prolongación de la 8° cruzada, ya que su protagonista- Eduardo I de Inglaterra- debía unirse a las tropas de Luis IX, pero se desvía hacia Tierra Santa con el fin de frenar el avance del sultán Baibars y de los mamelucos. Tras recibir la noticia de la muerte de su padre, como heredero al trono debe regresar a Inglaterra, no sin antes pactar una tregua de 10 años con Baibars.

Concluido ese periodo de tiempo los mamelucos conquistarían todos los territorios cristianos de Siria.

Dos siglos de cruzadas no lograron debilitar la fuerza del Islam y podrían haber significado un vigoroso ataque musulmán sobre occidente, pero la vertiginosa formación de un Imperio Mongol en Asia, aparto completamente a los turcos de toda empresa en Europa.