LOS HABITANTES DE CALLE EN BARRIO TRISTE EN LA CIUDAD DE MEDELLÍN.
Enviado por poland6525 • 26 de Octubre de 2017 • 3.034 Palabras (13 Páginas) • 511 Visitas
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En el momento, de interactuar con ellos, se podía evidenciar que en algunos casos, los habitantes de calle, estaban bajo los efectos de alguna droga o sustancia psicoactiva, por lo tanto se podía evidenciar una de las razones principales por las cuales ellos estaban ahí. Además, luego de que se les brindaba la comida, y terminaban, algunos volvían a recurrir al consumo de drogas. También se evidenció que estos habitantes de calle en su mayoría, tienen una cierta vida espiritual, pues al hablar con uno de ellos, decía “Vea yo todo el día meto bazuco pero hablo todo el tiempo con Dios, a mi Dios nunca me falla”. Por otro lado, en los momentos de interacción, se pudo dar cuenta de que algunos de estos habitantes de calle, tiene algún nivel de escolaridad, hasta se pudo evidenciar que habían al menos dos profesionales en situación de calle. Y también, decían que la razón por la que principalmente estaban en esa situación era por el consumo de drogas y, la violencia y problemas familiares. También ellos afirmaban que ellos permanecen en esa situación gracias a que tenían lo suficiente para sobrevivir y la libertad para consumir y hacer lo que quisieren. Es decir, que de esto se puede inferir que debido a las organizaciones caritativas que les proporcionan constantemente alimento, y formas para poder sobrevivir, estos habitantes de calle se sienten ayudados y satisfechos con un alimento asegurado; evitando así, la necesidad de un cambio y resocialización con la comunidad. Por lo tanto, estos habitantes de calle que estudiamos, prefieren permanecer en su situación, y no les gustaría volver a donde sus familias, y reconstruir esos vínculos rotos con sus familias y con la sociedad. Es decir, como se mencionó anteriormente en la introducción, los habitantes de calle en general, rompen totalmente sus vínculos afectivos y emocionales con sus familias lo que les impide volver a restaurarlos eficazmente. Además de todo esto, se pudo evidenciar que estos habitantes de calle, perciben que la sociedad en general de Medellín, los ve como personas sucias, peligrosas, por lo tanto esto puede afectar su comportamiento frente a la sociedad.
Conclusiones
En conclusión, se pueden decir que estos habitantes de calle del sector del barrio triste o barrio del corazón de Jesús, que de aluna manera representan a los habitantes de calle en general de la ciudad de Medellín, tienen unos aspectos claves que caracterizan las razones por las que llegaron a la situación de ser habitante de calle, las razones por las que permanecen y las dinámicas de su vida en la calle. Estos aspectos son:
- Según lo investigado, los habitantes de calle de este sector, llegaron a la situación de calle, por causas como la violencia familiar y los problemas económicos, pero en mayor medida por el consumo y la adicción a las drogas.
- Los habitantes de calle de este sector, permanecen en la situación de calle, por el rompimiento de sus vínculos afectivos y sociales, y así, por la libertad que les brinda su situación. Libertad para consumir tranquilamente drogas, y libertad para decidir lo que quieren hacer y cómo vivir. Además, porque de alguna manera esta situación de calle, les parece buena ya que en muchos casos, tienen alimento asegurado, debido a las organizaciones caritativas e instituciones que se los brindan.
- Existen más habitantes de calle de género masculino que habitantes de calle de género femenino. Lo que explica como los hombres son los más afectados por la violencia y por las drogas en la ciudad de Medellín.
- Los habitantes de calle, forman vínculos fuertes con sus compañeros de calle y con los lugares que frecuentan, imposibilitando su inclusión en la sociedad y reconstrucción de sus vínculos afectivos anteriores.
DIARIO DE CAMPO
Día Primero
Fecha: Miércoles 26 de agosto
Lugares visitados: Iglesia la Consolata, Barrio Triste.
Luego de terminar el grupo de oración en la Iglesia La Consolata junto al padre Julián a las 9:00 p.m. nos dirigimos hacia Barrio Triste en compañía de las cocineras que llevaban ollas grandes de arroz con lentejas y agua panela para compartir. Al llegar al lugar nos sorprendimos al ver una fila de aproximadamente 50 indigentes que esperaban ansiosamente nuestra llegada. Bajamos toda la comida y felices nos recibieron con el saludo cantado de los niños: “¿Cómo están? amiguitos ¿cómo están?…”, luego el padre dio la bendición para los alimentos y comenzó la repartición. Aparte de que podían repetir por tanta cantidad de comida que había, llevaban tarros vacíos para darles agua panela para llevar. Luego de que terminarán de comer nos sentamos con algunos en los cartones y nos contaron sus difíciles experiencias de vida y las razones por las cuales la calle, las drogas y la delincuencia habían sido su único destino. Paso el tiempo y para cambiar de ambiente comenzamos a hablar de nosotros y terminamos contando chistes en medio de los piropos que algunos nos tiraban mientras que otros jugaban fútbol en medio de la calle. Llegó la hora de despedirnos y el más coqueto de todos prometió hacer una carta de amor solo si volvíamos la próxima semana.
Día Segundo
Fecha: Miércoles 2 de septiembre
Lugares visitados: Iglesia la Consolata, Barrio Triste.
Luego de terminar la oración con el grupo de ayudantes y el Padre Julián nos dirigimos a Barrio triste y realizamos la misma actividad al llegar (Saludo, oración, agradecimiento por la comida y repartición), esta vez llegaron muchos habitantes de la calle nuevos que desconocían nuestra visita los miércoles pero todos fueron bienvenidos con mucho amor. Esta vez no contamos chistes ni nos sentamos en los cartones sino que hablamos con un personaje en especial que se había escapado como muchos otros de los hogares de refugio que hay en la ciudad especiales para ellos. Este personaje ya estaba en el segundo de tres niveles que necesitan para irse a vivir al campo pero su ansiedad y su síndrome de abstinencia no le permitieron seguir y volvió a su vida “normal” de drogas y delincuencia, entonces en medio de los consejos que le dimos logramos que nos prometiera volver al hogar de refugio antes de que el sacol y el bazuco le ocasionara más daños cerebrales. Luego de tener una buena charla con él, nos despedimos de todos y aunque la carta de amor que nos habían prometido el miércoles pasado nunca llegó, nos fuimos felices de haber completado correctamente
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