Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

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Tras el paso de estos conquistadores fueron poniendo sus ideologías ya que iban destruyendo a sus deidades nativas y haciéndolos más sumisos convirtiéndolos al cristianismo A LA FUERZA siendo fray Bartolomé de Olmedo quien acompaño a Cortés para llevar a cabo estos actos religiosos.

Después de llegar a la ciudad de Cholula el gran señor Montezuma envió embajadores con presentes de oro y mantas para que el conquistador Cortés no siguiera avanzando y llegara hasta la gran Tenochtitlan y los embajadores seguían diciendo que el gran Montezuma le mandaría mas oro, matas y piedras preciosas tanto para el como para su rey pero que regresara por donde había venido, después de escuchar a los embajadores Cortés los abraso y dijo que aun así quería llegar a Tenochtitlan y que si al gran señor Montezuma no le parecía su estancia en su ciudad se regresarían por donde vinieron.

Después de dicho esto siguió avanzado y llegaron al siguiente día al camino de Estapalapa en donde los caciques le dieron regalos y al siguiente día siguieron su camino acompañados por esos caciques.

Pasaron cuatro días después del recibimiento del gran señor Montezuma y los soldados y capitán no habían salido durante ese tiempo así que con un mensajero mando a decirle al gran señor Montezuma que querían ir a ver la plaza mayor y poder observar el gran adoratorio de su Uichilobos, el gran señor Montezuma accedió pero por otra parte temió no hicieran algún deshonor en sus ídolos así que acordó ir él en persona con muchos de sus principales.

Cuando llegaron a la gran plaza de Tatelulco quedaron realmente sorprendidos puesto que nunca habían visto algo igual.

Bernal Díaz empieza por el mercado de oro y plata, piedras ricas, plumas, mantas y cosas labradas, después estaban otros mercaderes de esclavos algunos sueltos dice Bernal, igual mercaderes que vendían ropa más basta, algodón y cosas de hilo torcido, también estaban los cacahuateros que vendían cacao, de esta forma estaban más mercaderes.

Se encontraban en la gran plaza los que vendían mantas de henequén, sogas y cotaras lo cuales eran los zapatos que calzaban y del mismo árbol hacen raíces dulces cocidas y otras rebusterias todo esto estaba en un lugar de la plaza señalado, al igual se encontraban cueros de tigres, leones, nutrias, adives, venados, tejones, gato montés, algunos adobados y otros no.

Siguieron caminando y llegaron donde vendían frijol, chía, junto con otras legumbres y yerbas, más adelante estaba donde vendían las gallinas, gallos de papada, conejos, liebres, venados, anadones, perrillos y otras cosas de ese arte. Siguieron a las fruteras en las que dice vendían cosas cocidas, mazamorreras y mal cocinado, esto solo fue una parte que Bernal Díaz quiso poner puesto que dice que aun en dos días no se hubiera podido terminar de ver esta gran y magnifica plaza.

Saliendo de la gran plaza se dirigieron al cú cuando a penas empezarían a subir el envió el gran Montezuma desde arriba, donde estaba haciendo sacrificios, seis papas y dos principales para acompañar a Cortés y ayudarle a subir los ciento catorce como escalones agarrándolo de los brazos como ayudaban a su señor Montezuma, pero Cortés se negó y no quiso que llegasen a él.

Llegando hasta arriba del cú nos comenta Bernal Díaz que tenían un espacio como andamios en los cuales eran puestas las personas a sacrificar al igual que había un gran bulto como dragón (supongo era Quetzalcóatl) y otras “malas” figuras y mucha sangre derramada ese día.

Comenta que terminando de llegar salió el gran señor Montezuma de un adoratorio donde estaban sus “malditos” ídolos…

Hasta este momento lo que más me disgusta es el que aplastaran la religión que ya se tenía e impusieran a la fuerza la suya “cristianizando” a los indígenas y destruyendo sus templos e imágenes cuando ellos han metido al igual “ídolos” y uno no les dice que son sus malditos ídolos cuando ellos igual mataban gente para que fueran “cristianos”.

En cuanto a la gran plaza tal vez agregue algunas palabras de mas pero realmente me hubiera encantado ver esa plaza en su esplendor, se comenta que podías pasar y observar los artículos que se te ofrecían y no como ahora en los grandes mercados que no puedes ni detenerte un momento puesto que en ese entonces tenían bajo control todo puesto que solo los guerreros de ese lugar podían estar amados, la variedad de especias que se debió de haber tenido en ese tiempo pudo haber sido muy grande…