LA CALLE DONDE TU VIVES

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EL SANTO Y SEÑA

Fortunato Saban que vivía en Momostenango fue reclutado para venirse de “voluntario” a la ciudad en donde le tocaba ser guardia. El pensaba en su mamá que se había quedado sola y es ciega, en su esposa y sus animales. El tenía ganas de escaparse y regresar a su pueblo, una noche a en lo oscuridad se le apareció su mamá y le dijo que escapara que ella lo iba a ayudar, así que el dejo todo su equipo tirado y salió corriendo escapo del lugar. Se tardo en llagar a su pueblo y cuando llego a su pueblo se encontró con un amigo de la infancia y se pusieron a platicar el amigo le cuenta cosas buenas y malas entre ellas la noticia que su mamá había fallecido hace dos meses, él se puso a llorar y desconsoladamente se recordó que se le había aparecido su mamá.

EL CUENTO DEL SOLDADOR

Don Tachito iba caminando por las calles gritando a ver quién lo llamaba para hacer trabajos y ganar un poco de dinero para comer, él estaba muriéndose de hambre, cuando de una casa antigua una señora lo llamo para que le hiciera un trabajo, ella le explica que es lo que quiere que le haga; realizó el trabajo y salió de la casa muy contento y con lo que le habían pagado fue a comer a “El Dulce Nombre” después de comer se dio cuenta que le hacía falta una herramienta e hizo memoria y recordó que la había dejado en la casa en donde había estado haciendo trabajos en la mañana. Así que al día siguiente fue a la casa y un señor le abrió la puerta, Don Tachito le pregunto si había alguien en la casa y le expuso el motivo de su visita y el señor le respondió que esa casa estaba abandonada desde hace 10 años que murió la dueña.

EL CUENTO DEL VIOLINISTA

Era un joven violinista que estaba enamorado de María del Rosario, al padre de la muchacha no le agradaba que él, así que decide mandar a María a un colegio en Inglaterra. Guayo entró en depresión y no salía de la cantina en donde solo se gastaba el dinero que ganaba por tocar en licor. Guayo siempre pasaba frente a la casa de María cuando un día vio a la sirvienta que iba de negro corriendo al otro lado de la calle cuando regresó Guayo le preguntó que qué pasaba y la sirvienta le conto que hace 15 días que María del Rosario había fallecido Guayo entro en depresión y un día lo encontraron a él muerto, cuando lo enterraron le vieron la cara por última vez y llevaba una sonrisa en su cara; desde ese día que murió escuchan melodías tocadas en violín en la casa de María.

EL ESPANTO DE LA AMBULANCIA

Don Tulio dormía en la estación de bomberos cuando el guardan lo despertó notificándole que había un herido de bala, Don Tulio se subió en la ambulancia y fue por el herido lo subió en la ambulancia y llegó hasta el hospital cuando se bajó de la ambulancia abrió las puertas para bajar al herido no había nadie más que la camilla amarrada como él lo había hecho. Sin decir nada se regresó a la estación de bomberos en donde el jefe lo esperaba diciéndole que como era posible que sin emergencia se hubiese ido tomando una unidad móvil y él les dijo que el guardia le había dado la orden de ir a esa emergencia; cuando un bombero aparece y cuenta que a él le pasó lo mismo que a Don Tulio y que ese espíritu aún anda ahí porque no ha podido descansar en paz.

LA LEYENDA DEL POLICIA

El policía estaba verificando que ya nadie estuviera afuera por el toque de queda y caminaba por las calles pare cerciorarse que ya no hubiese nadie afuera, cuando de repente vio que de frente a él venía una mujer muy deprisa le preguntó que a donde iba ella respondió que a la farmacia así que la acompaño, ella entró a comprar y cuando salió la acompaño hasta su casa, pero le pareció raro que solo se escuchaban los pasos de él y no los de ella y trataba de verle los pies cuando se dio cuenta que iba flotando, empezó a sentir que todo le pesaba, la lengua se le durmió y la joven se iba desapareciendo mientras seguía avanzando él se quedó tirado ahí hasta la mañana siguiente que lo despertaron fue apresado por haber abandonado su puesto, aunque contó lo sucedido pero no le creyeron.

LOS CHOCANTÍOS

Estos dos personajes fueron los más queridos y pintorescos de la sociedad chapina y aún recordados con cariño. Por las calles se les veía caminar con la canasta bajo el brazo y caminado unidos luciendo levitas y corbatas multicolores. Así caminaban los hermanos Aragón Carrera, iban por ahí diciendo poemas para enamorar a las mujeres.

EL FAMOSO “JÍCARAS” NEGOCIOS QUE SE PERSONIFICAN CON EL USO

Era un rinconcito en donde sse celebraban matrimonios en medio de un campo florido. En donde servían chicha, otros licores y bocaditos especiales.

LA MOSQUITA

Era una señora que se sentaba en la banqueta a pedir dinero y cuando algún joven le daba dinero le decía “Adiós Mosquito” y si era mujer le decía “Adiós Mosquita”.

EL TIGRE

Era un señor que deambulaba con el afán de ganar uno centavos o era muy descarado y le pedía dinero a un párroco. El a todas las mujeres solteronas que “ya las había dejado el tren” les decía que las había soñado casadas con un hombre rico o que se habían sacado la lotería pero sus sueños se fueron volviendo ofensas y vulgaridades que ya nadie lo tomaba en cuenta.

COMENTARIO

Me gustó mucho el libro porque habla de leyendas e historias de Guatemala hace algunos años y son historias que se han ido transmitiendo de generación en generación. Las leyendas son lo que más me gustó porque son cosas que pueden pasarle a cualquiera y me gustó mucho una frase que mencionan en el libro “No hay que creer ni dejar de creer”.

- Enajenar: Hacer que una persona pierda la razón o los sentidos, especialmente a causa de un sentimiento intenso de miedo, enfado o dolor.

- Deambulaba: ir de un lugar a otro sin ningún fin determinado.

- Afán: deseo intenso que mueve a hacer una cosa.

- Pulcro: que es o está extremadamente limpio y cuidado.

- Vacilar: estar indeciso o titubeante, sin decidirse a hacer o decir algo o sin escoger entre varias cosas.

- Perplejo: que está confuso y desconcertado