LA GUERRA DEL GOLFO PERSICO.

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La FAI operaba desde 24 bases aéreas estables y otras 30 de campaña, donde se habían construido 590 refugios antinucleares y verdaderas redes de calles de rodaje para evitar la inmovilización por rotura de pistas. El sistema de DA seguía el modelo soviético, con estratos muy densos, donde se combinaban sensores, C², lanzadores SAMs, CI y AAa de tubo. En 1990 Iraq tenía un parque de 16 000 unidades SAM con guiado IR y radar, integrado por SA-2, SA-3, SA-6, SA-7, SA-8, SA-9, SA-13, SA-14 y SA-16, Roland de origen francés, y unos 7 000 cañones antiaéreos.

El Ejército (EI) contaba con 68 divisiones, de las cuales 8 correspondían a la Guardia Republicana considerada una fuerza de élite por su entrenamiento y equipamiento. El EI estaba muy mecanizado; disponía de 3 000 trasportadores de MBTs (Main Battle Tank), 5 000 APCs (Armoured Personal Carrier), y unos 5 000 vehículos de apoyo y servicio. La “caballería aérea” se movilizaba con unos 300 VTOLs de manufactura soviética, armados y para el trasporte de asalto. Este impresionante despliegue bélico se completaba con 1 200 SSMs de fuente soviética, constituidos por Frog, Scud y sus derivados móviles de producción nacional Al Hussein y Al Abbas. Pero desde los ‘80s Iraq había dedicado especial atención al desarrollo de WMDs (Weapons of Mass Destruction) químicas, biológicas y nucleares, algunas de las cuales (las químicas) fueron utilizadas contra los iraníes.

Esta enorme potencialidad militar también tenía puntos débiles, determinados por la vulnerabilidad de las fuentes de energía eléctrica, sistemas de comunicaciones, aeropuertos, redes carreteras y la gran cantidad de obras de arte imprescindibles para cruzar cursos de agua o terreno escabroso. Esos puntos endebles no pasaron desapercibidos para los selectores de OMs (targeting) de la coalición. La poderosa amenaza construida por Saddam Hussein en esa región tan sensible con el apoyo de la riqueza petrolera nacional, la fortaleza de su dominio político interno, el fomento del odio étnico-religioso, y sus ambiciones de liderazgo panárabigo, se enfrentó con una oposición Occidental unificada y preocupada por mantener el status quo regional que asegurara la producción y distribución ordenada del petróleo. La disolución del ex Pacto de Varsovia permitió distraer fuerzas militares del continente europeo para dirigirlas hacia la nueva amenaza.

Cuando estalló la crisis iraquí-kuwaití, USA y sus aliados auspiciaron la organización de una coalición multinacional, para lo cual promovieron a través del Consejo de Seguridad (ONU) la Resolución 678 que finalmente fue aprobada el 29 Nov.90. Si antes del 15 Ene.91 S.Hussein no abandonaba Kuwait, dicho documento autorizaba el uso del espacio aéreo y el territorio iraquí por la fuerza, pero no decía nada sobre la eventual destitución del dictador, ni sobre la ocupación de Bagdad.

Saudi Arabia ingresó de buena gana al grupo anti-iraquí por cuanto temía que Hussein continuase el avance sobre la península. Por eso, USA adoptó medidas inmediatas para frenar cualquier intención iraquí de entrar en Arabia Saudita, y demostró esa decisión enviando de inmediato algunas unidades terrestres y aéreas basadas en tierra. La infraestructura aeronáutica saudita tenía un desarrollo apropiado para recibir los grandes trasportes americanos con los efectivos que iniciarían la etapa preparatoria denominada Operación Desert Shield. La segunda parte de la maniobra estratégica (liberación de Kuwait) comenzó a estructurarse en base a una coalición de treinta y tres miembros que participarían luego en la Operación Desert Storm.

La Operación Desert Shield

La primera reacción del mundo Occidental ante la agresión de Saddam Hussein que puso en riesgo nada menos que la estabilidad de la fuente de energía no renovable más importante del planeta, fue advertir al invasor que su aventura no sería tolerada. Era imposible saber cuán ambiciosa era la intención de Iraq, pero Hussein demostró prudencia y se mantuvo dentro de Kuwait. El modo de acción inicial puesto en marcha fue el envío de unidades aéreas de combate al futuro TO dentro de la primera semana después de consumada la ocupación del sultanato. Otra medida más lenta pero también efectiva fue la implantación de un embargo total a Iraq, cuyos efectos económicos comenzaron a notarse en los siguientes seis meses.

Teniendo en cuenta que la primera fase de la maniobra estratégica había tenido un buen éxito inicial, USA y sus aliados avanzaron en la consolidación política de la gran coalición internacional que no sólo repartiría el costo de las operaciones, sino que además le daría una imagen unificada al proceso de rechazar el desafío del dictador árabe. Paralelamente habría que dar todo el tiempo que fuera posible a la organización de la complicada fuerza plurinacional, pues el poderoso enemigo militar árabe prometía sangrientas derrotas a las fuerzas extranjeras que intentaran expulsarlo de Kuwait.

Como primera decisión táctica se desviaron las órbitas de entre 12 y 20 satélites de E/R para recoger toda la información posible. Luego, el 08 Ago.90 llegaron al TO los primeros F-15C del Tactical Air Command (TAC) en un vuelo de casi 13 000 km en 15 hs. En los siguientes cinco días lo hicieron otros cinco escuadrones y los primeros escalones de la 82nd. Airborne División. La llegada de medios aéreos y terrestres americanos continuó sin interrupción y eso permitió que el Department of Defense (DoD) informase que la amenaza de invasión de Arabia Saudita había sido frenada. A comienzos de Nov.90 las fuerzas de la coalición sumaban 243 000 efectivos pero el presidente George Bush ordenó el despacho de otros contingentes adicionales para asegurar la expulsión iraquí de Kuwait. El trasporte mensual americano se fijó en 100 000 soldados llevados a bordo de 121 buques del Cdo.Tr.Navales y 2 500 vuelos. Por primera vez en 38 años, USA acudió a su flota aérea de reserva para acelerar el trasporte de personal y carga prioritaria.

El largo período trascurrido–más de cinco meses—entre la ocupación de Kuwait y la apertura de las hostilidades, fue bienvenido pero resultaba incomprensible para el USCENTCOM a cargo de la misión. Ese prolongado período posibilitó el alistamiento minucioso de las fuerzas de la coalición, su entrenamiento en el terreno y una acumulación logística ordenada. En cuanto a Iraq, si bien se ocupó de su propia preparación defensiva durante esos meses, tuvo que recurrir a los abastecimientos con que contaba hasta entonces porque también Rusia participaba en el embargo que se estaba aplicando.

Durante ese lapso USA puso a prueba su impresionante aptitud