Historia de los orígenes de Roma

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Cuando Rómulo y Remo fueron adolescentes, eran el orgullo de los pastores quienes cuidaron de ellos, ya que se habían convertido en unos jóvenes fuertes y valientes, ése era quizá el motivo por el que abandonaron sus simples tareas y buscaron la caza en los bosques cercanos, no se limitaron a perseguir fieras, sino que también atacaban a los ladrones y repartían lo recuperado entre los pastores.

En aquel tiempo, festejaban las fiestas Lupercales en el Monte Palatino, a las que cada año asistían Rómulo y Remo para participar en las carreras en honor al dios Pan. Los ladrones a quienes habían despojado de lo robado vieron la ocasión de vengarse y les tendieron una trampa.

Cuando los hermanos llegaron al lindero del bosque, los sorprendieron arrojándoles una red encima, lucharon por liberarse, pero salieron de los matorrales los hombres que querían venganza; en un esfuerzo, Rómulo logra escapar y se lanza sobre los ladrones sin embargo, como eran mayoría logran vencerlo y lo dejan sin conocimiento.

Remo no tuvo oportunidad de escapar, los ladrones se lo llevaron prisionero y lo entregaron al rey Amulio, inventándole calumnias acerca de que era el jefe de una banda que se dedicaba al saqueo en las tierras de Numitor, el rey tomó la decisión de enviarlo con su hermano para que él lo juzgara, ya que eran sus tierras las que estaban saqueando.

Rómulo regresó a su casa para reunir a sus compañeros y a los pastores para que fueran a liberar a su hermano, al enterarse de lo ocurrido Fáustulo decide revelarle el secreto de su nacimiento, que por tantos años había guardado para cuando fuera necesario.

Los falsos pastores llevaron a Remo ante Numitor, quien por casualidad escuchó que los hermanos eran gemelos, inmediatamente recordó a sus nietos desaparecidos o quizás muertos dieciocho años antes, se acerco a su rostro para observarlo mejor y se dio cuenta de que no parecía un simple pastor ya que sus facciones eran finas y dignas de un noble, con todo esto, aceptó que tenía delante de él a uno de los hijos de Rhea Silvia, lo que agradeció a los dioses.

Una vez aclarado su origen, Rómulo y Remo decidieron vengarse y devolverle el trono a su abuelo, reunieron a los pastores y a las fuerzas de Numitor y de esta manera lograron matar a Amulio.

En agradecimiento, el rey les entregó territorios al noroeste del Lacio, decidieron fundar una ciudad justo donde la loba los amamantó y donde fueron encontrados por Fáustulo.

Como eran gemelos no podían decidir quién sería el rey, ya que ambos tenían la misma edad, así que lo dejaron a los augurios, discutiendo quién reinaría y cuál sería el nombre de la ciudad, acordaron que lo elegiría aquel que avistase más aves, dicho lo anterior, Remo junto con sus partidarios escalaron el monte Aventino y Rómulo el monte Palatino.

Ya en la cima, el primero que recibió los augurios fue Remo al ver a seis buitres volando sobre el monte Aventino, acababa de anunciarlo, cuando Rómulo vio doce buitres; siendo aclamado rey, inconformes los seguidores de cada hermano, unos apoyándose en la prioridad y los otros en el número de aves, se hicieron a los golpes en un sangriento combate, Rómulo lleno de cólera marco simbólicamente con un arado los límites de su ciudad, Remo decidió traspasarlos burlándose de su autoridad, y enfurecido éste, lo mató, exclamando: “Así perezca todo el que se atreva a saltar mis murallas”.

Quedando Rómulo como rey, la nueva ciudad tomó el nombre de su fundador “Roma”, estableció ritos religiosos, creo instituciones, reunió a una multitud a quienes dictó leyes para que se respetarán, se llevarán a cabo y así poder ser una nación, la ciudad crecía cada día, porque llegaba mucha gente en busca de refugio, cumpliendo su palabra acogió tanto a hombres libres como esclavos.

Más tarde, crea un senado integrado por cien miembros quienes eran nombrados “Padres” y a sus descendientes “Patricios”, los reunió para que lo aconsejaran en un importante problema, ya que la ciudad era lo suficientemente fuerte para soportar el ataque del enemigo, pero no tenían mujeres, y toda la grandeza de su pueblo se perdería en una sola generación, por falta de descendientes.

Los Padres le propusieron hacer alianza con las ciudades vecinas y enviaron embajadores para negociar acuerdos de matrimonio, pero todos los pueblos los rechazaron, ya que los despreciaban y les temían.

Las sabinas

Rómulo no se dio por vencido y decidió hacerlo de otra manera y con más astucia, organizó unos juegos solemnes en honor a Neptuno ecuestre e invitó a todos los pueblos cercanos junto con sus mujeres, aquel día los romanos no creían lo que estaban viendo ya que una muchedumbre entraba a su ciudad, entre ellos los sabinos, eran los más numerosos llevaban a sus mujeres e hijos.

Cuando llego la hora del espectáculo, Rómulo dio la señal y los jóvenes romanos se abalanzaron sobre las sabinas, ya que los padres y esposos no traían armas y estaban bebidos fueron incapaces de oponer resistencia, vieron como eran raptadas ante sus ojos y al no poder hacer nada terminaron por huir.

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Las sabinas al sentirse abandonadas por sus familias, lucharon con todas sus fuerzas, por lo que Rómulo las visitó una por una explicándoles los motivos de su rapto y ofreciéndoles que la unión con los romanos sería legitima, compartirían sus bienes y las asistiría el derecho de la ciudad, al pasar el tiempo, volvió a reinar la calma en Roma, dado que los raptores se dedicaban amorosamente a merecer el cariño de sus nuevas esposas.

Los padres de las mujeres raptadas, no habían olvidado su ofensa y decidieron declararle la guerra a los romanos, esto fue mala idea, ya que las tropas romanas arrollaron y dispersaron a los hombres del pueblo, Rómulo descubre al rey de Caenina y lo mata, con todo lo ocurrido la ciudad pasa a ser parte de Roma y así como ésta fue conquistada también Antemoe.

Pero aún quedaban los sabinos, que no renunciaban a su venganza y optaron por una artimaña para sitiar Roma, Tarpeya hija del comandante de la ciudadela fue convencida de ayudarlos a cambio de lo que ella pidiera, y les dijo que le dieran lo que llevaban en el brazo izquierdo, a lo que se refería era a que le entregaran los escudos, convencida de que los guerreros sin la protección de estos no podrían resistir por mucho tiempo, ya que todos entraron a la ciudadela Tarpeya pidió su pago, entonces todos los sabinos la rodearon y arrojaron sobre ella sus pesados escudos, tachándola de traidora a su patria, sepultada bajo el